miércoles, 28 de septiembre de 2022

Rascar unos minutos

Hace unos días visitaba la ciudad la Secretaria de Estado del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la Señora Pardo de Vera. Antes de centrarme en lo que quiero contarles, decirles que me alegró saber que ya está recuperada de los problemas de salud que le afectaron en los últimos meses.

En declaraciones a los medios de comunicación y relacionado con los temas de infraestructuras que atañen a nuestra provincia y por tanto a los lucenses, dijo que en el Gobierno trabajaban para “rascar unos minutos” al tiempo de viaje en tren entre Lugo y Ourense.

Ciertamente no creo que estuviese acertada en su expresión, no sólo por la parte semántica sino fundamentalmente por las connotación de desprecio por una reivindicación que, lejos de partidismos, compartimos muchos lucenses: reducir sensiblemente el tiempo de viaje entre Lugo y Ourense para que también se vea reducido ese tiempo hasta Madrid.

Durante años se nos dijo que a Lugo llegaría la alta velocidad, pero hace tiempo que dejé de creerlo. Es sencillamente imposible que en los momentos que vivimos y con las dificultades económicas crecientes, sumadas a los componentes de impacto paisajístico en el trazado actual, se construya una línea ferroviaria de las características que exige la alta velocidad. 

Pero ello no es óbice para que se mejoren las condiciones del viaje, no sólo con mejoras como las que se están acometiendo, sino también para que se construyan unas variantes en varias partes de ese trazado actual que permitan acortar sensiblemente los tiempos de viaje. Esos proyectos existen y sus compromisos presupuestarios iniciales figuraron en los Presupuestos Generales del Estado cuando gobernaba el Partido Popular, pero que este Gobierno dejó de priorizar. Con esas actuaciones se reduciría el tiempo de viaje entre esas ciudades en unos 25 minutos, lo que sumado a los tiempos del viaje de la nueva línea de alta velocidad entre Ourense y Madrid, haría competitivo con el coche y el avión los desplazamientos en tren para los lucenses.

Mientras esas mejoras no se acometan de manera decidida no podremos disponer de unos tiempos de viajes razonables entre Lugo y la capital de España, o dicho con las palabras de la Secretaria de Estado, no “rascaremos minutos” a nuestros viajes.

Pero si ello es de importancia, no lo es menos que se nos niegue una y otra vez la posibilidad de contar con más trenes y mejores horarios para poder conectar en Ourense con el amplio abanico de opciones ya disponibles, y todo con la disculpa del viejo argumento de que no hay demanda de plazas. Pongan esos servicios en marcha y verán como en pocas semanas se cubren esas plazas.

Mientras los que hoy nos gobiernan y tienen en sus manos la capacidad de decidir sobre estas cuestiones concentren sus esfuerzos en “rascar unos minutos” en nuestros viajes, poco podremos avanzar.

Sigo pensando que el ferrocarril es el medio de transporte con más futuro y si a Lugo no se le dota de las infraestructuras ferroviarias necesarias, volverá a quedar apeado de sus opciones de progreso. Una vez más.


Rascar uns minutos

Hai uns días visitaba a cidade a Secretaria de Estado do Ministerio de Transportes, Movilidad e Axenda Urbana, a Señora Pardo de Beira. Antes de centrarme no que quero contarlles, dicirlles que me alegrou saber que xa está recuperada dos problemas de saúde que lle afectaron nos últimos meses.

En declaracións aos medios de comunicación e relacionado cos temas de infraestruturas que incumben á nosa provincia e por tanto aos lucenses, dixo que no Goberno traballaban para “rascar uns minutos” ao tempo de viaxe en tren entre Lugo e Ourense.

Certamente non creo que estivese acertada na súa expresión, non só pola parte semántica senón fundamentalmente polas connotación de desprezo por unha reivindicación que, lonxe de partidismos, compartimos moitos lucenses: reducir sensiblemente o tempo de viaxe entre Lugo e Ourense para que tamén se vexa reducido ese tempo ata Madrid.

Durante anos díxosenos que a Lugo chegaría a alta velocidade, pero hai tempo que deixei de crelo. É sinxelamente imposible que nos momentos que vivimos e coas dificultades económicas crecentes, sumadas aos compoñentes de impacto paisaxístico no trazado actual, constrúase unha liña ferroviaria das características que esixe a alta velocidade. 

Pero iso non é óbice para que se melloren as condicións da viaxe, non só con melloras como as que se están acometendo, senón tamén para que se constrúan unhas variantes en varias partes dese trazado actual que permitan acurtar sensiblemente os tempos de viaxe. Eses proxectos existen e os seus compromisos orzamentarios iniciais figuraron nos Orzamentos Xerais do Estado cando gobernaba o Partido Popular, pero que este Goberno deixou de priorizar. Con esas actuacións reduciríase o tempo de viaxe entre esas cidades nuns 25 minutos, o que sumado aos tempos da viaxe da nova liña de alta velocidade entre Ourense e Madrid, faría competitivo co coche e o avión os desprazamentos en tren para os lucenses.

Mentres esas melloras non se acometan de maneira decidida non poderemos dispoñer duns tempos de viaxes razoables entre Lugo e a capital de España, ou devandito coas palabras da Secretaria de Estado, non “rascaremos minutos” ás nosas viaxes.

Pero se iso é de importancia, non o é menos que néguellenos unha e outra vez a posibilidade de contar con máis trens e mellores horarios para poder conectar en Ourense co amplo abanico de opcións xa dispoñibles, e todo coa desculpa do vello argumento de que non hai demanda de prazas. Poñan eses servizos en marcha e verán como en poucas semanas cóbrense esas prazas.

Mentres os que hoxe nos gobernan e teñen nas súas mans a capacidade de decidir sobre estas cuestións concentren os seus esforzos en “rascar uns minutos” nas nosas viaxes, pouco poderemos avanzar.

Sigo pensando que o ferrocarril é o medio de transporte con máis futuro e se a Lugo non se lle dota das infraestruturas ferroviarias necesarias, volverá quedar apeado das súas opcións de progreso. Unha vez máis.

miércoles, 14 de septiembre de 2022

La estrategia equivocada

Después de un descanso de publicar en estas páginas las reflexiones que el devenir diario me suscita, retomo esta práctica intentando ser positivo y no dejarme llevar por la costumbre que parecen haber elegido otros responsables públicos, la del insulto y la descalificación.

Es evidente que la retahíla de improperios que en las últimas semana se vinieron vertiendo sobre el líder de la oposición en España, y que tuvieron su culminación, por ahora, en el último debate celebrado en el Senado la pasada semana, obedecen fundamentalmente al estado de nerviosismo reinante en las dependencias de Moncloa y de manera particular en la persona del presidente Sánchez.

Las sucesivas encuestas de los últimos meses siguen marcando una tendencia clara, el actual presidente cedería el paso al actual líder del principal partido en la oposición que va camino de conseguir una contundente mayoría.

No se comprende que alguien que como experiencia previa a convertirse en Presidente del Gobierno sólo pudo aportar el escaso periodo de tiempo que pasó como concejal, pueda poner en cuestión la experiencia de quien, como Feijoo, gobernó 13 años Galicia, después de haber gestionado con éxito el INSALUD o la empresa pública Correos.

Tampoco se entiende que Sánchez y todos cuantos siguen sus consignas traten con desprecio a Feijoo comparando gobernar Galicia con España, como si Galicia fuese algo así como una comunidad de vecinos frente a toda una ciudad. Ese menosprecio se lo hacen a él y a todos los gallegos, a los que nos deben de tomar por tontos por haberle dado nuestra confianza durante 13 años, algo que con toda seguridad Sánchez no podrá recibir de los españoles.

Pero si a nivel nacional éstas son las estrategias para permanecer en el poder, aquí en Lugo, desde que la presidenta provincial del Partido Popular anunció que aspira a convertirse en la alcaldesa de la capital lucense, también las estrategias de aquellos que actualmente la gobiernan en coalición, parecen elegir caminos equivocados.

Ellos y sus compañeros de filas comenzaron a descalificar a la candidata popular fundamentalmente por no haber nacido en la ciudad que aspira a gobernar. Pobre y absurdo argumento que no debieron valorar suficientemente, porque haciendo un pequeño repaso ni el alcalde Vigo, ni el de Santiago, ni el de Monforte, ni la alcaldesa de Lugo, entre otros muchos, nacieron en las ciudades que gobiernan. Tampoco yo, hijo de Monfortina y Quirogués y nacido en Ferrol, y recibí un amplio cariño de mis vecinos de Lugo.

Si aquí comienzan o terminan las descalificaciones a una rival que tiene sobrada experiencia y méritos suficientes y demostrados para gestionar y gobernar una ciudad, se verá con el paso de los meses, pero lo que sí creo firmemente es que estas estrategias son equivocadas y denotan nerviosismo y preocupación en sus contrincantes. 

Sólo espero que en las próximas elecciones decidamos es función del examen a la gestión de los que tienen ahora la responsabilidad y también en base a la confianza y proyecto de ciudad que presente quien aspira a gobernarla.


A estratexia equivocada

Despois dun descanso de publicar nestas páxinas as reflexións que o devir diario suscítame, retomo esta práctica tentando ser positivo e non deixarme levar polo costume que parecen elixir outros responsables públicos, a do insulto e a descualificación.

É evidente que a ladaíña de improperios que na últimas semana viñeron botando sobre o líder da oposición en España, e que tiveron a súa culminación, por agora, no último debate celebrado no Senado a pasada semana, obedecen fundamentalmente ao estado de nerviosismo reinante nas dependencias de Moncloa e de maneira particular na persoa do presidente Sánchez.

As sucesivas enquisas dos últimos meses seguen marcando unha tendencia clara, o actual presidente cedería o paso ao actual líder do principal partido na oposición que vai camiño de conseguir unha contundente maioría.

Non se comprende que alguén que como experiencia previa a converterse en Presidente do Goberno só puido achegar o escaso período de tempo que pasou como concelleiro, poida poñer en cuestión a experiencia de quen, como Feijoo, gobernou 13 anos Galicia, despois de xestionar con éxito o INSALUD ou a empresa pública Correos.

Tampouco se entende que Sánchez e todos cuantos seguen os seus consignas traten con desprezo a Feijoo comparando gobernar Galicia con España, coma se Galicia fose algo así como unha comunidade de veciños fronte a toda unha cidade. Ese menosprezo fanllo a el e a todos os galegos, aos que nos deben de tomar por parvos por darlle a nosa confianza durante 13 anos, algo que con toda seguridade Sánchez non poderá recibir dos españois.

Pero se a nivel nacional estas son as estratexias para permanecer no poder, aquí en Lugo, desde que a presidenta provincial do Partido Popular anunciou que aspira a converterse na alcaldesa da capital lucense, tamén as estratexias daqueles que actualmente a gobernan en coalición, parecen elixir camiños equivocados.

Eles e os seus compañeiros de filas comezaron a descualificar á candidata popular fundamentalmente por non nacer na cidade que aspira a gobernar. Pobre e absurdo argumento que non deberon valorar suficientemente, porque facendo un pequeno repaso nin o alcalde Vigo, nin o de Santiago, nin o de Monforte, nin a alcaldesa de Lugo, entre outros moitos, naceron nas cidades que gobernan. Tampouco eu, fillo de Monfortina e Quirogués e nado en Ferrol, e recibín un amplo agarimo dos meus veciños de Lugo.

Se aquí comezan ou terminan as descualificacións a unha rival que ten sobrada experiencia e méritos suficientes e demostrados para xestionar e gobernar unha cidade, verase co paso dos meses, pero o que si creo firmemente é que estas estratexias son equivocadas e denotan nerviosismo e preocupación nos seus adversarios. 

Só espero que nas próximas eleccións decidamos é función do exame á xestión dos que teñen agora a responsabilidade e tamén en base á confianza e proxecto de cidade que presente quen aspira a gobernala.