miércoles, 27 de noviembre de 2013

Piove? Porco governo!

Con esta recurrida expresión se representa en Italia desde hace siglos lo que en España traduciríamos por nunca llueve a gusto de todos, por echarle la culpa a quien no la tiene, al gobierno, de que llueva.

Acabamos de pasar el ecuador de esta X Legislatura y los balances se hacen inevitables, y como siempre los enfoque pocas veces son ecuánimes. Lo normal es la crítica, olvidando en ocasiones el origen de los problemas o las dificultades y escaso margen de maniobra en la mayoría de las decisiones.

Permítanme comparar en pocas líneas los ocho años de gobiernos socialistas con los casi dos del gobierno de Rajoy.

De aquellos ocho años hoy tenemos un amplio legado. Destrucción de más de tres millones de puestos de trabajo, despilfarro en las cuentas públicas duplicando la deuda que tendrán que pagar las generaciones futuras, un país al borde de la intervención, situación delicada de nuestro sistema financiero mientras el resto de países europeos lo saneaba, congelación de las pensiones por primera vez en la historia dejando el sistema de pensiones al borde de la quiebra, agujero en sanidad de 16.000 millones de deuda poniendo en peligro el suministro de medicamentos, fracaso educativo con índices de abandono escolar que doblan los de la UE, y un largo etcétera que incluye la politización de los sindicatos con el dinero de todos, el rechazo a las propuestas del PP de cumplimiento integro de las penas, las concesiones a Gibraltar, el respaldo a un Estatut que luego resultó inconstitucional o el modelo de financiación autonómica a medida de los nacionalistas.

De los casi dos años del actual gobierno popular debemos recordar que tras nueve trimestres en retroceso, la economía crece y las previsiones dibujan un panorama mejor que el previsto, que se ha frenado la destrucción del empleo, que se ha evitado un rescate que de haberse producido acarrearía bajada de pensiones y despidos de funcionarios, que ahora nos financiemos al interés más bajo de la historia, que se está pagando lo que se debe a los proveedores, que crezca la producción industrial, que exportamos un 50% más que en 2009, que se baten records de inversión extranjera en España, que volvemos a ser respetados en Europa.

En definitiva, podemos asegurar que vamos en la buena dirección, algo reconocido por algunos ex ministros socialistas de economía que ahora admiten sus errores y comparten las medidas que se toman.

Aunque se hayan cometido algunos errores, quien hace cosas se puede equivocar, nadie puede poner en duda hechos objetivos y contrastables. Lo fácil e irresponsable sigue siendo instalarse en una crítica permanente hacia toda propuesta. Lo reprochable son las posiciones de oposición permanente a toda medida, especialmente cuando vienen de la boca de aquellos que provocaron estos males. Son los bomberos pirómanos.

Piove, llueve sí, pero no por culpa del gobierno. Reconozcamos los errores, defendamos nuestros aciertos con humildad y busquemos la máxima sensibilidad social, especialmente a la hora de explicarlos

Piove? Porco governo!

Con esta recorrida expresión represéntase en Italia desde fai séculos o que en España traduciriamos por nunca chove a gusto de todos, por botarlle a culpa a quen non a ten, ao goberno, de que chova.

Acabamos de pasar o ecuador desta X Legislatura e os balances fanse inevitables, e como sempre os enfoque poucas veces son ecuánimes. O normal é a crítica, esquecendo en ocasións a orixe dos problemas ou as dificultades e escasa marxe de manobra na maioría das decisións.

Permítanme comparar en poucas liñas os oito anos de gobernos socialistas cos case dous do goberno de Rajoy.

Daqueles oito anos hoxe temos un amplo legado. Destrución de máis de tres millóns de postos de traballo, despilfarro nas contas públicas duplicando a débeda que terán que pagar as xeracións futuras, un país ao bordo da intervención, situación delicada do noso sistema financeiro mentres o resto de países europeos saneábao, conxelación das pensións por primeira vez na historia deixando o sistema de pensións ao bordo de crébaa, buraco en sanidade de 16.000 millóns de débeda poñendo en perigo o fornezo de medicamentos, fracaso educativo con índices de abandono escolar que dobran os da UE, e un longo etcétera que inclúe a politización dos sindicatos co diñeiro de todos, o rexeitamento ás propostas do PP de cumprimento integro das penas, as concesións a Gibraltar, o respaldo a un Estatut que logo resultou inconstitucional ou o modelo de financiación autonómica a medida dos nacionalistas.

Dos case dous anos do actual goberno popular debemos recordar que tras nove trimestres en retroceso, a economía crece e as previsións debuxan un panorama mellor que o previsto, que se freou a destrución do emprego, que se evitou un rescate que de haberse producido carrexaría baixada de pensións e despedimentos de funcionarios, que agora nos financiemos ao interese máis baixo da historia, que se está pagando o que se debe aos provedores, que creza a produción industrial, que exportamos un 50% máis que en 2009, que se baten record de investimento estranxeiro en España, que volvemos ser respectados en Europa.

En definitiva, podemos asegurar que imos na boa dirección, algo recoñecido por algúns ex ministros socialistas de economía que agora admiten os seus erros e comparten as medidas que se toman.

Aínda que se cometeron algúns erros, quen fai cousas pódese equivocar, ninguén pode poñer en dúbida feitos obxectivos e contrastables. O fácil e irresponsable segue sendo instalarse nunha crítica permanente cara a toda proposta. O reprochable son as posicións de oposición permanente a toda medida, especialmente cando veñen da boca daqueles que provocaron estes males. Son os bombeiros pirómanos.

Piove, chove si, pero non por culpa do goberno. Recoñezamos os erros, defendamos os nosos acertos con humildade e busquemos a máxima sensibilidade social, especialmente á hora de explicalos

miércoles, 13 de noviembre de 2013

No hablamos de lo mismo

Durante el pasado fin de semana se celebraron en Córdoba y Madrid dos eventos políticos bien diferenciados. En la primera ciudad celebró el PP su Interparlamentaria mientras en Madrid el PSOE desarrolló su Conferencia política.

En Córdoba hablamos y recordamos cómo seguimos trabajando con dedicación, esfuerzo y tenacidad. De cómo debemos seguir explicando en la calle las políticas que estamos llevando a cabo y sus porqués. En definitiva, analizamos lo que ha sido esta primera mitad de la legislatura y lo que queda por hacer en el futuro.

En expresiones de Rajoy, el hecho objetivo y cierto es que llegamos al gobierno en la peor de las situaciones posibles, en recesión económica después de 4 años en los que se destruyeron en España unos tres millones y medio de puestos de trabajo, con un déficit descomunal, precios desbocados, sistema financiero en graves dificultades, con una enorme deuda externa y al borde de un rescate porque nadie podía financiarse.

Se pidió un enorme esfuerzo a los españoles y gracias a ello y a las medidas valientes que tomó el gobierno, hoy podemos decir que salimos de la UVI y que, sin estar bien, las cosas van a mejor. Ya se perciben efectos reales, como la bajada de la prima de riesgo que nos permitirá ahorrar seis mil millones de euros. Pero también hablamos de que es necesario acabar bien lo que hemos empezado bien. 

En Córdoba dijimos estas y otras cosas, pero también que nuestro discurso y nuestras ideas las podemos defender por igual en todas las provincias de España porque tenemos una posición clara e igual en todos los territorios.

Al mismo tiempo en Madrid algunos cantaban la Internacional y otros se escondían, aplaudían rupturas con la iglesia mientras otros abucheaban propuestas de apoyo a la Monarquía. Nos decían que “el PSOE ha vuelto”, y algunos se preguntaban de dónde, y a dónde se habían ido.

Se habían ido para esconderse de la crisis de primer orden que no supieron afrontar dejándonos a todos los españoles en general y al PP en particular para que adoptáramos las medidas que ellos no tuvieron el coraje de aplicar.

Me gustaría que hubiesen vuelto para que cuando voten en el Congreso tengan menos gastado el botón del NO y descubran que también pueden apoyar alguna de las medidas que están resultando positivas para España. Que vuelvan para dejar de llevar al Tribunal Constitucional todas las leyes que aprueba este Gobierno. Que regresen para dejar de prometer que derogarán todas cuantas leyes están centrando y poniendo orden en el caos que ellos nos dejaron.

Los hay que hablan mucho, diciendo poco y no haciendo nada, y también los que hablando menos, decimos más y hacemos mucho. Es una de las diferencias entre la Conferencia del PSOE y la Interparlamentaria del PP, es la gran diferencia entre esta oposición y este Gobierno, entre las formas de ver y afrontar los problemas de los españoles. Por eso, y por desgracia, no hablamos de lo mismo.


Non estamos a falar do mesmo

Durante o pasado fin de semana celebráronse en Córdoba e Madrid dous eventos políticos ben diferenciados. Na primeira cidade celebrou o PP o seu Interparlamentaria mentres en Madrid o PSOE desenvolveu a súa Conferencia política.

En Córdoba falamos e recordamos como seguimos traballando con dedicación, esforzo e tenacidade. De como debemos seguir explicando na rúa as políticas que estamos levando a cabo e os seus porqués. En definitiva, analizamos o que foi esta primeira metade da lexislatura e o que queda por facer no futuro.

En expresións de Rajoy, o feito obxectivo e certo é que chegamos ao goberno na peor das situacións posibles, en recesión económica logo de 4 anos nos que se destruíron en España uns tres millóns e medio de postos de traballo, cun déficit descomunal, prezos desbocados, sistema financeiro en graves dificultades, cunha enorme débeda externa e ao bordo dun rescate porque ninguén podía financiarse.

Pediuse un enorme esforzo aos españois e grazas a iso e ás medidas valentes que tomou o goberno, hoxe podemos dicir que saímos da UVI e que, sen estar ben, as cousas van a mellor. Xa se perciben efectos reais, como a baixada da curmá de risco que nos permitirá aforrar seis mil millóns de euros. Pero tamén falamos de que é necesario acabar ben o que empezamos ben. 

En Córdoba dixemos estas e outras cousas, pero tamén que o noso discurso e as nosas ideas podémolas defender por igual en todas as provincias de España porque temos unha posición clara e igual en todos os territorios.

Ao mesmo tempo en Madrid algúns cantaban a Internacional e outros se escondían, aplaudían rupturas coa igrexa mentres outros protestaban contra propostas de apoio á Monarquía. Dicíannos que “o PSOE volveu”, e algúns se preguntaban de onde, e a onde se habían ir.

Habíanse ido para esconderse da crise de primeira orde que non souberon afrontar deixándonos a todos os españois en xeral e ao PP en particular para que adoptásemos as medidas que eles non tiveron a coraxe de aplicar.

Gustaríame que volvesen para que cando voten no Congreso teñan menos gastado o botón do NON e descubran que tamén poden apoiar algunha das medidas que están resultando positivas para España. Que volvan para deixar de levar ao Tribunal Constitucional todas as leis que aproba este Goberno. Que regresen para deixar de prometer que derrogarán todas cantas leis están centrando e poñendo orde no caos que eles nos deixaron.

Hainos que falan moito, dicindo pouco e non facendo nada, e tamén os que falando menos, dicimos máis e facemos moito. É unha das diferenzas entre a Conferencia do PSOE e a Interparlamentaria do PP, é a gran diferenza entre esta oposición e este Goberno, entre as formas de ver e afrontar os problemas dos españois. Por iso, e por desgraza, non estamos a falar do mesmo.