miércoles, 29 de mayo de 2013

Reapariciones

Se cumple una semana de una de las entrevistas televisivas que más comentarios ha suscitado. Era previsible que la reaparición del ex presidente Aznar generara revuelo y polémica. No defraudó a los que así pensábamos. 

Las reapariciones de personajes públicos que en otro tiempo fueron líderes es algo que, cuando se produce, generalmente obedece a conductas que podríamos calificar de libro. Los egos y añoranzas de cada uno siguen pautas muy similares. Están en su derecho, pero deberían medir mejor sus mensajes y sus consecuencias. 

Lo que me parece más reprochable, entre otras cuestiones, fue la referencia a la necesidad de poner en marcha medidas fiscales tendentes a rebajar impuestos en el momento actual, cual lección de economía que había practicado y obtenido notables resultados en el periodo de tiempo en que gobernó España. 

Nunca me gustaron las extrapolaciones y comparaciones entre diferentes formas de actuar, cuando las circunstancias de cada momento son muy diferentes. 

En los tiempos de Aznar se daban unas circunstancias excepcionales que permitían la bajada de impuestos: cuatro devaluaciones de la peseta y la posterior fiebre consumista generada por la entrada en el euro, algo que trajo consigo la reducción de intereses hasta llegar al 2%, y que facilitó que se pudiese financiar sin limite todo tipo de actividad. Esta situación de excepcionalidad que vivió entonces la economía española permitió un crecimiento económico a corto plazo, con el consiguiente incremento de la recaudación vía impuestos, al tiempo que se aumentaba el gasto público y se reducía el déficit. Aquella situación no admite comparación con la que vivimos ahora y, por tanto, las medidas propuestas relacionadas con bajadas de impuestos sin duda alguna buscan otra finalidad bien diferente a la argumentada. 

Cada uno que saque sus propias conclusiones, pero para mí esta reaparición pública, cual tornado en Oklahoma, equivocó claramente el escenario si lo que pretendía era colaborar en la búsqueda de soluciones a los problemas de España y ayudar a liderar el camino de salida de esta crisis. Aznar debió cambiar el plató televisivo por cualquiera de las mil maneras de hacer llegar su mensaje al destinatario. 

Posiblemente algunos nostálgicos, entre los que a buen seguro estarán los que animaron a Aznar a dar este paso, tirando la piedra y escondiendo la mano, estarán encantados con este revuelo. Puede ser, pero estos momentos no son los propicios para reapariciones que lo único que consiguen es dar oxigeno al adversario y desconcertar a los de tus filas. 

En esta embarcación que surca aguas turbulentas, reaparecer en el puente de mando en medio de la noche, sólo dificulta la lucha del patrón por mantener el buen rumbo, el que nos llevará a puerto seguro. Gobernar un barco, un Estado, requiere de una tripulación, que además de preparada, sea leal y responsable. 


Reaparicións 

Cúmprese unha semana dunha das entrevistas televisivas que máis comentarios suscitou. Era previsible que a reaparición do ex presidente Aznar xerase revuelo e polémica. Non defraudou aos que así pensabamos. 

As reaparicións de personaxes públicos que noutro tempo foron líderes é algo que, cando se produce, en xeral, obedece a condutas que poderiamos cualificar de libro. Os egos e morriñas de cada un seguen pautas moi similares. Están no seu dereito, pero deberían medir mellor as súas mensaxes e as súas consecuencias. 

O que me parece máis reprochable, entre outras cuestións, foi a referencia á necesidade de poñer en marcha medidas fiscais tendentes a rebaixar impostos no momento actual, cal lección de economía que practicara e obtido notables resultados no período de tempo en que gobernou España. 

Nunca me gustaron as extrapolacións e comparacións entre diferentes formas de actuar, cando as circunstancias de cada momento son moi diferentes. 

Nos tempos de Aznar dábanse unhas circunstancias excepcionais que permitían a baixada de impostos: catro depreciacións da peseta e a posterior febre consumista xerada pola entrada no euro, algo que trouxo consigo a redución de intereses ata chegar ao 2%, e que facilitou que se puidese financiar sen limite todo tipo de actividade. Esta situación de excepcionalidade que viviu entón a economía española permitiu un crecemento económico a curto prazo, co conseguinte incremento da recadación vía impostos, á vez que se aumentaba o gasto público e reducíase o déficit. Aquela situación non admite comparación coa que vivimos agora e, xa que logo, as medidas propostas relacionadas con baixadas de impostos sen ningunha dúbida buscan outra finalidade ben diferente á argumentada. 

Cada un que saque as súas propias conclusións, pero para min esta reaparición pública, cal tornado en Oklahoma, equivocou claramente o escenario si o que pretendía era colaborar na procura de solucións aos problemas de España e axudar a liderar o camiño de saída desta crise. Aznar debeu cambiar o plató televisivo por calquera das mil xeitos de facer chegar a súa mensaxe ao destinatario. 

Posiblemente algúns nostálxicos, entre os que a recado estarán os que animaron a Aznar a dar este paso, tirando a pedra e escondendo a man, estarán encantados con esa repercusión. Pode ser, pero estes momentos non son os propicios para reaparicións que o único que conseguen é dar osíxeno ao adversario e desconcertar aos das túas filas. 

Nesta embarcación que navega en augas turbulentas, reaparecer na ponte de mando no medio da noite, só dificulta a loita do patrón por manter o bo rumbo, o que nos levará a porto seguro. Gobernar un barco, un Estado, require dunha tripulación, que ademais de preparada, sexa leal e responsable.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran artículo Joaquín.

De todo lo que expones de todo lo dicho y redicho sobre este tema en los distintos medios de comunicación me quedo con lo que dijo el presidente del Congreso, Jesús Posada: "Aznar debe estar orgulloso de lo que hizo durante su etapa de Gobierno pero ya es el pasado, las cosas se van para no volver".

Un saludo.