En estas fechas se repiten puntualmente los innumerables artículos y programas dedicados a realizar el resumen del año.
Siguiendo el guión de uno de ellos, en lugar destacado aparece un inesperadamente victorioso Donald Trump como presidente de Estados Unidos al lado de la foto de una Hillary Clinton con aspecto cansado y la emoción contenida, consciente a sus 69 años de que se le escapaba de las manos su ultima opción para llegar a la presidencia de su país.
Otros acontecimientos sorpresivos por erróneamente diagnosticados por las encuestas fueron la victoria de los partidarios del Brexit con la consecuente caída de David Cameron, o las fallidas consultas en Colombia sobre el acuerdo de paz y en Italia contra las reformas que se llevaron por delante a un osado Renzi.
La muerte de Fidel Castro con 90 años no debía ser una sorpresa, pero lo fue, y un acontecimiento informativo a mi juicio exageradamente cubierto por todo tipo de medios nacionales e internacionales.
Las masacres terroristas tardarán en olvidarse y apartarse de nuestras retinas. En marzo el aeropuerto de Bruselas con 35 muertos; en julio Niza dejando cientos de heridos y 85 muertos; hace unos días en Alemania un nuevo atentado a un mercadillo navideño de Berlín dejaba también victimas.
Las imágenes lanzadas al mundo de forma reiterada, y por ello cada día causando menor impacto emocional, de bombardeos y de miles de niños victimas de ese horror de la guerra en Siria, o en otros lugares del planeta. Las catástrofes naturales que año tras año dejan imágenes sobrecogedoras como ocurrió en este 2016 en los terremotos de Italia o los huracanes desoladores en Haití, a los que podemos añadir los accidentes aéreos como el que hace unas semanas causaba 71 victimas, entre ellas casi todos los miembros de un equipo de fútbol brasileño o el reciente siniestro del vuelo que transportaba a los Coros del Ejército Ruso.
Aquí en nuestra nación española, la crisis política causada por los resultados del 20D de 2015 dejando un gobierno en funciones casi un año, la entrada de los populistas y separatistas en importante representación en nuestro Parlamento, la ruptura interna de un partido político como es el PSOE, la, por fin, investidura de Rajoy y la muerte de Rita Barberá, fueron acontecimientos difíciles de olvidar y que ya forman parte de nuestra historia contemporánea.
Más cerca, en Lugo, por fin el gobierno municipal encontraba su rumbo y lograba sacar adelante proyectos importantes para la ciudad largamente esperados y demandados. El parque del Miño se completaba al unirlo con el parque del Rato. La avenida duquesa de Lugo finalizaba su urbanización de los pocos metros que quedaban cerca del polígono del Ceao. El auditorio comenzaba un atractivo programa de conciertos. Por fin se ponía en marcha un plan de trafico y transporte urbano y se adoptaban medidas para potenciar el comercio tradicional y la promoción de nuestro patrimonio cultural.
De todos estos bloques de acontecimientos solo uno de ellos es apropiado al día de hoy, el día de los Santos Inocentes. Si vive en Lugo le resultará fácil de acertar.
Les deseo un feliz año 2017.
Siguiendo el guión de uno de ellos, en lugar destacado aparece un inesperadamente victorioso Donald Trump como presidente de Estados Unidos al lado de la foto de una Hillary Clinton con aspecto cansado y la emoción contenida, consciente a sus 69 años de que se le escapaba de las manos su ultima opción para llegar a la presidencia de su país.
Otros acontecimientos sorpresivos por erróneamente diagnosticados por las encuestas fueron la victoria de los partidarios del Brexit con la consecuente caída de David Cameron, o las fallidas consultas en Colombia sobre el acuerdo de paz y en Italia contra las reformas que se llevaron por delante a un osado Renzi.
La muerte de Fidel Castro con 90 años no debía ser una sorpresa, pero lo fue, y un acontecimiento informativo a mi juicio exageradamente cubierto por todo tipo de medios nacionales e internacionales.
Las masacres terroristas tardarán en olvidarse y apartarse de nuestras retinas. En marzo el aeropuerto de Bruselas con 35 muertos; en julio Niza dejando cientos de heridos y 85 muertos; hace unos días en Alemania un nuevo atentado a un mercadillo navideño de Berlín dejaba también victimas.
Las imágenes lanzadas al mundo de forma reiterada, y por ello cada día causando menor impacto emocional, de bombardeos y de miles de niños victimas de ese horror de la guerra en Siria, o en otros lugares del planeta. Las catástrofes naturales que año tras año dejan imágenes sobrecogedoras como ocurrió en este 2016 en los terremotos de Italia o los huracanes desoladores en Haití, a los que podemos añadir los accidentes aéreos como el que hace unas semanas causaba 71 victimas, entre ellas casi todos los miembros de un equipo de fútbol brasileño o el reciente siniestro del vuelo que transportaba a los Coros del Ejército Ruso.
Aquí en nuestra nación española, la crisis política causada por los resultados del 20D de 2015 dejando un gobierno en funciones casi un año, la entrada de los populistas y separatistas en importante representación en nuestro Parlamento, la ruptura interna de un partido político como es el PSOE, la, por fin, investidura de Rajoy y la muerte de Rita Barberá, fueron acontecimientos difíciles de olvidar y que ya forman parte de nuestra historia contemporánea.
Más cerca, en Lugo, por fin el gobierno municipal encontraba su rumbo y lograba sacar adelante proyectos importantes para la ciudad largamente esperados y demandados. El parque del Miño se completaba al unirlo con el parque del Rato. La avenida duquesa de Lugo finalizaba su urbanización de los pocos metros que quedaban cerca del polígono del Ceao. El auditorio comenzaba un atractivo programa de conciertos. Por fin se ponía en marcha un plan de trafico y transporte urbano y se adoptaban medidas para potenciar el comercio tradicional y la promoción de nuestro patrimonio cultural.
De todos estos bloques de acontecimientos solo uno de ellos es apropiado al día de hoy, el día de los Santos Inocentes. Si vive en Lugo le resultará fácil de acertar.
Les deseo un feliz año 2017.
Fácil de acertar
Nestas datas repítense puntualmente os innumerables artigos e programas dedicados a realizar o resumo do ano.Seguindo o guión dun deles, en lugar destacado aparece un inesperadamente vitorioso Donald Trump como presidente de Estados Unidos á beira da foto dunha Hillary Clinton con aspecto canso e a emoción contida, consciente aos seus 69 anos de que se lle escapaba das mans a súa ultima opción para chegar á presidencia do seu país.
Outros acontecementos sorpresivos por erroneamente diagnosticados polas enquisas foron a vitoria dos partidarios do Brexit coa consecuente caída de David Cameron, ou as erradas consultas en Colombia sobre o acordo de paz e en Italia contra as reformas que levaron por diante a un ousado Renzi.
A morte de Fidel Castro con 90 anos non debía ser unha sorpresa, pero o foi, e un acontecemento informativo ao meu xuízo esaxeradamente cuberto por todo tipo de medios nacionais e internacionais.
Os masacres terroristas tardarán en esquecerse e apartarse das nosas retinas. En marzo o aeroporto de Bruxelas con 35 mortos; en xullo Niza deixando centos de feridos e 85 mortos; hai uns días en Alemaña un novo atentado a un mercadiño do Nadal de Berlín deixaba tamén vítimas.
As imaxes lanzadas ao mundo de forma reiterada, e por iso cada día causando menor impacto emocional, de bombardeos e de miles de nenos vítimas dese horror da guerra en Siria, ou noutros lugares do planeta. As catástrofes naturais que ano tras ano deixan imaxes sobrecolledoras como ocorreu neste 2016 nos terremotos de Italia ou os furacáns desoladores en Haití, aos que podemos engadir os accidentes aéreos como o que hai unhas semanas causaba 71 vítimas, entre elas case todos os membros dun equipo de fútbol brasileiro ou o recente sinistro do voo que transportaba aos Coros do Exército Ruso.
Aquí na nosa nación española, a crise política causada polos resultados do 20D de 2015 deixando un goberno en funcións case un ano, a entrada dos populistas e separatistas en importante representación no noso Parlamento, a ruptura interna dun partido político como é o PSOE, a, por fin, investidura de Rajoy e a morte de Rita Barberá, foron acontecementos difíciles de esquecer e que xa forman parte da nosa historia contemporánea.
Máis preto, en Lugo, por fin o goberno municipal atopaba o seu rumbo e lograba sacar adiante proxectos importantes para a cidade longamente esperados e demandados. O parque do Miño completábase ao unilo co parque do Intre. A avenida duquesa de Lugo finalizaba a súa urbanización dos poucos metros que quedaban preto do polígono do Ceao. O auditorio comezaba un atractivo programa de concertos. Por fin poñíase en marcha un plan de trafico e transporte urbano e adoptábanse medidas para potenciar o comercio tradicional e a promoción do noso patrimonio cultural.
De todos estes bloques de acontecementos só un deles é apropiado ao día de hoxe, o día dos Santos Inocentes. Se vive en Lugo resultaralle fácil de acertar.
Deséxolles un feliz ano 2017.