miércoles, 19 de febrero de 2014

Respuestas solidarias

Son los tiempos de crisis económicas los más propicios para hacer aflorar respuestas especiales, de todo tipo, especialmente las de carácter social. Tiempos para aumentar la solidaridad.

En el último año se han incrementado el número de voluntarios que participan en diferentes actividades sociales, llegando a un 19% las personas que lo han hecho en España en algún proyecto como voluntarios. Pero todavía estamos lejos del 30% de media de la Unión Europea.

El pasado sábado se presentaba en Lugo un proyecto solidario que llamó mi atención y merece ahora esta reflexión personal y pública. Se trata de la creación en nuestra ciudad de una Clínica solidaria colegial de atención bucodental.

Es una iniciativa del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Lugo. Su presidente la abandera con determinación y los profesionales colegiados piden el apoyo social e institucional para llevar la atención bucodental a las personas que están atravesando serias dificultades y añaden a otras muchas carencias vitales la imposibilidad de acudir a un dentista para poner fin a carencias o dolores bucales.

Es importante que sean los propios profesionales los que pongan en marcha la iniciativa, con el apoyo institucional que se da por supuesto, aunque en ocasiones sea mucho suponer. El médico, como dijo el profesor Carro Otero, es como una roca a la que nos agarramos y pedimos ayuda, máxime en momentos difíciles.

El estado de bienestar tiene sus límites y son este tipo de proyectos solidarios los que se convierten en fundamentales para ayudar a mantener la autoestima y la salud de los afectados. Una persona que atraviesa dificultades, con una boca dañada, todavía tendrá menos motivos para una sonrisa. Todavía tendrá más dificultades para remontar.

Pero si además de prestar un servicio a la sociedad, a los más necesitados, permite al mismo tiempo mejorar la formación de jóvenes odontólogos, y garantiza, a través de los filtros que deberán aplicar los servidos sociales institucionales, que los que reciben esta atención sean los que realmente la necesitan, el círculo solidario se cierra de manera satisfactoria.

Decía nuestro Obispo Alfonso que responder a las necesidades es algo elemental pero no tan evidente. Que los gestos como éste son solidarios pero no se producen de manera automática, sino que se necesita voluntad para ponerlos en marcha y llevarlos a buen puerto.

Estoy convencido que con la convicción y tenacidad de Alejandro López Quiroga, actual presidente del Colegio, y la ayuda de los profesionales lucenses, sin olvidar el apoyo de cuantos quieran colaborar y el imprescindible respaldo institucional facilitando la ubicación y solventando todos los trámites burocráticos en tiempos razonables, no se pide más, este proyecto será una buena y nueva muestra de las respuestas solidarias lucenses, que las hay, y muy buenas. Un nuevo motivo para una sonrisa.

Respostas solidarias

Son os tempos de crise económica os máis propicios para facer aflorar respostas especiais, de todo tipo, especialmente as de carácter social. Tempos para aumentar a solidariedade.

No último ano incrementáronse o número de voluntarios que participan en diferentes actividades sociais, chegando a un 19% as persoas que o fixeron en España nalgún proxecto como voluntarios. Pero aínda estamos lonxe do 30% de media da Unión Europea.

O pasado sábado presentábase en Lugo un proxecto solidario que chamou a miña atención e merece agora esta reflexión persoal e pública. Trátase da creación na nosa cidade dunha Clínica solidaria colexial de atención bucodental.

É unha iniciativa do Colexio de Odontólogos e Estomatólogos de Lugo. O seu presidente abandéraa con determinación e os profesionais colexiados piden o apoio social e institucional para levar a atención bucodental ás persoas que están atravesando serias dificultades e engaden a outras moitas carencias vitais a imposibilidade de acudir a un dentista para poñer fin a carencias ou dores bucais.

É importante que sexan os propios profesionais os que poñan en marcha a iniciativa, co apoio institucional que se dá por suposto, aínda que en ocasións sexa moito supoñer. O médico, como dixo o profesor Carro Otero, é como unha roca á que nos agarramos e pedimos axuda, máxime en momentos difíciles.

O estado de benestar ten os seus límites e son este tipo de proxectos solidarios os que se converten en fundamentais para axudar a manter a autoestima e a saúde dos afectados. Unha persoa que atravesa dificultades, cunha boca danada, aínda terá menos motivos para un sorriso. Aínda terá máis dificultades para remontar.

Pero si ademais de prestar un servizo á sociedade, aos máis necesitados, permite ao mesmo tempo mellorar a formación de mozas odontólogos, e garante, a través dos filtros que deberán aplicar os servidos sociais institucionais, que os que reciben esta atención sexan os que realmente necesítana, o círculo solidario péchase de xeito satisfactorio.

Dicía o noso Bispo Alfonso que responder ás necesidades é algo elemental pero non tan evidente. Que os xestos como este son solidarios pero non se producen de xeito automático, senón que se necesita vontade para poñelos en marcha e levalos a bo porto.

Estou convencido que coa convicción e tenacidade de Alejandro López Quiroga, actual presidente do Colexio, e a axuda dos profesionais lucenses, sen esquecer o apoio de cantos queiran colaborar e o imprescindible respaldo institucional facilitando a ubicación e liquidando todos os trámites burocráticos en tempos razoables, non se pide máis, este proxecto será unha boa e nova mostra das respostas solidarias lucenses, que as hai, e moi boas. Un novo motivo para un sorriso.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Esclavos de sus consignas

El mejor balance y diagnostico de la realidad política que vivimos en España lo escuchamos del presidente Rajoy en su discurso de este pasado domingo en Valladolid: “Hemos pasado de la resignación a la esperanza, del desánimo a la confianza, del conformismo al reformismo”. Y es que estas verdades surgen de la reflexión y del recuerdo de la situación encontrada al llegar al gobierno, del repaso a todo lo acontecido en estos dos años, para no perder las referencias y recobrar la memoria, en ocasiones tan frágil.

Recordaba Rajoy como recibió un país al borde de la quiebra, con una deuda desbocada, altísimos intereses que pagar, proveedores que no cobraban de las administraciones, y empresas y autónomos desapareciendo a un ritmo galopante. Mientras, el paro seguía creciendo de manera catastrófica y las dudas se extendían sobre la posibilidad de pagar las pensiones o de hacer frente a los subsidios del desempleo.

Conviene recordarlo hoy, en aras a hacer justicia histórica y contrarrestar tanta falsedad interesada lanzada desde quienes de manera irresponsable nos llevaros primero a esa situación, no ayudaron después, rechazando las medidas para salir de ella, y ahora que se vislumbran los síntomas de recuperación, se instalan en la descalificación rutinaria como única estrategia.

Este gobierno consiguió frenar la caída evitando la ruina que hubiese supuesto el rescate de España, como así aconteció en nuestro vecino Portugal o en Grecia. 

Hoy son muchos organismos internacionales y dirigentes de otros países, los que reconocen que en España las cosas están cambiando para bien y que lo que hicimos entre todos fue lo que había que hacer y no lo que resultaba más popular. Se hizo lo necesario para después, con el sacrificio de todos los españoles, comenzar a caminar nuevamente en la buena dirección.

Pero aquí, en casa, todavía hay dirigentes políticos que no quieren reconocerlo. Primero criticaron todas las medidas que se aprobaron, después recurrieron muchas de ellas ante el Constitucional, y día tras día nos recuerdan que cuando vuelvan a gobernar, derogaran todas ellas, sin olvidar que también eran firmes partidarios de que se pidiera nuestro rescate.

Muchos basan toda su estrategia en las consignas de su Partido, aunque la realidad vaya por otro sendero, Les preocupa muy poco el futuro de la gente y por ello prefieren sembrar incertidumbre y con ello desánimo, porque de lo que más se preocupan es del rédito electoral.

Estas actitudes además de no ayudar a la recuperación, contribuyen al desprestigio de la política, a que los ciudadanos, hartos de tantas descalificaciones y de ver lo poco que se arrima el hombro en beneficio del interés general, desconfíen cada día más de nosotros y de las instituciones.

Por ello Rajoy de manera acertada les pidió a estos profetas del Apocalipsis que se reconozca el merito de tanto sacrificio y no se oculte la verdad de la recuperación como antes ocultaron la del hundimiento.

Les cuesta reconocer lo que muchos ya proclaman a los cuatro vientos. Son esclavos de sus propias consignas.

Escravos das súas consignas

O mellor balance e diagnóstico da realidade política que vivimos en España escoitámolo do presidente Rajoy no seu discurso deste pasado domingo en Valladolid: “pasamos da resignación á esperanza, do desánimo á confianza, do conformismo ao reformismo”. E é que estas verdades xorden da reflexión e do recordo da situación atopada ao chegar ao goberno, do repaso a todo o acontecido nestes dous anos, para non perder as referencias e recobrar a memoria, en ocasións tan fráxil.

Recordaba Rajoy como recibiu un país ao bordo de crébaa, cunha débeda desbocada, altísimos intereses que pagar, provedores que non cobraban das administracións, e empresas e autónomos desaparecendo a un ritmo galopante. Mentres, o paro seguía crecendo de xeito catastrófica e as dúbidas estendíanse sobre a posibilidade de pagar as pensións ou de facer fronte aos subsidios do desemprego.

Convén recordalo hoxe, en aras a facer xustiza histórica e contrarrestar tanta falsidade interesada lanzada desde quen de xeito irresponsable levarnos vos primeiro a esa situación, non axudaron despois, rexeitando as medidas para saír dela, e agora que se albiscan os síntomas de recuperación, instálanse na descalificación rutineira como única estratexia.

Este goberno conseguiu frear a caída evitando a ruína que supuxese o rescate de España, como así aconteceu no noso veciño Portugal ou en Grecia. 

Hoxe son moitos organismos internacionais e dirixentes doutros países, os que recoñecen que en España as cousas están cambiando para ben e que o que fixemos entre todos foi o que había que facer e non o que resultaba máis popular. Fíxose o necesario para despois, co sacrificio de todos os españois, comezar a camiñar novamente na boa dirección.

Pero aquí, en casa, aínda hai dirixentes políticos que non queren recoñecelo. Primeiro criticaron todas as medidas que se aprobaron, despois recorreron moitas delas ante o Constitucional, e día tras día recórdannos que cando volvan gobernar, derrogasen todas elas, sen esquecer que tamén eran firmes partidarios de que se pedise o noso rescate.

Moitos basean toda a súa estratexia en consígnalas do seu Partido, aínda que a realidade vaia por outro carreiro, Preocúpalles moi pouco o futuro da xente e por iso prefiren sementar incerteza e con iso desánimo, porque do que máis se preocupan é do rédito electoral.

Estas actitudes ademais de non axudar á recuperación, contribúen ao desprestixio da política, a que os cidadáns, fartos de tantas descualificacións e de ver o pouco que se arrima o ombreiro en beneficio do interese xeral, desconfíen cada día mais de nós e das institucións.

Por iso Rajoy de xeito acertado pediulles a estes profetas do Apocalipsis que se recoñeza o mérito de tanto sacrificio e non se oculte a verdade da recuperación como antes ocultaron a do afundimento.

Cústalles recoñecer o que moitos xa proclaman aos catro ventos. Son escravos dos seus propias consignas.