miércoles, 21 de marzo de 2018

Pena revisable, dolor perpetuo

A nadie le habrá pasado por alto en estas últimas semanas y en especial en los últimos días, los debates y enfrentamientos políticos en torno a las pretensiones de algunos de derogar la pena de prisión permanente revisable. 

Se han utilizado estrategias y expresiones con alta carga demagógica como la comparación de esta pena con la cadena perpetua, que como es bien sabido no existe en nuestro país. Escuchando a cuantos pretenden esta derogación pareciera que nuestro Código Penal estuviera en contra de la rehabilitación o de la reinserción en la sociedad de aquellos que cumplen penas de cárcel. Nada más lejano a la realidad.

Se ha dicho que vulnera nuestra Carta Magna, cuando la avala el Estatuto de la Corte Penal Internacional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, siendo norma muy similar a la que existe en la mayoría de los países europeos y de nuestro entorno como Alemania, Francia o Italia. Países en los que el número de casos a los que se aplica la prisión permanente revisable están en torno al doble de los que contempla nuestra norma, que serían trece de aceptarse los cinco nuevos supuestos que proponemos incorporar. Países en los que la revisión de la pena se produce en un plazo similar a la norma española, veinticinco años.

Cuando mi Partido defiende la no derogación de esta norma esta defendiendo una posición que comparte la inmensa mayoría de los españoles (más del 80%), que básicamente consiste en proteger a personas muy vulnerables, como los niños, de criminales que cometen delitos de excepcional gravedad, atroces, que generando el mayor rechazo social merecen el mayor reproche penal.

El pasado jueves 15 de marzo durante la celebración del Pleno en el Congreso de los Diputados lo que defendíamos y yo voté con mis compañeros del Grupo Parlamentario Popular era fortalecer y ampliar esta pena para cinco nuevos supuestos de aplicación a delitos muy graves. Estamos hablando de asesinatos después de un secuestro o con la ocultación del cadáver, la estamos proponiendo para aquellos que provoquen varias muertes por estragos, incendios o fugas radioactivas intencionadas, la queremos para violadores en serie o para violadores de menores. ¿No son delitos tremendamente graves y que requieren una respuesta penal proporcional?, ¿no es lógico que queramos que los españoles tengan un nivel de protección similar al resto de los europeos?. 

Lo que todos sabemos es que entre nosotros hay delincuentes, y que estos cometen delitos de excepcional gravedad por los que deben pagar, y por ello lo que estamos proponiendo es que se les apliquen penas que garanticen que no puedan volver a causar ningún mal a nadie. 

La revisión de las penas a partir de los veinticinco años está contemplada en esta norma, y por tanto es compatible con la reinserción social. Lo que no es nada revisable es el dolor, el daño y el sufrimiento que han causado, ya que este dolor es perpetuo.

Pena revisable, dor perpetua.

A ninguén lle pasará por alto nestas últimas semanas e en especial nos últimos días, os debates e enfrontamentos políticos ao redor das pretensións dalgúns de derrogar a pena de prisión permanente revisable. 

Utilizáronse estratexias e expresións con alta carga demagóxica como a comparación desta pena coa cadea perpetua, que como é ben sabido non existe no noso país. Escoitando a cuantos pretenden esta derrogación parecese que o noso Código penal estivese en contra da rehabilitación ou da reinserción na sociedade daqueles que cumpren penas de cárcere. Nada máis afastado á realidade.

Díxose que vulnera a nosa Carta Magna, cando a avala o Estatuto da Corte Penal Internacional e o Tribunal Europeo de Dereitos Humanos, sendo norma moi similar á que existe na maioría dos países europeos e da nosa contorna como Alemaña, Francia ou Italia. Países nos que o número de casos aos que se aplica a prisión permanente revisable están en torno ao dobre dos que contempla a nosa norma, que serían trece de aceptarse os cinco novos supostos que propoñemos incorporar. Países nos que a revisión da pena prodúcese nun prazo similar á norma española, vinte e cinco anos.

Cando o meu Partido defende a non derrogación desta norma esta defendendo unha posición que comparte a inmensa maioría dos españois (máis do 80%), que basicamente consiste en protexer a persoas moi vulnerables, como os nenos, de criminais que cometen delitos de excepcional gravidade, atroces, que xerando o maior rexeitamento social merecen o maior reproche penal.

O pasado xoves 15 de marzo durante a celebración do Pleno no Congreso dos Deputados o que defendiamos e eu votei cos meus compañeiros do Grupo Parlamentario Popular era fortalecer e ampliar esta pena para cinco novos supostos de aplicación a delitos moi graves. Estamos a falar de asasinatos despois dun secuestro ou coa ocultación do cadáver, estamos a propoñela para aqueles que provoquen varias mortes por estragos, incendios ou fugas radioactivas intencionadas, querémola para violadores en serie ou para violadores de menores. Non son delitos tremendamente graves e que requiren unha resposta penal proporcional?, non é lóxico que queiramos que os españois teñan un nivel de protección similar ao resto dos europeos?. 

O que todos sabemos é que entre nós hai delincuentes, e que estes cometen delitos de excepcional gravidade polos que deben pagar, e por iso o que estamos a propoñer é que se lles apliquen penas que garantan que non poidan volver causar ningún mal a ninguén. 

A revisión das penas a partir dos vinte e cinco anos está contemplada nesta norma, e por tanto é compatible coa reinserción social. O que non é nada revisable é a dor, o dano e o sufrimento que causaron, xa que esta dor é perpetuo.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Reflexión serena

Hace 15 días dedicaba este espacio a trasladar mi reflexión, al tiempo que preocupación, sobre el languidecer que experimentan, sin aparente remedio a la vista, nuestra ciudad y de manera especial su Centro Histórico. Hoy no tengo la intención de posicionarme contra proyectos que puedan mejorar cualquier aspecto beneficioso para Lugo, creo que no soy sospechoso de ello después de dedicar una parte importante de mi vida política a esta causa. Pero ello no quiere decir que precisamente por ser consciente y conocedor de lo que cuesta emprender un proyecto y especialmente conseguir los recursos económicos para su financiación, no tenga una opinión prudente sobre lo que puede suponer para esta ciudad y sus habitantes trasladar la actual estación de autobuses a otro lugar e invertir en esa nueva ubicación más de 6 millones de euros en base al, en ocasiones mal utilizado, concepto de la intermodalidad.

En definitiva lo que se está proponiendo es cerrar la estación de autobuses actual, construir una nueva en un espacio menos accesible y combinar este proyecto con una nueva estación de ferrocarril y un aparcamiento.

Vayamos por partes. La ubicación de la actual estación de autobuses es privilegiada para sus usuarios. Son muchos los que llegan a Lugo en autobús desde poblaciones de la provincia para realizar alguna gestión y regresar en el día, y suelen realizarlas en organismos oficiales, consultas de profesionales, comercios... curiosamente situadas todas estas dependencias en el interior o proximidades del recinto amurallado. Es decir, te bajas del autobús y cuando sales a la calle estás delante de la Muralla, en pleno centro urbano.

La nueva ubicación junto a la actual estación del tren además de alejarse del centro, obligaría a los usuarios a tener que superar un importante desnivel entre ese emplazamiento y el recinto amurallado, algo que no estaría al alcance de todas las personas en función de su edad o sus dificultades para subir pendientes. En este punto alguien pude argumentar que habría autobuses urbanos para acercarse al centro a lo que yo les preguntaría si esos mismos autobuses no podrían existir para comunicar la actual estación con la de ferrocarril en los horarios en que existan servicios de llegada o salida de trenes.

Con más de 6 millones de euros se puede dejar reformada para muchos años la actual estación, implantar un servicio de autobuses que comunique las dos estaciones y dedicar el abundante resto a mejorar muchas demandas de la ciudad. 

No tengo espacio para seguir argumentando respecto al tren y a las previsiones del número de viajeros una vez llegue la alta velocidad, pero sí que queda el suficiente para que les diga que el dinero público debe ser administrado con mesura. Aquí tendemos a construir un aeropuerto al lado del que podía ser remodelado y nos parece bien. Por Europa adelante se tiende a rehabilitar, mejorar, ampliar y pocas veces a tirar y hacer todo nuevo. 

Es sólo una opinión que puede estar equivocada, pero que pretende contribuir al debate y a la reflexión serena con el resto de propuestas. Al final lo único que nos debe importar es qué es lo mejor para Lugo.

Reflexión serena

Hai 15 días dedicaba este espazo para trasladar a miña reflexión, á vez que preocupación, sobre o languidecer que experimentan, sen aparente remedio á vista, a nosa cidade e de maneira especial o seu Centro Histórico. Hoxe non teño a intención de posicionarme contra proxectos que poidan mellorar calquera aspecto beneficioso para Lugo, creo que non son sospeitoso diso despois de dedicar unha parte importante da miña vida política a esta causa. Pero iso non quere dicir que precisamente por ser consciente e coñecedor do que custa emprender un proxecto e especialmente conseguir os recursos económicos para o seu financiamento, non teña unha opinión prudente sobre o que pode supoñer para esta cidade e os seus habitantes trasladar a actual estación de autobuses a outro lugar e investir nesa nova localización máis de 6 millóns de euros en base ao, en ocasións mal utilizado, concepto da intermodalidade.

En definitiva o que se está propoñendo é pechar a estación de autobuses actual, construír unha nova nun espazo menos accesible e combinar este proxecto cunha nova estación de ferrocarril e un aparcadoiro.

Vaiamos por partes. A localización da actual estación de autobuses é privilexiada para os seus usuarios. Son moitos os que chegan a Lugo en autobús desde poboacións da provincia para realizar algunha xestión e regresar no día, e adoitan realizalas en organismos oficiais, consultas de profesionais, comercios... curiosamente situadas todas estas dependencias no interior ou proximidades do recinto amurallado. É dicir, báixas do autobús e cando salgues á rúa estás diante da Muralla, en pleno centro urbano.

A nova localización xunto á actual estación do tren ademais de afastarse do centro, obrigaría aos usuarios para ter que superar un importante desnivel entre ese emprazamento e o recinto amurallado, algo que non estaría ao alcance de todas as persoas en función da súa idade ou as súas dificultades para subir pendentes. Neste punto alguén puiden argumentar que habería autobuses urbanos para achegarse ao centro ao que eu preguntaríalles se eses mesmos autobuses non poderían existir para comunicar a actual estación coa de ferrocarril nos horarios en que existan servizos de chegada ou saída de trens.

Con máis de 6 millóns de euros pódese deixar reformada para moitos anos a actual estación, implantar un servizo de autobuses que comunique as dúas estacións e dedicar o abundante resto a mellorar moitas demandas da cidade. 

Non teño espazo para seguir argumentando respecto ao tren e ás previsións do número de viaxeiros unha vez chegue a alta velocidade, pero si que queda o suficiente para que lles diga que o diñeiro público debe ser administrado con mesura. Aquí tendemos a construír un aeroporto á beira do que podía ser remodelado e parécenos ben. Por Europa adiante téndese a rehabilitar, mellorar, ampliar e poucas veces para tirar e facer todo novo. 

É só unha opinión que pode estar equivocada, pero que pretende contribuír ao debate e á reflexión serena co resto de propostas. Ao final o único que nos debe importar é que é o mellor para Lugo.