miércoles, 30 de julio de 2014

Juntos somos más

La semana pasada visitaba España el primer ministro francés, y pronunciaba algunas frases de las que ya me gustaría a mí que algunos tomaran nota. Decía Valls, en referencia a la cuestión catalana, que toda aventura como la que se está impulsando desde el gobierno catalán es un debilitamiento local y general de la Europa que se construye todos los días, y lo dijo con estas palabras “El proyecto europeo se puede derrumbar con el auge de los populismos y de los nacionalismos. El problema catalán es un problema español, pero también es un problema para toda Europa y nosotros queremos una España fuerte”. En definitiva, una referencia clara a la debilidad, consecuencia de los separatismos frente a la fortaleza propia de la unión y esfuerzo de los distintos territorios que componen el mapa de España como una Nación.

Este miércoles el presidente catalán viene a la Moncloa a hablar “de todo”, sin antes haber hablado con la verdad a todos cuantos le escuchamos a diario desde hace meses. Tuvo que ser el primer ministro francés, de origen catalán, quien le volviera a recordar algo que ya se le ha venido diciendo por activa y por pasiva, “hay que decir siempre la verdad. Si alguien cree que se puede salir de un país sin consecuencias para su pertenencia a la Unión Europea y al euro, se equivoca”.

Ha llegado el momento de cerrar tanta ceremonia de la confusión y de dejar muy claro a cuantos sueñan con la independencia de una parte del territorio español, que es algo que no puede decidir sólo una parte, porque nos afecta al conjunto, y no sólo de España sino de la Unión Europea.

Ya no cuelan más mensajes demagógicos poniendo a los catalanes como victimas de Madrid, que tras conocer las andanzas de Pujol durante sus años de Presidente de Cataluña y de hacerse públicas las balanzas fiscales de todas las Comunidades Autónomas, cabría sustituir por otros que sin duda dejarían en evidencia al autor del “España nos roba”.

El pasado día 24 de julio la Xunta de Galicia rendía un merecido e incuestionable reconocimiento a cuantos pusieron algo de su parte para paliar los dramáticos efectos de la mayor tragedia colectiva de los últimos tiempos en Galicia, la muerte de 79 personas en el tren que nunca llegó a su destino hace un año.

En sus sentidas y emotivas palabras, el Presidente de la Xunta de Galicia decía, en referencia directa a todos los que aquel día y en los que le siguieron dieron lo mejor de sí mismos ayudando a las victimas del accidente, que “Galicia demostró que juntos somos más. La irreparable desgracia sirvió para demostrar que dos hombres o mujeres que cooperan, no suman sino que multiplican”.

Parafraseando a Feijoo, y aplicándolo a la cuestión catalana, dos hombres o mujeres que no cooperan, no restan sino que dividen, y ahora y de una vez por todas, la apuesta del Gobierno no puede ser otra que la de dejar claro que sólo cabe sumar y cooperar entre todos los pueblos de España, porque la Historia ya nos ha dejado innumerables ejemplos de las consecuencias que acarrean las divisiones.

Xuntos somos máis

A semana pasada visitaba España o primeiro ministro francés, e pronunciaba algunhas frases das que xa me gustaría a min que algúns tomasen nota. Dicía Valls, en referencia á cuestión catalá, que toda aventura como a que se está impulsando desde o goberno catalán é un debilitamento local e xeral da Europa que se constrúe todos os días, e o dixo con estas palabras “O proxecto europeo pódese derrubar co auxe dos populismos e dos nacionalismos. O problema catalán é un problema español, pero tamén é un problema para toda Europa e nós queremos unha España forte”. En definitiva, unha referencia clara á debilidade, consecuencia dos separatismos fronte á fortaleza propia da unión e esforzo dos distintos territorios que compoñen o mapa de España como unha Nación.

Este mércores o presidente catalán vén á Moncloa a falar “de todo”, sen antes falar coa verdade a todos cantos escoitámoslle a diario desde fai meses. Tivo que ser o primeiro ministro francés, de orixe catalá, quen lle volvese a recordar algo que xa se lle veu dicindo por activa e por pasiva, “hai que dicir sempre a verdade. Si alguén cre que se pode saír dun país sen consecuencias para a súa pertenza á Unión Europea e ao euro, equivócase”.

Chegou o momento de pechar tanta cerimonia da confusión e de deixar moi claro a cantos soñan coa independencia dunha parte do territorio español, que é algo que non pode decidir só unha parte, porque nos afecta ao conxunto, e non só de España senón da Unión Europea.

Xa non coan máis mensaxes demagóxicas poñendo aos cataláns como vítimas de Madrid, que tras coñecer as andanzas de Pujol durante os seus anos de Presidente de Cataluña e de facerse públicas as balanzas fiscais de todas as Comunidades Autónomas, cabería substituír por outros que sen dúbida deixarían en evidencia ao autor do “España róubanos”.

O pasado día 24 de xullo a Xunta de Galicia rendía un merecido e incuestionable recoñecemento a cantos puxeron algo do seu parte para paliar os dramáticos efectos da maior traxedia colectiva dos últimos tempos en Galicia, a morte de 79 persoas no tren que nunca chegou ao seu destino fai un ano.

Nas súas sentidas e emotivas palabras, o Presidente da Xunta de Galicia dicía, en referencia directa a todos os que aquel día e nos que lle seguiron deron o mellor de si mesmos axudando ás vítimas do accidente, que “Galicia demostrou que xuntos somos máis. A irreparable desgraza serviu para demostrar que dous homes ou mulleres que cooperan, non suman senón que multiplican”.



Parafraseando a Feijoo, e aplicándoo á cuestión catalá, dous homes ou mulleres que non cooperan, non restan senón que dividen, e agora e dunha vez por todas, a aposta do Goberno non pode ser outra que a de deixar claro que só cabo sumar e cooperar entre todos os pobos de España, porque a Historia xa nos deixou innumerables exemplos das consecuencias que carrexan as divisións.

miércoles, 16 de julio de 2014

El fondo y las formas

La pasada semana se produjo en el Congreso de los Diputados uno de los debates más importantes de los últimos tiempos, por el contenido de las medidas incluidas en el Decreto Ley que el Gobierno presentó para su convalidación. Los partidos políticos que dicen hacer oposición, sin embargo, fijaron el foco de atención en el procedimiento, es decir, en criticar que se presentara el conjunto de medidas para el crecimiento de la competitividad y la eficiencia en un decreto y no se tramitaran como Proyectos de Ley.

Para quien pueda pensar que el instrumento o herramienta utilizado fue algo excepcional, les diré que ha sido utilizado 563 veces en la historia democrática española por diferentes gobiernos, por lo tanto no es algo que invente ahora el gobierno de Rajoy.

Los que ahora critican las formas hubieran dejado las cosas como estaban y así más pronto que tarde hubiera llegado el rescate, lo que entre otras cosas implicaría que otros hubieran decidido por nosotros nada menos que nuestro futuro.

El fondo de este Decreto, su contenido, son las medidas para estimular el empleo de los más jóvenes, para favorecer la economía de los autónomos y de las PYMES, la rentabilidad de los comercios, los trabajos de muchos oficios ligados a la construcción, al turismo...

Como mejor se entienden las cosas es utilizando ejemplos, y aquí caben algunos.

La estrategia de emprendimiento y empleo joven ha permitido pasar de un paro juvenil que aumentaba a un ritmo del 6,2% al año, a una reducción del 9,2%. ¿Les parece criticable la urgencia en poder encontrar un trabajo mejor en julio que en noviembre?

Las retenciones que se practican a los autónomos de menores rentas, unos 325.000, experimentarán reducciones, del 21% al 15%. Así de una factura de 1.000€ que cobra un autónomo, ahora se queda con 790€ y cuando este Decreto entre en vigor serán 850€. Factura a factura representa un importante ahorro de dinero en sus cuentas. ¿Les parece justificable, como sí se lo parece a los críticos con la forma de aprobarlo, esperar a un debate completo de la reforma fiscal?

En el comercio se reducirán las comisiones que se soportan por pago con tarjetas de crédito, pasando esta comisión del 0,8% actual al 0,3%, nada menos que medio punto en cada venta que realicen. ¿Piensan los críticos que a los comerciantes les va a dar igual beneficiarse ya de estas ventajas que esperar a un debate de meses?

En la construcción, la aprobación de las normas de eficiencia energética en la edificación supondrá una enorme oportunidad para pequeñas empresas, talleres de carpintería de aluminio, instaladores de radiadores y calderas... ¿Estaría justificada la demora en encontrar nuevas oportunidades para trabajar y generar empleo?

En definitiva, son muchos los españoles, personas con dificultades para llegar a fin de mes, a los que les importa más el fondo y sus consecuencias que las formas o el procedimiento para alcanzarlas siempre que sea legal, que lo es.

Me quedo con los que han buscado estímulos para seguir mejorando y dejo solos a los que ponen excusas a la recuperación.

O fondo e as formas

A pasada semana produciuse no Congreso dos Deputados uno dos debates máis importantes dos últimos tempos, polo contido das medidas incluídas no Decreto Lei que o Goberno presentou para a súa convalidación. Os partidos políticos que din facer oposición, con todo, fixaron o foco de atención no procedemento, é dicir, en criticar que se presentase o conxunto de medidas para o crecemento da competitividade e a eficiencia nun decreto e non se tramitasen como Proxectos de Lei.

Para quen poida pensar que o instrumento ou ferramenta utilizado foi algo excepcional, direilles que foi utilizado 563 veces na historia democrática española por diferentes gobernos, polo tanto non é algo que invente agora o goberno de Rajoy.

Os que agora critican as formas deixasen as cousas como estaban e así máis pronto que tarde chegase o rescate, o que entre outras cousas implicaría que outros decidisen por nós nada menos que o noso futuro.

O fondo deste Decreto, o seu contido, son as medidas para estimular o emprego dos máis novos, para favorecer a economía dos autónomos e das PYMES, a rendabilidade dos comercios, os traballos de moitos oficios ligados á construción, ao turismo...

Como mellor se entenden as cousas é utilizando exemplos, e aquí caben algúns.

A estratexia de emprendemento e emprego novo permitiu pasar dun paro xuvenil que aumentaba a un ritmo do 6,2% ao ano, a unha redución do 9,2%. Parécelles criticable a urxencia en poder atopar un traballo mellor en xullo que en novembro?

As retencións que se practican aos autónomos de menores rendas, uns 325.000, experimentarán reducións, do 21% ao 15%. Así dunha factura de 1.000€ que cobra un autónomo, agora quédase con 790€ e cando este Decreto entre en vigor serán 850€. Factura a factura representa un importante aforro de diñeiro nas súas contas. Parécelles xustificable, como si llo parece aos críticos coa forma de aprobalo, esperar a un debate completo da reforma fiscal?

No comercio reduciranse as comisións que se soportan por pago con tarxetas de crédito, pasando esta comisión do 0,8% actual ao 0,3%, nada menos que medio punto en cada venda que realicen. Pensan os críticos que aos comerciantes vailles a dar igual beneficiarse xa destas vantaxes que esperar a un debate de meses?

Na construción, a aprobación das normas de eficiencia enerxética na edificación suporá unha enorme oportunidade para pequenas empresas, talleres de carpintería de aluminio, instaladores de radiadores e caldeiras... Estaría xustificada a demora en atopar novas oportunidades para traballar e xerar emprego?

En definitiva, son moitos os españois, persoas con dificultades para chegar a fin de mes, aos que lles importa máis o fondo e as súas consecuencias que as formas ou o procedemento para alcanzalas sempre que sexa legal, que o é.



Quédome cos que buscaron estímulos para seguir mellorando e deixo sos aos que poñen escusas á recuperación.

miércoles, 2 de julio de 2014

Actos y actitudes

En estas últimas semanas he sido testigo directo de diferentes actos, algunos de importancia histórica, celebrados en diferentes puntos de nuestra España y que además de su transcendencia histórica, social o política, me han permitido reflexionar sobre la conducta y modo de actuar de algunos de los asistentes a los mismos.

Sin duda alguna el que por todos los motivos ha tenido mayor transcendencia ha sido la proclamación de nuestro nuevo Rey. La solemnidad de los actos se cuidó milimétricamente y su desarrollo fue todo un éxito. 

En la entrega de las medallas Castelao la emoción y naturalidad de los premiados se mezcla con la solemnidad del momento y con los rigores que impone su retransmisión televisiva en directo. Sólo un pero: no acabo de entender que algunas de las personas que recogen su premio puedan subir al estrado en pantalón vaquero y zapatillas deportivas como atuendo. En su favor la impagable labor social que desempeñan.

Finalmente, por ser el más reciente, sólo puedo tener palabras críticas con el desarrollo de uno de los actos más antiguos de la historia de Galicia, el de la ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo en nuestra Catedral. Ausencia de muchos alcaldes de las siete ciudades, que cada año realizan por turno esta ofrenda. Escasos representantes de instituciones y parlamentos. Entre las ausencias la del responsable de la Diputación de Lugo, que tampoco había estado en los dos actos comentados anteriormente.

Una ciudad inmersa en la suciedad provocada por una larga huelga en el servicio de limpieza viaria, que ya bate récords de duración sin que nadie parezca tener el más mínimo interés en resolver. Imposibilidad de celebrar la procesión con la carroza que porta al Santísimo por la causa mencionada, y así hasta un sinfín de hitos negativos que deslucieron uno de los días grandes de Lugo.

Está claro que la actitud de los que tienen la responsabilidad de impulsar y mimar estos eventos, que pasarán a formar parte de la historia, es decisiva para perpetuarlos o para abocar a su desaparición. Que los responsables sean laicos o practicantes de la religión católica no debería explicar la dejadez o el interés mostrado, pero parece que es así.

Como en otros asuntos relacionados con nuestra ciudad, parecen importar más los eventos lúdicos que las grandes tradiciones. Se miman en mayor medida los que pueden tener más participación popular por su carácter festivo que aquellos que se relacionan con tradiciones centenarias, y encontramos que pesan más una docena de Arde Lucus que tres siglos y pico de Ofrenda del Antiguo Reino.

Que se impulsen actos relacionados con la Republica es lícito, pero no puede suponer el olvido hacia quien, siendo Infanta de España y Duquesa de Lugo podría ayudar, si nuestras autoridades quisieran, a proyectar la ciudad y el rico patrimonio de Lugo por el mundo entero.

Ésta es la importancia que tienen a la hora de celebrar los actos la actitud de quienes los organizan y presiden, pero también la de los que desde otras posiciones debemos velar por su conservación e impulso.

Actos e actitudes

Nestas últimas semanas fun testemuña directa de diferentes actos, algúns de importancia histórica, celebrados en diferentes puntos da nosa España e que ademais da súa transcendencia histórica, social ou política, permitíronme reflexionar sobre a conduta e modo de actuar dalgúns dos asistentes aos mesmos.

Sen ningunha dúbida o que por todos os motivos ha ter maior transcendencia foi a proclamación do noso novo Rei. A solemnidade dos actos coidouse milimetricamente e o seu desenvolvemento foi todo un éxito. 

Na entrega das medallas Castelao a emoción e naturalidade dos premiados mestúrase coa solemnidade do momento e cos rigores que impón a súa retransmisión televisiva en directo. Só un pero: non acabo de entender que algunhas das persoas que recollen o seu premio poidan subir ao estrado en pantalón vaqueiro e zapatillas deportivas como vestimenta. No seu favor a impagable labor social que desempeñan.

Finalmente, por ser o máis recente, só podo ter palabras críticas co desenvolvemento dun dos actos máis antigos da historia de Galicia, o da ofrenda do Antigo Reino de Galicia ao Santísimo na nosa Catedral. Ausencia de moitos alcaldes das sete cidades, que cada ano realizan por quenda esta ofrenda. Escasos representantes de institucións e parlamentos. Entre as ausencias a do responsable da Deputación de Lugo, que tampouco estivera nos dous actos comentados anteriormente.

Unha cidade inmersa na suciedade provocada por unha longa folga no servizo de limpeza viaria, que xa bate récords de duración sen que ninguén pareza ter o máis mínimo interese en resolver. Imposibilidade de celebrar a procesión coa carroza que porta ao Santísimo pola causa mencionada, e así ata un senfín de fitos negativos que desluciron un dos días grandes de Lugo.

Está claro que a actitude dos que teñen a responsabilidade de impulsar e mimar estes eventos, que pasarán a formar parte da historia, é decisiva para perpetualos ou para abocar á súa desaparición. Que os responsables sexan laicos ou practicantes da relixión católica non debería explicar o deixamento ou o interese mostrado, pero parece que é así.

Como noutros asuntos relacionados coa nosa cidade, parecen importar máis os eventos lúdicos que as grandes tradicións. Mímanse en maior medida os que poden ter máis participación popular polo seu carácter festivo que aqueles que se relacionan con tradicións centenarias, e atopamos que pesan máis unha ducia de Arde Lucus que tres séculos e pico de Ofrenda do Antigo Reino.

Que se impulsen actos relacionados coa República é lícito, pero non pode supoñer o esquecemento cara a quen, sendo Infanta de España e Duquesa de Lugo podería axudar, se as nosas autoridades quixesen, a proxectar a cidade e o rico patrimonio de Lugo polo mundo enteiro.

Esta é a importancia que teñen á hora de celebrar os actos a actitude de quen os organizan e presiden, pero tamén a dos que desde outras posicións debemos velar pola súa conservación e impulso.