miércoles, 26 de diciembre de 2012

Contrastes navideños

Aunque habitualmente nos sorprendamos por las diferentes escenas e imágenes que la vida nos pone delante a diario, quizás sea en estas fechas cuando por diferentes razones , nos fijamos mucho más en estos contrastes.

En estas fechas, y todos los años desde que tengo recuerdos, los medios de comunicación dedican sus informativos a lo que podríamos denominar “clásicos navideños”. Entre ellos no puede faltar la operación salida de vacaciones, el sorteo de la lotería nacional con todos sus asuntos colaterales, el mensaje navideño desde Zarzuela, la visita del presidente del gobierno a las tropas en misiones especiales en el exterior, las inclemencias meteorológicas, los balances del año, las campanadas de fin de año, la cabalgata de Reyes, las rebajas....

Por algunas razones este año algunas de estas escenas han tenido algún matiz diferenciador respecto a situaciones anteriores. De todas ellas la que más me ha llamado la atención y al mismo tiempo me ha alegrado, ha sido el importante numero de beneficiarios de los premios importantes del sorteo de Navidad. El gordo más repartido de la historia se ha llegado a decir.

Son muchas las historia bonitas que nos han ofrecido los telediarios del día del sorteo y también en las siguientes jornadas. Personas que acababan de perder su empleo, otras al borde del desahucio, mayores que todavía trabajan en el campo por necesidad, u otras que ahora tendrán más fácil iniciar su proyecto de vida, todas lo tendrán más fácil ahora con los decimos premiados en sus manos.

De todas formas, y a pesar de esas efímeras alegrías, no son precisamente ese tipo de escenas las que perduran por más tiempo en nuestras retinas. En seguida la dura realidad, la crisis económica con sus múltiples connotaciones sociales, nos devuelve al día a día de los últimos tiempos. Son muchos los que no tendrán una feliz Navidad por mucho que lo deseemos, porque no tiene tampoco su vida encauzada debido a la falta de un trabajo o de recursos suficientes para soñar con su modo de vida.

Los contrastes navideños volverán a ser los de siempre pero más graves. En las mismas calles personas con bolsas de regalos frente a otras buscando en el interior de los contenedores. Personas sacando dinero de los cajeros a pocos metros de otras pidiendo limosna en el suelo. Copiosas cenas familiares en las mismas ciudades que son incapaces de atender la creciente demanda de sus comedores sociales. Los mismos contrastes pero más acentuados.

Quiero pensar que seremos capaces de acentuar también, de incrementar en todo lo posible, las dosis de solidaridad que estas situaciones no solo requieren, sino que me atrevería a decir, exigen. No será la solución, pero al igual que los premios de la lotería, ayudarán a paliar tantas y tantas historias de dificultades y de proyectos rotos por una maldita crisis que nunca debimos tolerar que se instalara entre nosotros. 

Un ultimo deseo, que entre todos, y a ser posible juntos, consigamos un feliz 2013, o al menos , que no sea peor que el que ahora termina.


Contrastes navideños

Aínda que habitualmente sorprendámosnos/sorprendámonos polas diferentes escenas e imaxes que a vida ponnos diante a diario, quizais sexa nestas datas cando por diferentes razóns , fixámosnos/fixámonos moito máis nestes contrastes.

Nestas datas, e todos os anos desde que teño recordos, os medios de comunicación dedican os seus informativos ao que poderiamos denominar "clásicos navideños". Entre eles non pode faltar a operación saída de vacacións, o sorteo da lotería nacional con todos os seus asuntos colaterales, a mensaxe navideño desde Zarzuela, a visita do presidente do goberno ás tropas en misións especiais no exterior, as inclemencias metereologicas, os balances do ano, as campanadas de fin de ano, a cabalgata de Reis, rebáixalas, etc. etc.

Por algunhas razóns este ano algunhas destas escenas han ter algún matiz diferenciador respecto de situacións anteriores. De todas elas a que mais chamoume a atención e ao mesmo tempo alegroume, foi o importante numero de beneficiarios dos premios importantes do sorteo de Nadal. O gordo mais repartido da historia chegouse a dicir.

Son moitas as historia bonitas que nos ofreceron os telediarios do día do sorteo e tamén nas seguintes xornadas. Persoas que acababan de perder o seu emprego, outras ao bordo do desahucio, maiores que aínda traballan no campo por necesidade, ou outras que agora terán mais fácil iniciar o seu proxecto de vida, todas o terán mais fácil agora con dicímolos premiados nas súas mans.

De todos os xeitos, e malia esas efémeras alegrías, non son precisamente ese tipo de escenas as que perduran por mais tempo nas nosas retinas. Deseguido a dura realidade, a crise económica cos seus múltiples connotaciones sociais, devólvenos ao día a día dos últimos tempos. Son moitos os que non terán un feliz Nadal por moito que o desexemos, porque non ten tampouco a súa vida encauzada debido á falta dun traballo ou de recursos suficientes para soñar co seu modo de vida.

Os contrastes navideños volverán ser os de sempre pero mais graves. Nas mesmas cales persoas con bolsas de agasallos fronte a outras buscando no interior dos contenedores. Persoas sacando diñeiro dos cajeros a poucos metros doutras pedindo esmola no chan. Copiosas ceas familiares nas mesmas cidades que son incapaces de atender a crecente demanda dos seus comedores sociais. Os mesmos contrastes pero mais acentuados.

Quero pensar que seremos capaces de acentuar tamén, de incrementar en todo o posible, as doses de solidariedade que estas situacións non só requiren, senón que me atrevería a dicir, esixen. Non será a solución, pero do mesmo xeito que os premios da lotería, axudarán a paliar tantas e tantas historias de dificultades e de proxectos rotos por unha maldita crise que nunca debemos tolerar que se instalase entre nós. 

Un ultimo desexo, que entre todos, e se é posible xuntos, consigamos un feliz 2013, ou polo menos , que non sexa peor que o que agora termina.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

La Marca España

Hace unos días escuche a Carlos Espinosa de los Monteros, como Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España, hablando de la imagen de nuestro país y de sus propuestas para potenciarlo. 

Entre su diagnosis me resultó especialmente llamativo, no por sorpresa sino por coincidencia con mi opinión desde hace años, que nos identificara a los españoles por nuestro “hipercriticismo”, es decir por tener nuestra autoestima muy baja y mostrarnos especialmente críticos con todo lo que tenemos. 

Así, mientras nos otorgamos a nosotros mismos una nota de 5,9 los demás europeos encuestados nos puntúan con un 7. En esa encuesta, y preguntando cuál era el país del mundo que está proporcionando la ingeniería avanzada en el canal de Panamá, construirá el tren de alta velocidad La Meca-Medina, tiene cadenas de distribución con 600 establecimientos en los cinco continentes, controla un tercio del tráfico aéreo en Europa y es líder mundial en transportes, en cooperación y en asistencia a personas con discapacidad visual, solo un 5% de los extranjeros y menos de un 2% de los españoles acertaron que ese país era España. 

Es decir, que lo primero es volver a sentirse orgullosos de ser españoles. Para el Alto Comisionado la imagen a proyectar de España se resume en cinco puntos: La combinación de tradición y modernidad; la imagen de un país sólido y solidario (somos la 4ª potencia europea y líderes en solidaridad); el español como idioma universal (es el 2º más aprendido y hablado en el mundo y en las altas tecnologías); es un país fiable política, jurídica y económicamente; y en quinto lugar, tiene una gran capacidad de adaptación. 

En sus conclusiones figuran las de un país magnifico, con el mayor número de Erasmus, el que más visitas recibe de jubilados del resto de Europa, con un embajador extraordinario como S.M. el Rey D. Juan Carlos I, con mas de 60.000 empresas exportadoras, lo dicho de nuestro idioma y lo que también es muy importante, millones de españoles deseosos de colaborar en esta tarea. 

Si reducimos nuestro campo de actuación a nuestro querido Lugo, y como ya dije y trabajé por ello desde el año 1995 es necesario sentirnos orgullosos de ser lucenses y de lo que en Lugo tenemos. Algo se consiguió desde entonces pero queda mucho por hacer. Aquí también tenemos una embajadora extraordinaria e infrautilizada, si se me permite la expresión, como es la Infanta Dña. Elena, Duquesa de Lugo, unas empresas que venden sus magníficos productos fuera de nuestros limites provinciales y proyectan diariamente el nombre de Lugo allá donde llegan, un patrimonio turístico cultural y paisajístico que muchos ya quisieran, grandes dosis de solidaridad con los más necesitados, y también miles de lucenses dispuestos a colaborar es esta tarea de manera altruista. 

Una vez más lo que se necesita son dirigentes empeñados en esta prioridad en lugar de gastar su tiempo en dialécticas y enfrentamientos estériles. Más unión y menos confrontación. Generosidad por parte de todos. 



A Marca España 

Hai uns días escoitei a Carlos Espinosa de los Monteros, como Alto Comisionado do Goberno para a Marca España, falando da imaxe do noso país e das súas propostas para potencialo. 

Entre o seu diagnosis resultoume especialmente rechamante, non por sorpresa senón por coincidencia coa miña opinión desde fai anos, que nos identificase aos españois por noso “hipercriticismo”, é dicir por ter a nosa autoestima moi baixa e mostrarnos especialmente críticos con todo o que temos. 

Así, mentres nos outorgamos a nós mesmos unha nota de 5,9 os demais europeos enquisados puntúannos cun 7. Nesa enquisa, e preguntando cal era o país do mundo que está proporcionando a enxeñería avanzada na canle de Panamá, construirá o tren de alta velocidade A Meca-Medina, ten cadeas de distribución con 600 establecementos nos cinco continentes, controla un terzo do tráfico aéreo en Europa e é líder mundial en transportes, en cooperación e en asistencia a persoas con discapacidade visual, só un 5% dos estranxeiros e menos dun 2% dos españois acertaron que ese país era España. 

É dicir, que o primeiro é volver sentirse orgullosos de ser españois. Para o Alto Comisionado a imaxe a proxectar de España resúmese en cinco puntos: A combinación de tradición e modernidade; a imaxe dun país sólido e solidario (somos a 4ª potencia europea e líderes en solidariedade); o español como idioma universal (é o 2º máis apreso e falado no mundo e nas altas tecnoloxías); é un país fiable política, xurídica e economicamente; e en quinto lugar, ten unha gran capacidade de adaptación. 

Nas súas conclusións figuran as dun país magnifico, co maior número de Erasmus, o que máis visitas recibe de xubilados do resto de Europa, cun embaixador extraordinario como S.M. o Rei D. Juan Carlos I, con mais de 60.000 empresas exportadoras, o dito do noso idioma e o que tamén é moi importante, millóns de españois desexosos de colaborar nesta tarefa. 

Se reducimos o noso campo de actuación ao noso querido Lugo, e como xa dixen e traballei por iso desde o ano 1995 é necesario sentirnos orgullosos de ser lucenses e do que en Lugo temos. Algo se conseguiu desde entón pero queda moito por facer. Aquí tamén temos unha embaixadora extraordinaria e infrautilizada, se se me permite a expresión, como é a Infanta Dna. Elena, Duquesa de Lugo, unhas empresas que venden os seus magníficos produtos fóra de nosos limites provinciais e proxectan diariamente o nome de Lugo alá onde chegan, un patrimonio turístico cultural e paisaxístico que moitos xa quixesen, grandes doses de solidariedade cos máis necesitados, e tamén miles de lucenses dispostos a colaborar é esta tarefa de xeito altruísta. 

Unha vez máis o que se necesita son dirixentes empeñados nesta prioridade en lugar de gastar o seu tempo en dialécticas e enfrontamentos estériles. Máis unión e menos confrontación. Xenerosidade por parte de todos.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

La estructura institucional

Entre todo lo leído en los últimos días me quedo, para tratar en este breve espacio, con una conferencia pronunciada en Madrid por el Catedrático de Economía en la Universidad de Pensilvania, Profesor Fernández-Villaverde. Entre los problemas que tenemos mencionaba la estructura institucional que adolece de eficacia, junto a otros como un agudo envejecimiento demográfico, el fortísimo endeudamiento privado, el disparado déficit publico, los 750.000 jóvenes españoles que ni estudian ni trabajan, y el que un alto segmento de la población todavía no haya interiorizado la gravedad de nuestra situación. 

Refiriéndose al problema de la estructura de nuestras instituciones el conferenciante ilustraba los cambios que proponía con sencillos ejemplos y comparaciones con otros países. Así, mientras aquí tenemos miles de alcaldes, en muchas ciudades americanas cuentan con auténticos gestores bien pagados que se dedican a resolver los problemas propios de una comunidad y no a debatir en el ámbito municipal si el ayuntamiento esta a favor o en contra de la ampliación de la Unión Europea, del aborto o de la política antiterrorista. Resuelven los problemas de sus vecinos. 

Aquí elegimos personas altamente politizadas, muchas veces sin experiencia profesional, pública o privada, y la sociedad parece preocuparse únicamente de que cuanto menos cobren, mejor, y no de que hagan bien su trabajo. 

Pero los problemas en la selección de responsables de lo público también afecta a los altos cargos del Estado. Mientras nosotros seguimos empeñados en los sistemas de oposiciones que valoran únicamente la capacidad para memorizar temas, en otros países se trata de evaluar la flexibilidad y la capacidad de dirección de las personas. En Inglaterra para seleccionar a los altos miembros de su funcionariado en lugar de tener que aprenderse 250 temas de oposición se les entrevista, se les dan correos electrónicos y se mide su capacidad para procesarlos, presentar la información de manera adecuada y proponer soluciones a los problemas planteados en esos casos prácticos. 

Otro ejemplo, en USA los rectores de las universidades no se votan y eligen en función de su ideología. Allí son seleccionados por comités de notables que tras examinar currículos y realizar entrevistas, trasladan su elección al gobernador del estado que lo ratifica sin preguntar si es de izquierdas o de derechas, porque lo que le importa es que sea una persona con talento y la mejor posible para gestionar una universidad. 

Mientras no seamos capaces de despolitizar la administración y las principales instituciones, nombrando para los puestos de responsabilidad a los más preparados, difícil será la tarea de mejorar nuestra estructura institucional. 

A ello, e igualmente difícil, abría que sumar el adelgazamiento de todo el aparato burocrático, evitando las duplicidades y el elevadísimo número de ayuntamientos y empresas públicas. 

Si no lo hacemos, ni seremos sensatos ni estaremos a la altura de las circunstancias. 


A estrutura institucional

Entre todo o lido nos últimos días quédome, para tratar neste breve espazo, cunha conferencia pronunciada en Madrid polo Catedrático de Economía na Universidade de Pensilvania, Profesor Fernández-Villaverde. Entre os problemas que temos mencionaba a estrutura institucional que adoece de eficacia, xunto a outros como un agudo envellecemento demográfico, o fortísimo endebedamento privado, o disparado déficit publico, os 750.000 mozos españois que nin estudan nin traballan, e o que un alto segmento da poboación aínda non haxa interiorizado a gravidade da nosa situación.

Referíndose ao problema da estrutura das nosas institucións o conferenciante ilustraba os cambios que propuña con sinxelos exemplos e comparacións con outros países. Así, mentres aquí temos miles de alcaldes, en moitas cidades americanas contan con auténticos xestores ben pagados que se dedican a resolver os problemas propios dunha comunidade e non a debater no ámbito municipal se o concello esta a favor ou en contra da ampliación da Unión Europea, do aborto ou da política antiterrorista. Resolven os problemas dos seus veciños.

Aquí eliximos persoas altamente politizadas, moitas veces sen experiencia profesional, pública ou privada, e a sociedade parece preocuparse unicamente de que canto menos cobren, mellor, e non de que fagan ben o seu traballo.

Pero os problemas na selección de responsables do público tamén afecta aos altos cargos do Estado. Mentres nós seguimos empeñados nos sistemas de oposicións que valoran unicamente a capacidade para memorizar temas, noutros países trátase de avaliar a flexibilidade e a capacidade de dirección das persoas. En Inglaterra para seleccionar aos altos membros do seu funcionariado en lugar de ter que aprenderse 250 temas de oposición entrevístaselles, dánselles correos electrónicos e mídese a súa capacidade para procesalos, presentar a información de xeito adecuado e propor solucións aos problemas expostos neses casos prácticos. 

Outro exemplo, en USA os reitores das universidades non se votan e elixen en función da súa ideoloxía. Alí son seleccionados por comités de notables que tras examinar currículos e realizar entrevistas, trasladan a súa elección ao gobernador do estado que o ratifica sen preguntar se é de esquerdas ou de dereitas, porque o que lle importa é que sexa unha persoa con talento e a mellor posible para xestionar unha universidade. 

Mentres non sexamos capaces de despolitizar a administración e as principais institucións, nomeando para os postos de responsabilidade aos máis preparados, difícil será a tarefa de mellorar a nosa estrutura institucional.

A iso, e igualmente difícil, abría que sumar o adelgazamento de todo o aparello burocrático, evitando as duplicidades e o elevadísimo número de concellos e empresas públicas.

Se non o facemos, nin seremos sensatos nin estaremos á altura das circunstancias.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Deshaucios

Pocas veces se han sumado tantas voluntades, y espero que también unanimidades, a la hora de dar respuesta a un problema social de cierta envergadura.

El problema de los desahucios por falta de pago en las hipotecas contraídas para la adquisición de una vivienda, ni es nuevo ni probablemente sea la última vez que ocupe noticias en todos los telediarios, en este y en otros países.

Hace tiempo que dije en esta mismas páginas, que durante un buen periodo de tiempo, los ciudadanos de muchos países vivimos épocas de consumismo exagerado, épocas donde muchos se lanzaron a vivir por encima de sus posibilidades reales. Incluyo aquí también a las administraciones públicas.

Era frecuente ver a entidades financieras conceder préstamos e hipotecas a diestro y siniestro, financiando el cien por cien de la compra y añadiendo al ya por si elevado importe de una vivienda, y en un mismo paquete, el importe de la compra del vehículo o el amueblamiento del nuevo hogar. Los controles fueron escasos, incluso por el Banco de España, y así llegamos al momento en que impactados de lleno por una grave crisis económica, que en España ya ha dejado sin trabajo a la cuarta parte de su población activa, han sido muchos los que han tenido que dejar de pagar al banco para poder comer ellos y sus familias.

Las noticias de personas agobiadas por su situación económica que han llegado a la desesperación e incluso a quitarse la vida, han sido el detonante para que la sociedad civil y las instituciones reaccionaran ante esta situación que afecta en España a más de doscientas nuevas familias cada día.

Gobierno, partidos políticos, Ayuntamientos, Bancos, Cajas de ahorros, Jueces, sindicatos policiales, cerrajeros, movimientos sociales, etc. han trasladado sus puntos de vista y sus propuestas al conjunto de la sociedad. La preocupación es compartida.

El problema no tiene fácil solución, ya que guardar el equilibrio entre el respeto a la Ley y la excepcionalidad a la misma, bordea el mas difícil todavía. Si fuese fácil ya se habría abordado hace tiempo y no cuando las consecuencias tienen en algunos casos imposible remedio. La Ley Hipotecaria es antigua ya que pronto cumplirá doscientos años, pero es ahora cuando se habla de revisarla. 

Sin quitar hierro al drama humano que supone la pérdida de tu proyecto de vida, quedarse sin trabajo, sin tu casa, quiero resaltar la parte más positiva de lo que está aconteciendo. Que el gobierno y el principal partido de la oposición, que gobernó España los últimos ocho años, se sienten en una mesa con voluntad de llegar a un acuerdo, es toda una buena noticia.

Lo preocupante sería que queriendo resolver un drama social, se practicase la demagogia y se cometieran chapuzas jurídicas que dieran al traste con la poca confianza que genera nuestro país ante los ojos de quienes quieran, a pesar de todo, seguir invirtiendo en España. 

Máxima sensibilidad y prudencia para encontrar la luz ante tanta agonía.


Desafiuzamentos

Poucas veces sumáronse tantas vontades, e espero que tamén unanimidades, á hora de dar resposta a un problema social de certa envergadura.

O problema dos desafiuzamentos por falta de pago nas hipotecas contraídas para a adquisición dunha vivenda, nin é novo nin probablemente sexa a última vez que ocupe noticias en todos os telexornais, en leste e noutros países.

Fai tempo que dixen nesta mesmas páxinas, que durante un bo período de tempo, os cidadáns de moitos países vivimos épocas de consumismo esaxerado, épocas onde moitos lanzáronse a vivir por encima das súas posibilidades reais. Inclúo aquí tamén ás administracións públicas.

Era frecuente ver a entidades financeiras conceder préstamos e hipotecas a torto e a dereito, financiando o cento por cento da compra e engadindo ao xa por se elevado importe dunha vivenda, e nun mesmo paquete, o importe da compra do vehículo ou o amueblamiento do novo fogar. Os controis foron escasos, ata polo Banco de España, e así chegamos ao momento en que impactados de cheo por unha grave crise económica, que en España xa deixou sen traballo á cuarta parte da súa poboación activa, foron moitos os que tiveron que deixar de pagar ao banco para poder comer eles e as súas familias.

As noticias de persoas angustiadas pola súa situación económica que chegaron á desesperación e ata a quitarse a vida, foron o detonante para que a sociedade civil e as institucións reaccionasen ante esta situación que afecta en España a máis de duascentas novas familias cada día.

Goberno, partidos políticos, Concellos, Bancos, Caixas de aforros, Xuíces, sindicatos policiais, cerrajeros, movementos sociais, etc. trasladaron os seus puntos de vista e as súas propostas ao conxunto da sociedade. A preocupación é compartida.

O problema non ten fácil solución, xa que gardar o equilibrio entre o respecto á Lei e a excepcionalidade á mesma, bordea o mais difícil aínda. Se fose fácil xa se abordou fai tempo e non cando as consecuencias teñen nalgúns casos imposible remedio. A Lei Hipotecaria é antiga xa que pronto cumprirá douscentos anos, pero é agora cando se fala de revisala. 

Sen quitar ferro ao drama humano que supón a perda do teu proxecto de vida, quedar sen traballo, sen a túa casa, quero resaltar a parte máis positiva do que está acontecendo. Que o goberno e o principal partido da oposición, que gobernou España os últimos oito anos, senten nunha mesa con vontade de chegar a un acordo, é toda unha boa noticia.

O preocupante sería que querendo resolver un drama social, practicásese a demagoxia e cometésense chapuzas xurídicas que desen ao traste coa pouca confianza que xera o noso país ante os ollos de quen queiran, a pesar de todo, seguir investindo en España. 

Máxima sensibilidade e prudencia para atopar a luz ante tanta agonía.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Unirnos

Las urnas se cerraron hace unos días y los ciudadanos volvimos a expresar nuestra voluntad en libertad para elegir un gobierno en Galicia. Podríamos pensar que con eso volvíamos a la normalidad democrática y que en unos años no tendríamos que volver a ser testigos de nuevos procesos electorales; eso era lo que tocaba, lo lógico en el calendario electoral. Pero esta vez se quebró ese calendario y en tres semanas estaremos viendo a los ciudadanos de Cataluña acudir a las urnas dos años antes de lo que estaba previsto. Lo harán ahora y no cuando tocaba porque quien tiene la facultad de convocar, el presidente catalán, ha supeditado su interés partidista y electoral al interés general de los catalanes.

Pero lo peor no es esa estrategia de calendario sino la de sus argumentos. Para evitar que las urnas se conviertan en un examen a la gestión de los que fueron gobierno, y también de los que tuvieron el papel de oposición ¿qué mejor estrategia que echarle la culpa de todo a otros y asumir el papel de victima de los demás? Aunque el precio sea buscar la división en lugar de la unidad.

Acabamos de ver cómo en Galicia los gallegos otorgaban su confianza nuevamente a quienes, a pesar de las enormes dificultades a que se enfrentaron, se ocupaban de gestionar sus escasos recursos con sentidiño y a pagar lo que se debe, a unir a los gallegos ante la dificultad. Mientras en Cataluña las farmacias van a la huelga porque no se les pagan las facturas que les adeuda su administración catalana, o se cierran alas enteras de hospitales y centros de salud por preferir dedicar sus recursos económicos a mantener embajadas en el exterior en lugar de mantener el estado de bienestar.

Quizás por esas y otras razones parecidas los responsables de esa nefasta gestión hayan elegido esta huida hacia adelante inventándose un pulso al Estado al plantear las elecciones catalanas en clave de independencia sí o independencia no. Misión quijotesca de un gobernante que arrastra de esta manera irresponsable a 7.500.000 de ciudadanos, a todo un pueblo, en dirección contraria al curso natural de su historia.

Galicia ha rechazado aquí a aquellos que en esta tierra, de haber llegado al gobierno aun perdiendo en las urnas, con seguridad estarían planteando un disparate similar al de Artur Mas.

El pasado fin de semana se entregaba el premio Príncipe de Asturias del deporte a dos futbolistas rivales en el campo. Según se recoge en el acta del jurado, lo recibían “como ejemplo de juego limpio admirado por todos. Juntos han demostrado una actitud conciliadora que ha limado las tradicionales diferencias entre jugadores y aficiones”.

Los españoles estaríamos encantados si algún día cercano se otorgara un reconocimiento a modo de premio al político que se dedique a unirnos, juntarnos ante la adversidad y no a separarnos. Y créanme que los hay, aunque siempre serán más noticiables los que siembran la cizaña que los que practican la concordia y el entendimiento.


Unirnos

As urnas pecháronse fai uns días e os cidadáns volvemos expresar a nosa vontade en liberdade para elixir un goberno en Galicia. Poderiamos pensar que con iso volviamos á normalidade democrática e que nuns anos non teriamos que volver ser testemuñas de novos procesos electorais; iso era o que tocaba, o lóxico no calendario electoral. Pero esta vez crebouse ese calendario e en tres semanas estaremos vendo aos cidadáns de Cataluña acudir ás urnas dous anos antes do que estaba previsto. Farano agora e non cando tocaba porque quen ten a facultade de convocar, o presidente catalán, supeditou o seu interese partidista e electoral ao interese xeral dos cataláns.

Pero o peor non é esa estratexia de calendario senón a dos seus argumentos. Para evitar que as urnas convértanse nun exame á xestión dos que foron goberno, e tamén dos que tiveron o papel de oposición que mellor estratexia que botarlle a culpa de todo a outros e asumir o papel de victima dos demais? Aínda que o prezo sexa buscar a división en lugar da unidade.

Acabamos de ver como en Galicia os galegos outorgaban a súa confianza novamente a quen, a pesar das enormes dificultades a que se enfrontaron, ocupábanse de xestionar os seus escasos recursos con sentidiño e a pagar o que se debe, a unir aos galegos ante a dificultade. Mentres en Cataluña as farmacias van á folga porque non se lles pagan as facturas que lles debe a súa administración catalá, ou se pechan ás enteiras de hospitais e centros de saúde por preferir dedicar os seus recursos económicos a manter embaixadas no exterior en lugar de manter o estado de benestar.

Quizais por esas e outras razóns parecidas os responsables desa nefasta xestión elixan esta fuxida cara a adiante inventándose un pulso ao Estado ao expor as eleccións catalás en clave de independencia si ou independencia non. Misión quijotesca dun gobernante que arrastra deste xeito irresponsable a 7.500.000 de cidadáns, a todo un pobo, en dirección contraria ao curso natural da súa historia.

Galicia rexeitou aquí a aqueles que nesta terra, de chegar ao goberno aínda perdendo nas urnas, con seguridade estarían expondo un disparate similar ao de Artur Mais.

O pasado fin de semana entregábase o premio Príncipe de Asturias do deporte a dous futbolistas rivais no campo. Segundo recóllese no acta do xurado, recibíano "como exemplo de xogo limpo admirado por todos. Xuntos demostraron unha actitude conciliadora que limou as tradicionais diferenzas entre xogadores e afeccións".

Os españois estariamos encantados se algún día próximo outorgásese un recoñecemento a modo de premio ao político que se dedique a unirnos, xuntarnos ante a adversidade e non a separarnos. E créanme que os hai, aínda que sempre serán máis noticiables os que sementan a cizaña que os que practican a concordia e o entendemento.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Dejadme que os lo pida

Cuando estas líneas estén en sus manos estaremos a pocos días de tomar una decisión importante para todos los gallegos. Tendremos que reflexionar y decidir qué modelo de gobierno, qué clase de personas, queremos al frente de las instituciones de Galicia y por tanto quiénes deberán tomar las riendas de las decisiones que durante los próximos cuatro años marcarán, para bien o para mal, el futuro inmediato de nuestra querida tierra.

Dejadme que os cuente cómo veo las cosas. Cuando los partidos concurren a unas elecciones resulta importante cuidar el candidato que eligen y los mensajes o slogans de sus campañas.

De entrada me quedo con los mensajes en positivo como el de “Galicia primeiro”, que indican cuáles son las prioridades de quien se presenta para revalidar la presidencia del gobierno gallego. Pero los hay que van por otro camino y con su tarjeta de presentación ya nos enseñan sus verdaderas intenciones. Y sino, díganme qué intenciones transmiten cuando dicen “Hai que paralos” o “Para facerlles frente”.

Por tanto, ya podemos diferenciar claramente entre aquellos que rinden cuentas y declaran su voluntad y compromiso de seguir en la línea de trabajo riguroso y transparente cuatro años más, y aquellos otros que sin rubor ni disimulo plantean abiertamente el grito de “a por ellos”, en clara referencia a su sentimiento de odio y voluntad de tirar por tierra todo el trabajo realizado en estos últimos cuatro años. El mejor resumen de esta situación lo plasmó Feijóo “Unos van a emplear sus votos para gobernar contra el PP, nosotros emplearemos los nuestros para gobernar para todos”.

Dejadme que os diga también que, especialmente en este momento, a esta tierra y al conjunto de España lo que menos le convienen son el sectarismo y las personas cargadas de rencor. Por el contrario, lo que más conviene a todos los gallegos son las personas honestas y trabajadoras que con sus aciertos y errores han sido coherentes con sus propuestas y han demostrado dejarse la piel todos los días al frente de sus altas responsabilidades.

Si os sentís defraudados por la situación que en lo personal os toca vivir, con vuestra indiferencia y por tanto posible abstención en las urnas, sólo conseguiréis agravar la tormenta perfecta que nos toca atravesar.

Conozco a Feijóo lo suficiente para deciros que es un hombre honesto, trabajador, inteligente, austero y sencillo por naturaleza, con carácter para tomar decisiones complicadas, y que siente “por riba de todo” a Galicia como su mayor prioridad. Está libre de sospecha en medio de la tormenta de acusaciones de corrupción que recaen por desgracia sobre muchos políticos. Y además, por si lo anterior a alguien le supiese a poco, no ha permitido que el oropel del poder haya cambiado su forma de ser y actuar.

Dejadme que os pida un voto de confianza en las personas en las que yo confío. Dejadme que os pida el voto para Feijóo.


Deixádeme que volo pida


Cando estas liñas estean nas súas mans estaremos a poucos días de tomar unha decisión importante para todos os galegos. Teremos que reflexionar e decidir que modelo de goberno, que clase de persoas, queremos á fronte das institucións de Galicia e xa que logo quen deberán tomar as rendas das decisións que durante os próximos catro anos marcarán, para ben ou para mal, o futuro inmediato da nosa querida terra.

Deixádeme que vos conte como vexo as cousas. Cando os partidos concorren a unhas eleccións resulta importante coidar o candidato que elixen e as mensaxes ou slogans das súas campañas.

De entrada quédome coas mensaxes en positivo como o de "Galicia primeiro", que indican cales son as prioridades de quen se presenta para revalidar a presidencia do goberno galego. Pero os hai que van por outro camiño e co seu cartón de presentación xa nos ensinan as súas verdadeiras intencións. E senón, díganme que intencións transmiten cando din "Hai que paralos" ou "Para facerlles fronte".

Xa que logo, xa podemos diferenciar claramente entre aqueles que renden contas e declaran a súa vontade e compromiso de seguir na liña de traballo rigoroso e transparente catro anos máis, e aqueloutros que sen rubor nin disimulo expón abertamente o berro de "a por eles", en clara referencia ao seu sentimento de odio e vontade de tirar por terra todo o traballo realizado nestes últimos catro anos. O mellor resumo desta situación plasmouno Feijóo "Uns van empregar os seus votos para gobernar contra o PP, nós empregaremos os nosos para gobernar para todos".

Deixádeme que vos diga tamén que, especialmente neste momento, a esta terra e ao conxunto de España o que menos lle conveñen son o sectarismo e as persoas cargadas de rancor. Pola contra, o que máis convén a todos os galegos son as persoas honestas e traballadoras que cos seus acertos e erros foron coherentes coas súas propostas e demostraron deixarse a pel todos os días á fronte das súas altas responsabilidades.

Se vos sentides defraudados pola situación que no persoal tócavos vivir, coa vosa indiferenza e xa que logo posible abstención nas urnas, só conseguiredes agravar a tormenta perfecta que nos toca atravesar.

Coñezo a Feijóo o suficiente para dicirvos que é un home honesto, traballador, intelixente, austero e sinxelo por natureza, con carácter para tomar decisións complicadas, e que sente ?por riba de todo? a Galicia como a súa maior prioridade. Está libre de sospeita no medio da tormenta de acusacións de corrupción que recaen por desgraza sobre moitos políticos. E ademais, por se o anterior a alguén lle soubese a pouco, non permitiu que o oropel do poder cambie a súa forma de ser e actuar.

Deixádeme que vos pida un voto de confianza nas persoas nas que eu confío. Deixádeme que vos pida o voto para Feijóo.

jueves, 4 de octubre de 2012

Rodeados

Por todos es conocida la situación que en las últimas jornadas se ha producido en las inmediaciones del Congreso de los Diputados. He sido testigo directo de la situación y seguramente no les descubro nada nuevo diciéndoles que la mezcla de sentimientos y sensaciones como mínimo produce intranquilidad.

Pero lo cierto es que me han preocupado más otras noticias de las que todos, sin excepción, hemos estado rodeados en los últimos días. Recordemos algunas.

Aquí en nuestra propia ciudad las actuaciones de la justicia hacían temblar varios cimientos dejando al descubierto, al menos, vergüenzas y debilidades que, aunque humanas, resultan imperdonables en las personas con dedicación a lo público.

Un poco más lejos de Lugo, no nos hemos librado de cientos de noticias, declaraciones e imágenes de todo lo concerniente al desvarío colectivo, imprudencia institucional y vuelo cortoplacista de quienes dicen dirigir los destinos del pueblo catalán. El daño causado y todavía en proceso de expansión resulta todavía difícil de evaluar.

Ya, con la llegada del fin de semana, fueron al menos tres los acontecimientos que también rodearon nuestras mentes: Las imágenes de pueblos y ciudades del sur y levante español ahogados en barro y aguas violentas a nadie han podido dejar indiferente, por mucho que nos acostumbremos a verlas casi todos los años. La impotencia de los inesperados protagonistas de estas historias provoca sentimientos de solidaridad compartida aunque no podamos estar físicamente a su lado.

El segundo tiene que ver con la entrada en el Congreso, sin que nadie tratara de impedirlo, de los Presupuestos del Estado para 2013. Se dijo y seguirá diciendo de todo, pero como solamente yo soy dueño de estas líneas déjenme decirles lo que pienso de ellos: Que por duros y austeros son más realistas que todas las orgías de gasto que durante los últimos años nos hicieron soñar en que vivíamos en un país rico cuando no lo éramos y nos llevaron a tener que afrontar ahora capítulos de deudas y pago de intereses que absorben cualquier capacidad inversora en nuevas infraestructuras, que alguna sigue haciendo falta, a pesar de los puentes sin coches y los aeropuertos sin aviones.

Y dejo para el final lo que acontecía también este pasado sábado, que siendo lo menos publicitado y de menor repercusión mediática, provocaba en mí el verme rodeado de emociones y sentimientos auténticos. Compartí unos minutos con los protagonistas de Auxilia-Lugo, celebrando sus “40 anos rodando”, cuarenta años de toda una lección de gente especialmente luchadora. Como recordaban en uno de sus paneles con frases del poeta alemán Bertolt Brecht: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”. El sábado estuve rodeado, muy rodeado de personas imprescindibles, y por eso todavía me quedan esperanzas.


Rodeados

Por todos é coñecida a situación que nas últimas xornadas se produciu nas inmediacións do Congreso dos Deputados. fun testemuña directa da situación e seguramente non lles descubro nada novo dicíndolles que a mestura de sentimentos e sensacións como mínimo produce intranquilidade.

Pero o certo é que me preocuparon máis outras noticias das que todos, sen excepción, estivemos rodeados nos últimos días. Recordemos algunhas.

Aquí na nosa propia cidade as actuacións da xustiza facían tremer varios cimentos deixando ao descuberto, polo menos, vergoñas e debilidades que, aínda que humanas, resultan imperdoables nas persoas con dedicación ao público.

Un pouco máis lonxe de Lugo, non nos libramos de centos de noticias, declaracións e imaxes de todo o concernente ao desvarío colectivo, imprudencia institucional e voo cortoplacista de quen din dirixir os destinos do pobo catalán. O dano causado e aínda en proceso de expansión resulta aínda difícil de avaliar.

Xa, coa chegada do fin de semana, foron polo menos tres os acontecementos que tamén rodearon as nosas mentes: As imaxes de pobos e cidades do sur e levante español afogados en barro e augas violentas a ninguén puideron deixar indiferente, por moito que nos afagamos a velas case todos os anos. A impotencia dos inesperados protagonistas destas historias provoca sentimentos de solidariedade compartida aínda que non podamos estar fisicamente ao seu lado.

O segundo ten que ver coa entrada no Congreso, sen que ninguén tratase de impedilo, dos Orzamentos do Estado para 2013. Díxose e seguirá dicindo de todo, pero como soamente eu son dono destas liñas déixenme dicirlles o que penso deles: Que por duros e austeros son máis realistas que todas as orxías de gasto que durante os últimos anos fixéronnos soñar en que viviamos nun país rico cando non o eramos e leváronnos a ter que afrontar agora capítulos de débedas e pago de intereses que absorben calquera capacidade investidora en novas infraestruturas, que algunha segue facendo falta, a pesar das pontes sen coches e os aeroportos sen avións.

E deixo para o final o que acontecía tamén este pasado sábado, que sendo o menos publicitado e de menor repercusión mediática, provocaba en min o verme rodeado de emocións e sentimentos auténticos. Compartín uns minutos cos protagonistas de Auxilia-Lugo, celebrando os seus ?40 anos rodando?, corenta anos de toda unha lección de xente especialmente loitadora. Como recordaban nun dos seus paneis con frases do poeta alemán Bertolt Brecht: ?Hai homes que loitan un día e son bos. Hai outros que loitan un ano e son mellores. Hai quen loitan moitos anos, e son moi bos. Pero hai os que loitan toda a vida, eses son os imprescindibles?. O sábado estiven rodeado, moi rodeado de persoas imprescindibles, e por iso aínda me quedan esperanzas.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

¿Sabemos a donde vamos?

Hace unos días, en la esquina nordeste de España, una marea humana invadía las calles catalanas con los colores de sus banderas independentistas. La ineptitud política de los “irresponsables” gobernantes de aquella comunidad autónoma provocaba una marea de confusión que principalmente intentaba, y probablemente conseguía, tapar las miserias y errores de su propia gestión.

Al otro lado del mapa peninsular, en la esquina noroeste, se hacía balance de una legislatura que ahora termina y se abría la carrera hacia las urnas para que los gallegos valoremos la gestión de nuestro presidente Núñez Feijoo y decidamos libremente nuestro futuro para los próximos años.

Dos panoramas bien diferentes pero que invitan a la reflexión y nos permiten hacernos algunas preguntas.

¿Se parecen en algo la situación socio-política de ambas esquinas de España? Entiendo que en muy poco. Durante estos últimos cuatro años en Galicia, con muchos aciertos y algunos errores, hemos recuperado la senda del rigor, la unidad del buen gobierno, y las políticas económicas y sociales. Hemos sido ejemplo para otros gobernantes que, aunque con retraso, ahora también están poniendo en práctica las políticas que aquí se han hecho. Mientras eso acontecía en Galicia, en la otra esquina las cuentas públicas caminaron irremediablemente hacia la quiebra más absoluta como fruto de los años de gobiernos tripartitos, nacionalistas prisioneros de socios extraños, o como cada uno los quiera calificar.

En Galicia hemos dado, y lo podemos seguir haciendo si así lo decidimos libremente en pocas semanas, un ejemplo de cómo gastando menos y prescindiendo de todo lo prescindible, que es mucho, se pueden hacer las cosas bien. De cómo a pesar de los profundos recortes presupuestarios, las prioridades de nuestro gobierno gallego estuvieron siempre claras y por ello las sanidad y la educación no sufrieron los daños colaterales de esta profunda crisis. De cómo, y a pesar de todo ello, en Galicia se siguen abriendo centros hospitalarios y aumentando las plazas de guarderías.

Mientras los unos trataremos de poner en valor lo que hemos mejorado aquí en estos últimos años, a pesar de los pesares y le pese a quien le pese, otros intentaran sacar provecho del río revuelto, de la crispación social, del deterioro que provocó la nefasta e irresponsable gestión económica y política de la era Zapatero. La memoria histórica es frágil y muchos lo saben. Por ello intentarán tapar con noticias ajenas a Galicia lo que realmente interesa aquí. Porque los gallegos sí sabemos a donde vamos y a dónde queremos ir, precisamente por eso sabemos distinguir entre a dónde nos conducen sus actuales gobernantes y a dónde podrían llevarnos las amalgamas y coaliciones de partidos que van desde las posturas más radicales a los oportunismos que se acercan a unos u otros según los tiempos que corran.

Nosotros sabemos a dónde queremos ir y quién puede llevarnos ahí por el camino más seguro, aunque a veces no sea el más corto.


 Sabemos onde imos?

Hai uns días, na esquina nordeste de España, unha marea humana invadía as rúas catalás coas cores das súas bandeiras independentistas. A ineptitude política dos ?irresponsables? gobernantes daquela comunidade autónoma provocaba unha marea de confusión que principalmente intentaba, e probablemente conseguía, tapar as miserias e erros da súa propia xestión.

Alén do mapa peninsular, na esquina noroeste, facíase balance dunha lexislatura que agora termina e abríase a carreira cara ás urnas para que os galegos valoremos a xestión do noso presidente Núñez Feijoo e decidamos libremente o noso futuro para os próximos anos.

Dous panoramas ben diferentes pero que invitan á reflexión e permítennos facernos algunhas preguntas.

Parécense en algo a situación socio-política de ambas as esquinas de España? Entendo que en moi pouco. Durante estes últimos catro anos en Galicia, con moitos acertos e algúns erros, recuperamos a senda do rigor, a unidade do bo goberno, e as políticas económicas e sociais. fomos exemplo para outros gobernantes que, aínda que con atraso, agora tamén están pondo en práctica as políticas que aquí se fixeron. Mentres iso acontecía en Galicia, na outra esquina as contas públicas camiñaron irremediablemente cara á quebra máis absoluta como froito dos anos de gobernos tripartitos, nacionalistas prisioneiros de socios estraños, ou como cada un quéiraos cualificar.

En Galicia demos, e podémolo seguir facendo se así o decidimos libremente en poucas semanas, un exemplo de como gastando menos e prescindindo de todo o prescindible, que é moito, pódense facer as cousas ben. De como a pesar dos profundos recortes orzamentarios, as prioridades do noso goberno galego estiveron sempre claras e por iso as sanidade e a educación non sufriron os danos colaterais desta profunda crise. De como, e a pesar de todo iso, en Galicia séguense abrindo centros hospitalarios e aumentando as prazas de garderías.

Mentres os uns trataremos de pór en valor o que melloramos aquí nestes últimos anos, pese a quen pese e lle a pesar de quen lle pese, outros intentasen sacar proveito do río revolto, da crispación social, da deterioración que provocou a nefasta e irresponsable xestión económica e política de éraa Zapatero. A memoria histórica é fráxil e moitos sábeno. Por iso intentarán tapar con noticias alleas a Galicia o que realmente interesa aquí. Porque os galegos si sabemos onde imos e onde queremos ir, precisamente por iso sabemos distinguir entre onde condúcennos os seus actuais gobernantes e onde poderían levarnos as amálgamas e coalicións de partidos que van desde as posturas máis radicais aos oportunismos que se achegan a uns ou outros segundo os tempos que corran.

Nós sabemos onde queremos ir e quen pode levarnos aí polo camiño máis seguro, aínda que ás veces non sexa o máis curto.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

La leche

Durante los últimos tiempos se ha hablado mucho de incendios, forestales y callejeros, y también de palabras en otra hora desconocidas como la ya famosa prima de riesgo y su pariente, el déficit público. 

Estando en una provincia como la de Lugo tenemos otros temas que nos son más próximos y que por tanto inciden de manera más directa en nuestros problemas económicos y también sociales. 

Nuestro campo, nuestros agricultores y ganaderos ya no pueden aguantar más tiempo la situación que vienen padeciendo desde hace años. Sus esfuerzos en producir con la mejor calidad resultan estériles ante la falta de beneficios y en muchos casos de viabilidad de sus explotaciones, fundamentalmente porque los costes de explotación han subido de manera exponencial mientras que los precios que obtiene por la venta de sus productos se estancan o incluso caen, lo que está llevando a muchas explotaciones lecheras a su abandono. 

De entre las declaraciones de los miembros del ejecutivo, quiero traer a estas líneas por su importancia y relación con el tema, las del titular de Agricultura que afirmaba “El gobierno no consentirá la desaparición del sector lácteo español”, añadiendo “ni convertir a España en un país importador de leche de otros países”. 

Que los ganaderos gallegos perciban por la venta de la leche cuantías inferiores a lo que les cuesta producirla es algo insostenible social, económica y políticamente durante más tiempo, porque les aseguro que están en una situación límite, y las consecuencias van más allá del cierre de explotaciones. Estamos hablando de un sector muy implantado en nuestra tierra, sin otra alternativa real. 

Por ello, veo con esperanza las gestiones y reuniones entre todas las partes implicadas que estos días se han celebrado y el calendario que se han marcado para encontrar “soluciones eficaces”. Me parece lógico que se pida a los distribuidores que dejen de utilizar la leche como producto reclamo, que se apele en la búsqueda de soluciones a todos los que forman parte de la cadena alimentaria, y que todo ello sea un complemento de la nueva legislación, a punto de aprobarse, para toda la cadena de valor, además del Real Decreto que desarrollará el “paquete lácteo”. 

Este pasado sábado, aquí en Galicia, el presidente del gobierno nos decía cuales eran las prioridades del gobierno de España con los gallegos y créanme que me alegré al escucharlas. Estas son: los precios de la leche, para que nuestros ganaderos puedan seguir considerando sus explotaciones como modo digno de ganarse la vida; la pesca, que en nuestra tierra representa muchos puestos de trabajo directos e indirectos; y la construcción naval, que en comarcas como Vigo y Ferrol han sido y podrían ser motores de desarrollo. Acostumbrados a escuchar siempre hablar de grandes infraestructuras, resulta muy esperanzador que en la agenda y en la sensibilidad de un gobierno se empiecen a tomar en serio los problemas reales de agricultores y ganaderos. ¡Es la leche!.

O Leite

Durante os últimos tempos falouse moito de incendios, forestais e rueiros, e tamén de palabras noutra hora descoñecidas como a xa famosa curmá de risco e o seu parente, o déficit público. 

Estando nunha provincia como a de Lugo temos outros temas que nos son máis próximos e que xa que logo inciden de xeito máis directo nos nosos problemas económicos e tamén sociais. 

O noso campo, os nosos agricultores e gandeiros xa non poden aguantar máis tempo a situación que veñen padecendo desde fai anos. Os seus esforzos en producir coa mellor calidade resultan estériles ante a falta de beneficios e en moitos casos de viabilidade das súas explotacións, fundamentalmente porque os custos de explotación subiron de xeito exponencial mentres que os prezos que obtén pola venda dos seus produtos se estancan ou ata caen, o que está levando a moitas explotacións leiteiras ao seu abandono. 

De entre as declaracións dos membros do executivo, quero traer a estas liñas pola súa importancia e relación co tema, as do titular de Agricultura que afirmaba ?O goberno non consentirá a desaparición do sector lácteo español?, engadindo ?nin converter a España nun país importador de leite doutros países?. 

Que os gandeiros galegos perciban pola venda do leite contías inferiores ao que lles custa producila é algo insostible social, económica e politicamente durante máis tempo, porque lles aseguro que están nunha situación límite, e as consecuencias van máis aló do peche de explotacións. Estamos falando dun sector moi implantado na nosa terra, sen outra alternativa real. 

Por iso, vexo con esperanza as xestións e reunións entre todas as partes implicadas que estes días celebráronse e o calendario que se marcaron para atopar ?solucións eficaces?. Paréceme lóxico que se pida aos distribuidores que deixen de utilizar o leite como produto reclamo, que se apele na procura de solucións a todos os que forman parte da cadea alimentaria, e que todo iso sexa un complemento da nova lexislación, a piques de aprobarse, para toda a cadea de valor, ademais do Real Decreto que desenvolverá o ?paquete lácteo?. 

Este pasado sábado, aquí en Galicia, o presidente do goberno dicíanos cales eran as prioridades do goberno de España cos galegos e créanme que me alegrei ao escoitalas. Estas son: os prezos do leite, para que os nosos gandeiros poidan seguir considerando as súas explotacións como modo digno de gañarse a vida; a pesca, que na nosa terra representa moitos postos de traballo directos e indirectos; e a construción naval, que en comarcas como Vigo e Ferrol foron e poderían ser motores de desenvolvemento. Afeitos escoitar sempre falar de grandes infraestruturas, resulta moi esperanzador que na axenda e na sensibilidade dun goberno empécense a tomar en serio os problemas reais de agricultores e gandeiros. ¡É o leite!.

jueves, 23 de agosto de 2012

Olímpicos

Detrás de las imágenes que todos hemos visto estos días durante la celebración de los Juegos Olímpicos hay muchas historias que se esconden tras algunas de las medallas y que no se han retransmitido en estas semanas. Pero todos podemos, con nuestra imaginación, intentar aproximarnos un poco a lo que han vivido muchos jóvenes deportistas en los años previos a su selección para participar en una Olimpiada.

Representan el esfuerzo, el sacrificio personal, las renuncias a lo que sus compañeros disfrutan mientras ellos entrenan y entrenan. Tienen en su haber el espíritu del sacrificio, del trabajo en equipo y el compañerismo. Palabras que suenan rancias en una sociedad consumista y en ocasiones insolidaria.

Muchos de ellos, por su juventud y entrega al entrenamiento de años, no plasman en sus curriculum sus estudios terminados, pero no por ello estarán en inferioridad de condiciones frente a aquellos que presuman de títulos y masters. Cualquier empresa que se precie sabrá valorar adecuadamente lo que hay detrás de estos jóvenes que con medallas o sin ellas han regresado a casa demostrando su capacidad de esfuerzo y su entrega incondicional en cada una de las disciplinas deportivas.

He tenido la fortuna de conocer personalmente a una de las jóvenes laureadas con el oro olímpico. Cuando conocí a Sofía Toro, se preparaba ya para conseguir ser seleccionada para formar parte de la representación española en el equipo de vela. Una joven sencilla e ilusionada con lo suyo. Que renunció a muchas cosas de su vida personal por estar entre las elegidas. Pasó mucho tiempo fuera de casa, de los suyos, incluso fuera de su país, en concentraciones interminables. Una detrás de la otra. Siempre lejos.

Consiguió junto a sus compañeras el oro en una disciplina poco conocida para los aficionados a la vela. Los medios de comunicación hablaban poco o nada de ellas hasta prácticamente unas horas antes de lograr su hazaña.

Tuve la suerte de compartir un rato con Sofía de vuelta a Galicia, de ver su medalla, pero sobre todo de compartir sus relatos de aquellas históricas regatas en aguas inglesas, y de ver cómo a pesar del cansancio, sus ojos brillaban de alegría , ilusión y del sueño del que nadie querría despertar.

Para ella y muchos como ella, la crisis económica debería quedar al margen. Ahora tendrían que tener todo el apoyo de su país, aunque sólo fuese para devolverles parte de lo que nos dieron. No llega con los recibimientos y laudatios de estos días. La entrega de estos jóvenes debe recibir una recompensa, las oportunidades para poder desarrollar su proyecto de vida, su futuro en su país, sin verse obligados, como tantos otros, a buscarlas fuera. Que la generación perdida para España, por la tremenda irresponsabilidad de los que nos anunciaban brotes verdes cuando solo había cenizas, no incluya a quienes nos han llevado, una vez más, a saborear la gloria olímpica.


Olímpicos

Detrás das imaxes que todos vimos estes días durante a celebración dos Xogos Olímpicos hai moitas historias que se esconden tras algunhas das medallas e que non se retransmitiron nestas semanas. Pero todos podemos, coa nosa imaxinación, intentar aproximarnos un pouco ao que viviron moitos mozos deportistas nos anos previos á súa selección para participar nunha Olimpíada.

Representan o esforzo, o sacrificio persoal, as renuncias ao que os seus compañeiros gozan mentres eles adestran e adestran. Teñen no seu haber o espírito do sacrificio, do traballo en equipo e o compañeirismo. Palabras que soan rancias nunha sociedade consumista e en ocasións insolidaria.

Moitos deles, pola súa mocidade e entrega ao adestramento de anos, non plasman nos seus curriculum os seus estudos terminados, pero non por iso estarán en inferioridade de condicións fronte a aqueles que presuman de títulos e masters. Calquera empresa que se prece saberá valorar adecuadamente o que hai detrás destes mozos que con medallas ou sen elas regresaron a casa demostrando a súa capacidade de esforzo e a súa entrega incondicional en cada unha das disciplinas deportivas.

tiven a fortuna de coñecer persoalmente a unha das mozas laureadas co ouro olímpico. Cando coñecín a Sofía Touro, preparábase xa para conseguir ser seleccionada para formar parte da representación española no equipo de vela. Unha moza sinxela e ilusionada co seu. Que renunciou a moitas cousas da súa vida persoal por estar entre as elixidas. Pasou moito tempo fóra de casa, dos seus, ata fose do seu país, en concentracións interminables. Unha detrás da outra. Sempre lonxe.

Conseguiu xunto ás súas compañeiras o ouro nunha disciplina pouco coñecida para os afeccionados á vela. Os medios de comunicación falaban pouco ou nada delas ata practicamente unhas horas antes de lograr a súa fazaña.

Tiven a sorte de compartir un intre con Sofía de volta a Galicia, de ver a súa medalla, pero sobre todo de compartir os seus relatos daquelas históricas regatas en augas inglesas, e de ver como a pesar do cansazo, os seus ollos brillaban de alegría , ilusión e do soño do que ninguén querería espertar.

Para ela e moitos como ela, a crise económica debería quedar á marxe. Agora terían que ter todo o apoio do seu país, aínda que só fose para devolverlles parte do que nos deron. Non chega cos recibimentos e laudatios destes días. A entrega destes mozos debe recibir unha recompensa, as oportunidades para poder desenvolver o seu proxecto de vida, o seu futuro no seu país, sen verse obrigados, como tantos outros, a buscalas fose. Que a xeración perdida para España, á peito irresponsabilidade dos que nos anunciaban brotes verdes cando só había cinzas, non inclúa a quen nos levaron, unha vez máis, a saborear a gloria olímpica.


miércoles, 8 de agosto de 2012

Juego Revuelto

Estos días de verano, con algunas tardes lluviosas, vienen a mi recuerdo algunas maneras de pasar aquellos momentos cuando éramos más jóvenes. Entonces no existían Internet, ni los teléfonos móviles, ni las consolas conectadas a los televisores. Sólo nos quedaban los juegos de mesa, la música en vinilos o casetes y toda nuestra imaginación. Aunque no era frecuente, siempre había alguien que jugando al Monopoly, al Parchís o a la escoba, hacia sus trampillas y cuando se veía perdido revolvía las fichas diciendo “juego revuelto”.
Viene ello a cuento de las actitudes que estamos viviendo en los últimos días. Me refiero a las reacciones de algunos importantes dirigentes de gobiernos autonómicos, que tras recibir las indicaciones del gobierno de España, comenzaron a proclamar su insubordinación y su voluntad de no acatar las limitaciones de gasto de cara a poder cumplir con los objetivos de reducción de déficit público asumidos ante la Unión Europea.
Lo difícil de entender, por no decir que resulta repugnante, es que los mismos que se rebelan contra las medidas gubernamentales de reducción de deuda, horas antes se declaraban en situación económica de quiebra y pedían al gobierno de la nación que saliera en su rescate.
Los tiempos que corren son especialmente difíciles no sólo por la situación económica que nos toca solventar, sino por la necesidad de transmitir a todos nuestros socios europeos unidad y determinación a la hora de aplicar las necesarias medidas correctoras. Por ello resulta especialmente grave que con actitudes de rebeldía contra la reducción de gasto público, la imagen que transmitamos al exterior se corresponda con la de un país dividido y en permanente gresca.
Esto puede no ser casual. Durante un tiempo se transfirieron competencias sin el consecuente control de efectividad y rigor en el gasto de los fondos públicos. También hubo quien se rendía ante las exigencias de determinados gobiernos autonómicos para no perder los necesarios apoyos en Madrid. Recuerdo aquella frase del anterior presidente del gobierno en referencia al estatuto de autonomía de Cataluña, cuando nos dijo que aprobaría en el Congreso “lo que los catalanes aprobasen en Cataluña”, fuese esto constitucional o no. De aquellos polvos vienen estos lodos.
Quienes ahora amenazan con tener que cerrar hospitales o colegios públicos para poder cumplir con las exigencias del gobierno central, que tomen buena nota de cómo se puede reducir el gasto construyendo nuevos hospitales y otros servicios públicos, mirando lo que se hizo en Galicia en estos últimos cuatro años.
Los que ahora se ven perdidos en lugar de reconocer sus errores y cambiar de rumbo, prefieren revolver las fichas sobre el tablero y decir aquello de “ juego revuelto”, a ver si así no pierden la partida. Lo que tienen que saber es que de esta manera nadie la gana, y quien pierde somos todos, ellos también. Pierde España.


Xogo revolto

Estes días de verán, con algunhas tardes chuviosas, veñen ao meu recordo algúns xeitos de pasar aqueles momentos cando eramos máis novos. Entón non existían Internet, nin os teléfonos móbiles, nin as consolas conectadas aos televisores. Só nos quedaban os xogos de mesa, a música en vinilos ou casetes e toda a nosa imaxinación. Aínda que non era frecuente, sempre había alguén que xogando ao Monopoly, ao Parchís ou á escoba, cara ás súas trampillas e cando se vía perdido revolvía as fichas dicindo “xogo revolto”.
Vén iso a conto das actitudes que estamos vivindo nos últimos días. Refírome ás reaccións dalgúns importantes dirixentes de gobernos autonómicos, que tras recibir as indicacións do goberno de España, comezaron a proclamar o seu insubordinación e a súa vontade de non acatar as limitacións de gasto de face a poder cumprir cos obxectivos de redución de déficit público asumidos ante a Unión Europea.
O difícil de entender, por non dicir que resulta repugnante, é que os mesmos que se rebelan contra as medidas gobernamentais de redución de débeda, horas antes declarábanse en situación económica de quebra e pedían ao goberno da nación que saíse no seu rescate.
Os tempos que corren son especialmente difíciles non só pola situación económica que nos toca liquidar, senón pola necesidade de transmitir a todos os nosos socios europeos unidade e determinación á hora de aplicar as necesarias medidas correctoras. Por iso resulta especialmente grave que con actitudes de rebeldía contra a redución de gasto público, a imaxe que transmitamos ao exterior correspóndase coa dun país dividido e en permanente gresca.
Isto pode non ser casual. Durante un tempo transferíronse competencias sen o consecuente control de efectividade e rigor no gasto dos fondos públicos. Tamén houbo quen se rendía ante as esixencias de determinados gobernos autonómicos para non perder os necesarios apoios en Madrid. Recordo aquela frase do anterior presidente do goberno en referencia ao estatuto de autonomía de Cataluña, cando nos dixo que aprobaría no Congreso “o que os cataláns aprobasen en Cataluña”, fose isto constitucional ou non. Daqueles pos veñen estes lodos.
Quen agora ameazan con ter que pechar hospitais ou colexios públicos para poder cumprir coas esixencias do goberno central, que tomen boa nota de como se pode reducir o gasto construíndo novos hospitais e outros servizos públicos, mirando o que se fixo en Galicia nestes últimos catro anos.
Os que agora ven perdidos en lugar de recoñecer os seus erros e cambiar de rumbo, prefiren revolver as fichas sobre o taboleiro e dicir aquilo de “ xogo revolto”, a ver se así non perden a partida. O que teñen que saber é que deste xeito ninguén a gana, e quen perde somos todos, eles tamén. Perde España.

miércoles, 25 de julio de 2012

¿Por qué ahora?

Durante los últimos ocho años en España vivimos acontecimientos lo suficientemente graves y preocupantes como para haber provocado protestas en cadena de nuestra sociedad. Sin embargo éstas no se produjeron. Ni el vertiginoso incremento de personas engrosando las listas del paro, ni el enorme despilfarro en gasto público que llevo las cifras de déficit a niveles nunca vistos y que cruzaron líneas de difícil retorno, lo consiguieron.

Hoy las cuentas que se financian con la recaudación de los impuestos de todos los ciudadanos están en números rojos, y no en un rojo cualquiera. Hay que decirlo claramente, no hay dinero para poder financiar los servicios públicos que nos hemos dado en estos años.

El panorama se resume así: las dos partidas de gasto más importantes de los Presupuestos Generales del Estado las conforman los pagos por prestaciones de desempleo y los intereses de la deuda contraída por España. Por ambos conceptos superamos los 60.000 millones de euros, pero además es que nuestra deuda exterior neta representa más del 80% de nuestro PIB, y para acabar de complicarlo, estamos financiando esta deuda por encima del 7%, algo insostenible.

Además, el año pasado, la recaudación vía impuestos cayó en picado,  hasta el nivel más bajo del mundo desarrollado, descendiendo en más de 70.000 millones de euros del año 2007 al 2011, lo que puede calificarse de catástrofe recaudatoria.

Y si todo esto ocurría en estos últimos años, ¿por qué es ahora cuando la sociedad se rebela contra las decisiones de su gobierno? ¿Por qué lo hace cuando ya no hay dinero en las arcas públicas para seguir financiando lo que todos creíamos que no tendría final? ¿Acaso no tuvo ninguna responsabilidad el anterior Gobierno en esta caída de la recaudación y en la destrucción de puestos de trabajo? ¿Por qué protestamos contra la medicina y no lo hacíamos cuando se causaba la enfermedad?

Es ahora y no antes cuando se producen los incendios callejeros, cuando la ciudadanía se rebela contra las medidas de ajuste impuestas por falta de alternativas. Y lo es entre otras razones porque ahora se están ajustando los servicios públicos a la realidad, al nivel del número de personas que trabajan y pagan impuestos, del número de empresas en actividad. Porque ahora se le está diciendo a los ciudadanos lo que se le venía ocultando, que no se pueden seguir financiando estos servicios con más deuda y con más déficit, y esto cuesta asumirlo, acostumbrados como estábamos al discurso que diariamente nos regalaba el oído con mensajes amables pero llenos de mentiras.

Son tiempos duros para ejercer la política. Estamos expuestos al rechazo y a la crispación social, pero hoy más que nunca es necesario dar la cara y explicar con la verdad por delante todas las medidas que se adoptan desde el gobierno, por muy duro que resulte y la mucha incomprensión que se perciba. Si somos capaces de mantener la calma y trabajar duro en la misma dirección, que nadie tenga dudas de que podremos remontar esta pesadilla.


Por que agora?


Durante os últimos oito anos en España vivimos acontecementos o suficientemente graves e preocupantes como para provocar protestas en cadea da nosa sociedade. Con todo estas non se produciron. Nin o vertixinoso incremento de persoas engrosando as listas do paro, nin o enorme malgasto en gasto público que levo as cifras de déficit a niveis nunca vistos e que cruzaron liñas de difícil retorno, conseguírono.

Hoxe as contas que se financian coa recadación dos impostos de todos os cidadáns están en números vermellos, e non nun vermello calquera. Hai que dicilo claramente, non hai diñeiro para poder financiar os servizos públicos que nos demos nestes anos.

O panorama resúmese así: as dúas partidas de gasto máis importantes dos Orzamentos Xerais do Estado confórmanas os pagos por prestacións de desemprego e os intereses da débeda contraída por España. Por ambos os conceptos superamos os 60.000 millóns de euros, pero ademais é que a nosa débeda exterior neta representa máis do 80% do noso PIB, e para acabar de complicalo, estamos financiando esta débeda por encima do 7%, algo insostible.

Ademais, o ano pasado, a recadación vía impostos caeu en picado, ata o nivel máis baixo do mundo desenvolvido, descendendo en máis de 70.000 millóns de euros do ano 2007 ao 2011, o que pode cualificarse de catástrofe recadatoria.

E se todo isto ocorría nestes últimos anos, por que é agora cando a sociedade rebélase contra as decisións do seu goberno? Por que o fai cando xa non hai diñeiro nas arcas públicas para seguir financiando o que todos criamos que non tería final? Seica non tivo ningunha responsabilidade o anterior Goberno nesta caída da recadación e na destrución de postos de traballo? Por que protestamos contra o medicamento e non o faciamos cando se causaba a enfermidade?

É agora e non antes cando se producen os incendios rueiros, cando a cidadanía rebélase contra as medidas de axuste impostas por falta de alternativas. E o é entre outras razóns porque agora estanse axustando os servizos públicos á realidade, ao nivel do número de persoas que traballan e pagan impostos, do número de empresas en actividade. Porque agora estáselle dicindo aos cidadáns o que se lle viña ocultando, que non se poden seguir financiando estes servizos con máis débeda e con máis déficit, e isto custa asumilo, afeitos como estabamos ao discurso que diariamente nos regalaba o oído con mensaxes amables pero cheos de mentiras.

Son tempos duros para exercer a política. Estamos expostos ao rexeitamento e á crispación social, pero hoxe máis que nunca é necesario dar a cara e explicar coa verdade por diante todas as medidas que se adoptan desde o goberno, por moi duro que resulte e a moita incomprensión que se perciba. Se somos capaces de manter a calma e traballar duro na mesma dirección, que ninguén teña dúbidas de que poderemos remontar este pesadelo.

miércoles, 11 de julio de 2012

A la velocidad de la luz

Estos días empiezan a oler a verano y somos muchos los que anhelamos unos momentos de descanso y tranquilidad.

Pienso en mis planes, y uno inexcusable será escapar de las prisas y de la vorágine de las noticias reiterativas y cargadas de bombo y acento económico. Son estos días en los que uno tiene algo de tiempo para pensar, para hacer balance, para recapacitar y darnos cuenta de la velocidad de los acontecimientos que nos afectan y rodean.

Vivimos una vida en la que cuando eres muy joven te parece que será larga y durará eternamente. Con el paso de los años, éstos corren cada vez más y cuando nos damos cuenta la vida comienza a consumirse a la velocidad de la luz.

Queremos todo al momento, para hoy. No tenemos perspectiva del esfuerzo y del tiempo que requieren conseguir metas y vencer dificultades. Hemos fabricado una sociedad que, además de consumista, parece necesitar saciar todos sus caprichos y deseos en el tiempo en que nos bebemos una cerveza. Hasta las reformas fiscales y económicas que nos exigen desde Bruselas tiene que ser para ya. Problemas generados por conductas y actitudes de años, ahora hay que resolverlos en pocos días.

Todo transcurre deprisa, muy deprisa. Los éxitos se miden por la rapidez en alcanzar la meta. Los deportes de velocidad arrasan. Nos obsesionan los desplazamientos en el menor tiempo posible. Protestamos en cuanto un camarero demora unos minutos el plato que acabamos de pedir. Pero, ¿nos hemos parado a pensar tan solo un segundo para qué tantas prisas, si la vida ya transcurre a la velocidad de la luz?

Con el paso de los años, las personas acumulamos experiencias y recuerdos, sobre todo recuerdos. Es entonces cuando empezamos a tener la perspectiva del tiempo vivido, de lo  mucho acontecido en nuestras vidas. Empezamos a llenar nuestras conversaciones con lo que otros, con menos vivencias, llamarán batallitas. Que cada cual piense en las suyas, que cada uno lo analice con sus propios ejemplos. Les ayudaré con algunos. ¿Cuantos años hace que vamos a un determinado lugar?, ¿cuanto tiempo desde que conocimos a una persona?, ¿cuanto transcurrió desde que finalizamos nuestros estudios, hicimos la mili, o nos casamos? Las respuestas a estas y otras preguntas nos darán una rápida perspectiva del camino recorrido y del margen por recorrer.

Mientras finalizo estas líneas yo mismo dejo volar mi cronómetro. ¡Qué pronto pasamos de llevar de la mano a nuestras hijas a ver una cabalgata de Reyes para en un suspiro verlas colgadas de tu brazo camino del altar!

Y es ahora, con el paso de los años, y en un contexto de crisis de valores y también económica, cuando más debemos valorar el tiempo para, reposadamente, sin prisas y sin agobios, sopesar lo que hicimos y lo que nos queda por hacer. Que la velocidad de la luz no contagie nuestros relojes vitales.

 

Á velocidade da luz

Estes días empezan a cheirar a verán e somos moitos os que anhelamos uns momentos de descanso e tranquilidade.

Penso nos meus plans, e un inescusable será escapar das présas e do vórtice das noticias reiterativas e cargadas de bombo e acento económico. Son estes días nos que un ten algo de tempo para pensar, para facer balance, para recapacitar e darnos conta da velocidade dos acontecementos que nos afectan e rodean.

Vivimos unha vida na que cando es moi nova paréceche que será longa e durará eternamente. Co paso dos anos, estes corren cada vez máis e cando nos damos conta a vida comeza a consumirse á velocidade da luz.

Queremos todo ao momento, para hoxe. Non temos perspectiva do esforzo e do tempo que requiren conseguir metas e vencer dificultades. fabricamos unha sociedade que, ademais de consumista, parece necesitar saciar todos os seus caprichos e desexos no tempo en que nos bebemos unha cervexa. Ata as reformas fiscais e económicas que nos esixen desde Bruxelas ten que ser para xa. Problemas xerados por condutas e actitudes de anos, agora hai que resolvelos en poucos días.

Todo transcorre rápido, moi rápido. Os éxitos mídense pola rapidez en alcanzar a meta. Os deportes de velocidade arrasan. Obsesiónannos os desprazamentos no menor tempo posible. Protestamos en canto un camareiro demora uns minutos o prato que acabamos de pedir. Pero, parámonos a pensar tan só un segundo para que tantas présas, se a vida xa transcorre á velocidade da luz?

Co paso dos anos, as persoas acumulamos experiencias e recordos, sobre todo recordos. É entón cando empezamos a ter a perspectiva do tempo vivido, do moito acontecido nas nosas vidas. Empezamos a encher as nosas conversacións co que outros, con menos vivencias, chamarán batallitas. Que cada cal pense nas súas, que cada un analíceo cos seus propios exemplos. Axudareilles con algúns. Cantos anos fai que imos a un determinado lugar?, canto tempo desde que coñecemos a unha persoa?, canto transcorreu desde que finalizamos os nosos estudos, fixemos a mili, ou nos casamos? As respostas a estas e outras preguntas darannos unha rápida perspectiva do camiño percorrido e da marxe por percorrer.

Mentres finalizo estas liñas eu mesmo deixo voar o meu cronómetro. ¡Que pronto pasamos de levar da man ás nosas fillas a ver unha cabalgata de Reyes para nun amén velas colgadas do teu brazo camiño do altar!

E é agora, co paso dos anos, e nun contexto de crise de valores e tamén económica, cando máis debemos valorar o tempo para, reposadamente, sen présas e sen abafos, sopesar o que fixemos e o que nos queda por facer. Que a velocidade da luz non contaxie os nosos reloxos vitais.


miércoles, 27 de junio de 2012

Contrastes

Siempre me han llamado la atención las situaciones cambiantes en cortos espacios de tiempo o los contrastes emocionales que la especie humana es capaz de exteriorizar con una facilidad pasmosa.

En estos últimos días nadie ha sido ajeno a dos grandes tipos de eventos bien diferenciados, en el fondo y en las formas.

Por una parte las convulsiones económicas de la zona euro con las consiguientes reacciones de políticos y mercados, y por otra los intensos acontecimientos deportivos, que van desde el torneo de tenis más prestigioso hasta la Fórmula 1 en Valencia, pasando por los partidos de la Eurocopa y el emocionante y merecido ascenso del C.D. Lugo a la segunda división.

Ambos tipos de acontecimientos, bien diferenciados en sus repercusiones sociales y mediáticas, sin olvidar las económicas, presentan a su vez elementos comunes que me gustaría resaltar. Cuando una sociedad se encuentra anímicamente deprimida lo que necesita y celebra, cuando se producen, son los éxitos de sus líderes, en este caso de los deportistas que en diferentes escenarios celebran victorias abrazados a nuestra bandera mientras suena el himno nacional de España.

Desde Rafa Nadal hasta Fernando Alonso, pasando por la selección nacional de fútbol o los jugadores del Lugo , nos han provocado intensas emociones y vibrantes escenas que trascienden lo deportivo.

Decía Marta Rivera Cruz en uno de sus tweets de este domingo “Alonso, Xabi Alonso, Pau Gasol, Rafa Nadal, Iker Casillas: un país que echa al mundo gente así tiene que ser capaz de salir adelante”. Tienes razón Marta, y podríamos completar este artículo con más nombres de otros deportistas más modestos que también están contribuyendo al éxito español y no habría espacio suficiente en esta página.

Pero es aquí donde se producen los contrastes. Me pregunto por qué solamente cuando se están jugando campeonatos deportivos importantes somos capaces de sacar a la calle, a nuestros balcones, jardines o coches, la bandera de España, y no cuando celebramos fechas históricas o tradicionales vinculadas a nuestro país.

Mientras la selección española se jugaba su pase a la semifinal, el Presidente del Gobierno de España se dedicaba a recorrer medio mundo en una agenda cargada de importantes encuentros, que tenían como denominador común plantear la necesidad de afrontar una crisis económica que no sólo nos compete a nosotros, que también, sino que requiere soluciones conjuntas de todos los líderes europeos. Las negociaciones están abiertas todavía, pero aunque vayan por buen camino y culminen con éxitos para España dudo mucho que cuando lleguen los celebremos igual que un gol de Xabi Alonso.
Contrastes de una sociedad que celebra ansiosa los éxitos deportivos, mientras sigue considerando a sus políticos como el tercero de sus problemas. Mientras no hagamos méritos para cambiar lo segundo que continúen las alegrías celebrando lo primero.

Contrastes


Sempre me chamaron a atención as situacións cambiantes en curtos espazos de tempo ou os contrastes emocionais que a especie humana é capaz de exteriorizar cunha facilidade abraiante.

Nestes últimos días ninguén foi alleo a dous grandes tipos de eventos ben diferenciados, no fondo e nas formas.

Por unha banda as convulsións económicas da zona euro coas consecuentes reaccións de políticos e mercados, e por outra os intensos acontecementos deportivos, que van desde o torneo de tenis máis prestixioso ata a Fórmula 1 en Valencia, pasando polos partidos da Eurocopa e o emocionante e merecido ascenso do C.D. Lugo á segunda división.

Ambos os tipos de acontecementos, ben diferenciados nas súas repercusións sociais e mediáticas, sen esquecer as económicas, presentan á súa vez elementos comúns que me gustaría resaltar. Cando unha sociedade atópase animicamente deprimida o que necesita e celebra, cando se producen, son os éxitos dos seus líderes, neste caso dos deportistas que en diferentes escenarios celebran vitorias abrazados á nosa bandeira mentres soa o himno nacional de España.

Desde Rafa Nadal ata Fernando Alonso, pasando pola selección nacional de fútbol ou os xogadores do Lugo , provocáronnos intensas emocións e vibrantes escenas que transcenden o deportivo.

Dicía Marta Rivera Cruz nun das súas tweets deste domingo “Alonso, Xabi Alonso, Pau Gasol, Rafa Nadal, Iker Casillas: un país que bota ao mundo xente así ten que ser capaz de saír adiante”. Tes razón Marta, e poderiamos completar este artigo con máis nomes doutros deportistas máis modestos que tamén están contribuíndo ao éxito español e non habería espazo suficiente nesta páxina.

Pero é aquí onde se producen os contrastes. Pregúntome por que soamente cando se están xogando campionatos deportivos importantes somos capaces de sacar á rúa, aos nosos balcóns, xardíns ou coches, a bandeira de España, e non cando celebramos datas históricas ou tradicionais vinculadas ao noso país.

Mentres a selección española xogábase o seu pase á semifinal, o Presidente do Goberno de España dedicábase a percorrer medio mundo nunha axenda cargada de importantes encontros, que tiñan como denominador común expor a necesidade de afrontar unha crise económica que non só nos compete a nós, que tamén, senón que require solucións conxuntas de todos os líderes europeos. As negociacións están abertas aínda, pero aínda que vaian por bo camiño e culminen con éxitos para España dubido moito que cando cheguen celebrémolos igual que un gol de Xabi Alonso.

Contrastes dunha sociedade que celebra ansiosa os éxitos deportivos, mentres segue considerando aos seus políticos como o terceiro dos seus problemas. Mentres non fagamos méritos para cambiar o segundo que continúen as alegrías celebrando o primeiro.

miércoles, 13 de junio de 2012

Gentes de la mar

Todavía con salitre en la cara  por las horas transcurridas a bordo en aguas de Corcubión y Finisterre, me dispongo a escribir unas líneas sobre nuestras gentes que se ganan la vida en la pesca artesanal.

Hace ocho años asumí la portavocía de pesca en el Congreso de los Diputados y desde entonces fueron muchas las conversaciones con organizaciones pesqueras, Cofradías de Pescadores, empresarios y hombres y mujeres que se ganan, y a veces se dejan, la vida en la mar.

Oficio duro y sacrificado. “El mar quiere valientes” repite con frecuencia un amigo. Pero aun así un hermoso trabajo cuando el telón de fondo lo conforman las rías gallegas.

Durante años el sector pesquero fue sinónimo de ingresos que otros no obtenían y era habitual ver cómo en poblaciones costeras los jóvenes que se embarcaban, al tocar puerto por pocos días, eran la envidia de sus amigos a la vista del dinero que manejaban. Aquella situación fue cambiando, y la construcción en los años de euforia se llevo a muchos de aquellos tripulantes y a las futuras incorporaciones a buscar fortuna entre andamios. Poco a poco aquellos rostros de nativos de Burela o Celeiro fueron sustituyéndose por otros procedentes de Cabo Verde, Senegal, Perú y otros lejanos países.

Se han sucedido cambios en las tripulaciones, pero también en leyes y normas, especialmente las comunitarias. Cambios en la situación de los diferentes caladeros a nivel de recursos pero también de conservación de los mismos. Pero a pesar de ello, ahí siguen nuestras mujeres y hombres buscándose la vida entre marea y marea, entre roca y roca, de día y de noche, en invierno y en verano.

Hoy los vi de cerca en plena faena, hablé con ellos y escuché sus preocupaciones. Son marineros artesanales, es decir que faenan cerca de la costa, con artes respetuosas con el medio marino y en pequeñas embarcaciones. Están preocupados porque en estos meses se está dilucidando su futuro en las mesas de los consejos de ministros europeos de pesca, y lo están porque una nueva reforma en materia reguladora de la actividad pesquera se cierne sobre ellos con más sombras que luces.

Salen de sus casas a las cuatro de la madrugada y no regresan hasta las tres de la tarde. A esa hora pondrán en la lonja sus capturas, escasas y valiosas, para intentar cuadrar con estos ingresos los múltiples gastos de explotación de sus pequeñas embarcaciones.

Su futuro depende de decisiones aparentemente sencillas, como por ejemplo poner de acuerdo a todos los países en definir lo que se entiende por pesca artesanal.

Mientras los técnicos y políticos nos ponemos de acuerdo, ellos sólo quieren que esta actividad tenga futuro y que sus hijos, con las puertas cerradas en otros campos por la crisis económica, puedan elegir como opción, como modo de ganarse la vida la de extraer a diario los recursos que tanto apreciamos cuando los saboreamos en nuestras mesas.

Las olas que hoy salpicaron nuestras caras merecieron la pena. Esta es la verdadera política. Así es como hay que mojarse.

 

Xentes da mar


Aínda con salitre na cara polas horas transcorridas a bordo en augas de Corcubión e Finisterre, dispóñome a escribir unhas liñas sobre as nosas xentes que se gañan a vida na pesca artesanal.

Fai oito anos asumín a portavocía de pesca no Congreso dos Deputados e desde entón foron moitas as conversacións con organizacións pesqueiras, Confrarías de Pescadores, empresarios e homes e mulleres que se gañan, e ás veces déixanse, a vida na mar.

Oficio duro e sacrificado. ?O mar quere valentes? repite con frecuencia un amigo. Pero aínda así un fermoso traballo cando o pano de fondo confórmano as rías galegas.

Durante anos o sector pesqueiro foi sinónimo de ingresos que outros non obtiñan e era habitual ver como en poboacións costeiras os mozos que se embarcaban, ao tocar porto por poucos días, eran a envexa dos seus amigos á vista do diñeiro que manexaban. Aquela situación foi cambiando, e a construción nos anos de euforia levo a moitos daqueles tripulantes e ás futuras incorporacións a buscar fortuna entre estadas. Aos poucos aqueles rostros de nativos de Burela ou Celeiro foron substituíndose por outros procedentes de Cabo Verde, Senegal, Perú e outros afastados países.

Sucedéronse cambios nas tripulacións, pero tamén en leis e normas, especialmente as comunitarias. Cambios na situación dos diferentes caladoiros a nivel de recursos pero tamén de conservación dos mesmos. Pero a pesar diso, aí seguen as nosas mulleres e homes buscándose a vida entre marea e marea, entre roca e roca, de día e de noite, no inverno e no verán.

Hoxe vinos de cerca en plena faena, falei con eles e escoitei as súas preocupacións. Son mariñeiros artesanais, é dicir que faenan preto da costa, con artes respectuosas co medio mariño e en pequenas embarcacións. Están preocupados porque nestes meses estase dilucidando o seu futuro nas mesas dos consellos de ministros europeos de pesca, e estano porque unha nova reforma en materia reguladora da actividade pesqueira se cerne sobre eles con máis sombras que luces.

Saen das súas casas ás catro da madrugada e non regresan ata as tres da tarde. A esa hora porán na lonxa as súas capturas, escasas e valiosas, para intentar cadrar con estes ingresos os múltiples gastos de explotación das súas pequenas embarcacións.

O seu futuro depende de decisións aparentemente sinxelas, por exemplo pór de acordo a todos os países en definir o que se entende por pesca artesanal.

Mentres os técnicos e políticos pómonos de acordo, eles só queren que esta actividade teña futuro e que os seus fillos, coas portas pechadas noutros campos pola crise económica, poidan elixir como opción, como modo de gañarse a vida a de extraer a diario os recursos que tanto apreciamos cando os saboreamos nas nosas mesas.

As ondas que hoxe salpicaron as nosas caras mereceron a pena. Esta é a verdadeira política. Así é como hai que mollarse.