domingo, 27 de abril de 2008

Primeras Comuniones

Acabo de regresar de una de las miles de primeras comuniones que en estas fechas se celebran por toda España.

Revives recuerdos y nostalgias. Pero también ves y contrastas con familiares y menos conocidos cómo fueron las que ahora recordamos y cómo son las de hoy en día. Aquí y ahora estamos ante puestas en escena donde las cámaras digitales y de vídeo abundan más en el interior de la iglesia que las velas y los santos. No hay un familiar que no pase más de la mitad de la ceremonia con su brazo levantado filmando o fotografiando a la niña o el niño que le toca enfocar.

Los niños leen, después de sus intensos y duraderos ensayos previos, citas, pasajes evangélicos o peticiones cargadas de buenas intenciones. Todos quieren ser muy buenos.

Tras las interminables sesiones de fotos con unos y otros, llega la hora de entregar regalos. En mi época era el reloj de pulsera el más preciado y deseado. Ahora son los teléfonos móviles, los mp3 y las cámaras de fotos digitales los reyes de ese día.

Un banquete parecido al de las bodas es la siguiente etapa. La sobremesa, las copas y las tertulias con personas que sólo ves en estos acontecimientos va poniendo punto final al día.

No quiero pensar en los gastos que para los padres de la criatura supone organizar y ofrecer a sus hijos un día inolvidable. El traje, los recordatorios, el banquete, los regalos... Algo fuerte en tiempos de crisis económica.

Una cosa más, y para terminar. En aquellos años en que personas como yo vivíamos con nerviosismo y emoción nuestra primera comunión, había mucho de lo que ahora vemos. Lo que no había, porque no era posible, era el grado de consumismo y su correspondiente materialismo. Ya no entro a valorar las diferencias, ni lo que era mejor ni peor. Ahora es diferente. Como muchas cosas. Hemos mejorado en muchas, pero también hemos perdido en otras.

Lo que sí hay que hacer es vivir cada época y cada momento. Para bien y para menos bien. Vivir en mayúsculas.


Primeiras comuñóns

Acabo de regresar dunha das miles de primeiras comuñóns que nestas datas celébranse por toda España.

Revives recordos e nostalxias. Pero tamén ves e contrastas con familiares e menos coñecidos como foron as que agora recordamos e como son as de hoxe en día. Aquí e agora estamos ante postas en escena onde as cámaras digitales e de vídeo abundan máis no interior da igrexa que as velas e os santos. Non hai un familiar que non pase máis da metade da cerimonia co seu brazo levantado filmando ou fotografando á nena ou o neno que lle toca enfocar.

Os nenos len, logo dos seus intensos e duraderos ensaios previos, citas, pasajes evangélicos ou peticións cargadas de boas intencións. Todos queren ser moi bos.
Tralas interminables sesións de fotos cuns e outros, chega a hora de entregar agasallos.

Na miña época era o reloxo de pulsera o máis preciado e desexado. Agora son os teléfonos móbiles, os mp3 e as cámaras de fotos digitales os reis dese día.

Un banquete parecido ao das vodas é a seguinte etapa. A sobremesa, as copas e os faladoiros con persoas que só ves nestes acontecementos vai poñendo punto final ao día.
Non quero pensar nos gastos que para os pais da criatura supón organizar e ofrecer aos seus fillos un día inesquecible. O traxe, os recordatorios, o banquete, os agasallos... Algo forte en tempos de crise económica.

Unha cousa máis, e para terminar. Naqueles anos en que persoas como eu viviamos con nerviosismo e emoción nosa primeira comuñón, había moito do que agora vemos. O que non había, porque non era posible, era o grado de consumismo e o seu correspondente materialismo. Xa non entro a valorar as diferenzas, nin o que era mellor nin peor. Agora é diferente. Como moitas cousas. melloramos en moitas, pero tamén perdemos noutras.

O que si hai que facer é vivir cada época e cada momento. Para ben e para menos ben. Vivir en mayúsculas.

lunes, 21 de abril de 2008

Competencia

En un diario económico leí un articulo titulado “El comercio Chino: un gran negocio con demasiados cabos sueltos”. Entre otras cuestiones analiza cuál es la China que más se ve en España. Y no es otra que la de las tiendas sin horarios, las que mezclan en los mismos estantes comida con productos de limpieza, tornillos, ropa, calzado y una lista variada e interminable.

A esta primera definición del negocio en cuestión aún cabe añadir un sinfín de “irregularidades”. Así se habla del montón de horas que permanecen abiertos, de como muchos de estos negocios son casi una vivienda para toda la familia, y como muchas veces no tienen ni licencia para ejercer la actividad. Le sigue el incumplimiento en la normativa del etiquetado, el carecer de carné de manipulador, el no pagar salarios o el no cumplir con sus obligaciones fiscales ni de la Seguridad Social.

Lo que me dejó más perplejo es saber que con estos antecedentes, y ante las correspondientes inspecciones rutinarias, pasan por alto este sinfín de anomalías, muchas gravísimas, porque a efectos legales a los inspectores no les consta que existan, y claro eso ya rompe los esquemas y complica mucho más la ya de por si burocracia administrativa.

¿Y quién paga todo este despropósito?, el pequeño comercio.

Primero tuvo que hacer frente a la fuerte competencia de los supermercados, después los hipermercados y ahora los establecimientos chinos. En este artículo se llega a decir que el comercio chino es la franquicia más rentable y más grande del mundo.

En Lugo podríamos añadir a la lista de enemigos con los que se enfrenta el pequeño comercio lucense, la falta de aparcamientos en zonas céntricas comerciales, las facilidades para acudir en bus a las grandes superficies y la supresión de las líneas que se acercan al centro histórico, y la hipocresía de las diferentes administraciones que no se cortan un pelo en discursos apostando por el comercio de proximidad, en hablar de centros comerciales abiertos, mientras con la boca pequeña practican lo ya apuntado, además de permitir todo tipo de irregularidades en los chinos, que también los hay en Lugo, y cada día en mayor numero.

¿Quién será el valiente que denuncie estas situaciones y empiece a cerrar los que incumplan las leyes? Mientras alguien se decide, no duden que seguirán lloviendo sanciones por no rotular en gallego o por no poner en lugar adecuado el cartel de prohibido fumar. ¿Alguien da más?.


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Competencia

Nun diario económico lin un articulo titulado "O comercio Chinés: un gran negocio con demasiados cabos soltos". Entre outras cuestións analiza cal é a China que máis se ve en España. E non é outra que a das tendas sen horarios, as que mesturan nos mesmos estantes comida con produtos de limpeza, parafusos, roupa, calzado e unha lista variada e interminable.

A esta primeira definición do negocio en cuestión aínda cabe engadir unha infinidade de "irregularidades". Así se fala da chea de horas que permanecen abertos, de como moitos destes negocios son case unha vivenda para toda a familia, e como moitas veces non teñen nin licenza para exercer a actividade. Séguelle o incumprimento na normativa da etiquetaxe, o carecer de carné de manipulador, o non pagar salarios ou o non cumprir coas súas obrigacións fiscais nin da Seguridade Social.

O que me deixou máis perplexo é saber que con estes antecedentes, e ante as correspondentes inspeccións rutineiras, pasan por alto esta infinidade de anomalías, moitas gravísimas, porque a efectos legais aos inspectores non lles consta que existan, e claro iso xa rompe os esquemas e complica moito máis a xa de por se burocracia administrativa.

E quen paga todo este despropósito?, o pequeno comercio.

Primeiro tivo que facer fronte á forte competencia dos supermercados, despois os hipermercados e agora os establecementos chineses. Neste artigo chégase a dicir que o comercio chinés é a franquía máis rendible e máis grande do mundo.

En Lugo poderiamos engadir á lista de inimigos cos que se enfronta o pequeno comercio lucense, a falta de aparcadoiros en zonas céntricas comerciais, as facilidades para acudir en bus ás grandes superficies e a supresión das liñas que se achegan ao centro histórico, e a hipocrisía das diferentes administracións que non se cortan un pelo en discursos apostando polo comercio de proximidade, en falar de centros comerciais abertos, mentres coa boca pequena practican o xa apuntado, ademais de permitir todo tipo de irregularidades nos chineses, que tamén os hai en Lugo, e cada día en maior numero.

Quen será o valente que denuncie estas situacións e empezo a pechar os que incumpran as leis? Mentres alguén se decide, non dubiden que seguirán chovendo sancións por non rotular en galego ou por non pór en lugar adecuado o cartel de prohibido fumar. Alguén dá máis?.

domingo, 13 de abril de 2008

Investidura y nuevo gobierno

Acaban de terminar las sesiones del debate de investidura del nuevo Presidente del Gobierno, que ya lo fue durante los últimos cuatro años.

Acaba también de comunicarnos la composición de su nuevo gobierno.

Acaba por tanto una semana intensa, políticamente hablando, y de enorme transcendencia para el futuro inmediato de los españoles.

Durante el debate de investidura, Rodríguez Zapatero habló bajo el hilo conductor de lo que él denomino “mi idea de España”. Por cierto a diferencia de su discurso de hace cuatro años, ahora sí cito la palabra España, y bastantes veces. En el 2004 no la tocaba: o no quería o no le dejaban sus antiguos socios.

Entre sus primeras palabras escuchamos paz, cambio climático y lucha contra la pobreza. Le seguirían conceptos dentro de su idea de España, como país próspero, decente y de ciudadanos solidarios. Hasta aquí palabras bien sonantes y buenas intenciones. Como le dijo Rajoy, “conceptos vaporosos”.

Lo que no escuchamos en sus diversas intervenciones, y lo seguí durante dos días, fueron los procedimientos, los planes y las propuestas para abordar temas de urgencia e importancia, que sí menciono, como su interés por reforzar la capacidad de crecimiento en cuanto a la política económica, o un gran acuerdo económico y social.

Habló de los accidentes en carretera, pero olvidó los muertos en la mar, que en lo que va de año ya superan los 17.

Comprometió el pleno desarrollo de la ley de dependencia, pero olvidó decir que hace año y medio que entró en vigor pero nadie ha percibido cantidad económica alguna.

Prometió reactivar el sector inmobiliario y dijo estar en disposición de hacer que se construyan un millón y medio de viviendas protegidas, eso sí, ojo al dato, en 10 años.

Anunció varias conferencias de presidentes con las Comunidades Autónomas: para la lucha contra la violencia de género, la educación... Es decir, más fotos y márketing, que a la vista del resultado electoral es lo políticamente rentable.

Nuestro Partido respondió anunciando la profunda desconfianza que produce este discurso, más que por su poca concreción, por su pasado, por el poco crédito de la palabra dada y en definitiva, por las credenciales de quien las pronunció. Como se le dijo, parece más preocupado por disimular la gravedad de la situación que en ponerle remedio.

Al acto de investidura ha seguido el anuncio de nuevo gobierno. Aquí daría para otro artículo. Sólo algunas y breves reflexiones:

Escuchamos del Presidente mucho compromiso con el cambio climático, y desaparece el Ministerio de Medio ambiente, o mejor dicho, lo fusiona con Agricultura y Pesca.

Se premian más las lealtades personales que la eficacia y la buena gestión. Véanse los casos de la Ministra de Fomento, la más criticada, reprobada y discutida. Continúa.

Lo mismo podríamos decir del Ministro de Justicia o del de Exteriores.

A pesar de todo, les deseo suerte y muchos aciertos. Y para esta Legislatura, que se cumpla la voluntad de llegar a los grandes consensos en los temas de Estado. Que los dos principales partidos nacionales, que representan con sus votos al 92% de los españoles siempre estampen su firma en estos pactos. Lo deseamos muchos y lo demanda la situación.

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Investidura e novo goberno

Acaban de terminar as sesións do debate de investidura do novo Presidente do Goberno, que xa o foi durante os últimos catro anos.

Acaba tamén de comunicarnos a composición do seu novo goberno.

Acaba xa que logo unha semana intensa, politicamente falando, e de enorme transcendencia para o futuro inmediato dos españois.

Durante o debate de investidura, Rodríguez Zapatero falou baixo o fío condutor do que el denomino “a miña idea de España”. Por certo a diferenza do seu discurso de fai catro anos, agora si cito a palabra España, e bastantes veces. No 2004 non a tocaba: ou non quería ou non lle deixaban os seus antigos socios.

Entre as súas primeiras palabras escoitamos paz, cambio climático e loita contra a pobreza. Seguiríanlle conceptos dentro da súa idea de España, como país próspero, decente e de cidadáns solidarios. Ata aquí palabras ben sonantes e boas intencións. Como lle dixo Rajoy, “conceptos vaporosos”.

O que non escoitamos nas súas diversas intervencións, e seguino durante dous días, foron os procedementos, os plans e as propostas para abordar temas de urxencia e importancia, que si menciono, como o seu interese por reforzar a capacidade de crecemento en canto á política económica, ou un gran acordo económico e social.

Falou dos accidentes na estrada, pero esqueceu os mortos na mar, que no que vai de ano xa superan os 17.

Comprometeu o pleno desenvolvemento da lei de dependencia, pero esqueceu dicir que fai ano e medio que entrou en vigor pero ninguén percibiu cantidade económica algunha.

Prometeu reactivar o sector inmobiliario e dixo estar en disposición de facer que se constrúan un millón e medio de vivendas protexidas, iso si, ollo ao dato, en 10 anos.

Anunciou varias conferencias de presidentes coas Comunidades Autónomas: para a loita contra a violencia de xénero, a educación... É dicir, máis fotos e mercadotecnia, que á vista do resultado electoral é o politicamente rendible.

O noso Partido respondeu anunciando a profunda desconfianza que produce este discurso, máis que pola súa pouca concreción, polo seu pasado, polo pouco crédito da palabra dada e en definitiva, polas credenciais de quen as pronunciou. Como se lle dixo, parece máis preocupado por disimular a gravidade da situación que en pórlle remedio.

Ao acto de investidura seguiu o anuncio de novo goberno. Aquí daría para outro artigo. Só algunhas e breves reflexións:

Escoitamos do Presidente moito compromiso co cambio climático, e desaparece o Ministerio de Medio ambiente, ou mellor dito, fusiónao con Agricultura e Pesca.

Prémianse máis as lealdades persoais que a eficacia e a boa xestión. Véxanse os casos da Ministra de Fomento, a máis criticada, reprobada e discutida. Continúa.

O mesmo poderiamos dicir do Ministro de Xustiza ou do de Exteriores.

A pesar de todo, deséxolles sorte e moitos acertos. E para esta Lexislatura, que se cumpra a vontade de chegar aos grandes consensos nos temas de Estado. Que os dous principais partidos nacionais, que representan cos seus votos ao 92% dos españois sempre estampen a súa firma nestes pactos. Desexámolo moitos e demándao a situación.

domingo, 6 de abril de 2008

Viajar

Son pocas las ocasiones que tenemos para viajar, y por ello cada vez que se puede uno debe enriquecerse con la gran experiencia que supone todo viaje. Me estoy refiriendo a esos viajes que uno se paga de su bolsillo y que coinciden con periodos vacacionales o celebraciones y aniversarios personales.

Cuando los viajes son oficiales, es decir, con cargo al erario público, la cosa tiene algunos matices.

El primero de ellos debería ser la justificación de acudir a ese viaje. No siempre, por muy bien organizado que esté y aunque sea un organismo oficial quien lo promocione, tiene sentido que acuda la autoridad competente de turno.

En segundo lugar hay que ponderar si es prioritario en la agenda de quien acude, valorando si otras gestiones y ocupaciones inherentes a su cargo reclaman más atención durante los mismos días que dura el viaje en cuestión.

En tercer lugar la publicidad y explicaciones publicas que se deben dar a conocer previamente y no a posteriori del viaje.

En cuarto lugar, las cuestiones relacionadas con la situación política del país donde se acude. No es lo mismo visitar un país democrático y respetuoso con los mínimos principios de convivencia, que acudir a otro donde se están vulnerando los derechos humanos o persiguiendo a parte de sus ciudadanos.

Por ello no acabo de entender que hace un alcalde y una de sus concejalas en Santo Domingo toda una semana, mientras en nuestra ciudad sigue atascada la tramitación del documento más importante para los intereses generales de los lucenses como es la aprobación del Plan de Urbanismo.

También es por eso por lo que no acabo de ver todo lo claro que me gustaría, qué rayos pinta una delegación del Ayuntamiento y la Diputación lucense en próximas fechas visitando China, mientras allí se persigue a los monjes budistas del Tíbet, y países democráticos europeos se cuestionan el posible boicot a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos en ese país.

Deberían pensarse mejor estos viajes y los fines y objetivos de los mismos, así como el rédito que en ellos se alcanza para el conjunto de la sociedad a la que se representa, y no sólo las ventajas de los que viajan, ya que se pagan con dinero de todos, con dinero público.

Es solo una reflexión en voz alta que siempre me hice y sigo haciendo aunque soy consciente de la soledad de la misma.

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Viaxar

Son poucas as ocasións que temos para viaxar, e por iso cada vez que se pode un debe enriquecerse coa gran experiencia que supón todo viaxe. Estoume referindo a esas viaxes que un se paga do seu peto e que coinciden con períodos vacacionais ou celebracións e aniversarios persoais.

Cando as viaxes son oficiais, é dicir, con cargo ao erario público, a cousa ten algúns matices.

O primeiro deles debería ser a xustificación de acudir a esa viaxe. Non sempre, por moi ben organizado que estea e aínda que sexa un organismo oficial quen o promocione, ten sentido que acuda a autoridade competente de turno.

En segundo lugar hai que ponderar se é prioritario na axenda de quen acode, valorando se outras xestións e ocupacións inherentes ao seu cargo reclaman máis atención durante os mesmos días que dura a viaxe en cuestión.

En terceiro lugar a publicidade e explicacións publicas que se deben dar a coñecer previamente e non a posteriori da viaxe.

En cuarto lugar, as cuestións relacionadas coa situación política do país onde se acode. Non é o mesmo visitar un país democrático e respectuoso cos mínimos principios de convivencia, que acudir a outro onde se están vulnerando os dereitos humanos ou perseguindo a parte dos seus cidadáns.

Por iso non acabo de entender que fai un alcalde e unha das súas concelleiras en Santo Domingo toda unha semana, mentres na nosa cidade segue atascada a tramitación do documento máis importante para os intereses xerais dos lucenses como é a aprobación do Plan de Urbanismo.

Tamén é por iso polo que non acabo de ver todo o claro que me gustaría, que raios pinta unha delegación do Concello e a Deputación lucense en próximas datas visitando China, mentres alí se persegue aos monxes budistas do Tíbet, e países democráticos europeos cuéstionanse o posible boicot á cerimonia inaugural dos Xogos Olímpicos nese país.

Deberían pensarse mellor estas viaxes e os fins e obxectivos dos mesmos, así como o rédito que neles se alcanza para o conxunto da sociedade á que se representa, e non só as vantaxes dos que viaxan, xa que se pagan con diñeiro de todos, con diñeiro público.

É só unha reflexión en voz alta que sempre me fixen e sigo facendo aínda que son consciente da soidade da mesma.