miércoles, 18 de septiembre de 2013

Como el cristal

Son muchas las cosas que se han dicho y hemos escuchado estos últimos meses acerca de la necesidad de hacer lo más transparente posible el funcionamiento de las administraciones, los partidos políticos, los sindicatos, las organizaciones empresariales, la Casa Real, el Banco de España…

Con la aprobación en el Congreso de los Diputados del Proyecto de ley de transparencia la pasada semana, acceso a la información pública y buen gobierno, se ha dado un paso muy importante para la regeneración democrática, al obligar a todas ellas a ser totalmente transparentes al control de los demás.

Todos somos conocedores de que en España existe un sentimiento muy generalizado entre los ciudadanos de que la corrupción resulta impune, sentimiento que está produciendo un enorme daño a nuestra democracia. Para combatirlo y ganarlo, se necesitan actitudes limpias, políticos concienciados y leyes como ésta que pretenden combatir este sentimiento.

Los ciudadanos saben que ante la posibilidad de que alguien se corrompa, todos los partidos son capaces de lo mejor y de lo peor de sí mismos, y por eso ha llegado el momento de dejar de echarnos la corrupción a la cara unos a otros, y todos juntos afrontar este grave problema. Con la ley de transparencia aprobada, los españoles podrán controlar, entre otras cosas, a nuestros partidos políticos, y permitirá que el derecho de acceso a la información quede más protegido que muchos de nuestros derechos fundamentales.

Aunque pueda parecer incomprensible, hay partidos, como el socialista, principal en la oposición y hasta hace poco responsable del gobierno, que se opusieron a la aprobación de la ley de transparencia. No entraré en sus argumentaciones, pero sí les digo que ante un paso como el dado, paso que nunca dieron otros gobiernos, al decantarse por el “No”, se colocan del lado de la oscuridad, nos dicen que no están por la claridad, quieren que la Administración pública española se quede en las tinieblas de toda la vida.

Ha llegado el momento de unirse en la lucha contra la corrupción en lugar de que se pueda pensar que algunos prefieren que la corrupción siga presente con tal de que sólo afecte al rival político. Sería un grave error que nuestra sociedad no está dispuesta a perdonar.

La única organización no gubernamental a nivel mundial dedicada a combatir la corrupción, Transparencia Internacional, ha dicho que con esta ley de transparencia la Administración pública española se convierte en cristal. 

Si ya nos hemos dado el instrumento, ahora es el turno de toda la sociedad para, utilizándolo, hacer más diáfana nuestra democracia, y con ello, hacerla más fuerte. Cuidémosla como al buen cristal y seamos capaces de transformar su opacidad en transparencia y brillo.



Como o cristal

Son moitas as cousas que se dixeron e escoitamos estes últimos meses achega da necesidade de facer o máis transparente posible o funcionamento das administracións, os partidos políticos, os sindicatos, as organizacións empresariais, a Casa Real, o Banco de España…

Coa aprobación no Congreso dos Deputados do Proxecto de lei de transparencia a pasada semana, acceso á información pública e bo goberno, deuse un paso moi importante para a rexeneración democrática, ao obrigar a todas elas a ser totalmente transparentes ao control dos demais.

Todos somos coñecedores de que en España existe un sentimento moi xeneralizado entre os cidadáns de que a corrupción resulta impune, sentimento que está producindo un enorme dano á nosa democracia. Para combatelo e gañalo, necesítanse actitudes limpas, políticos concienciados e leis como esta que pretenden combater este sentimento.

Os cidadáns saben que ante a posibilidade de que alguén se corrompa, todos os partidos son capaces do mellor e do peor de si mesmos, e por iso chegou o momento de deixar de botarnos a corrupción á cara uns a outros, e todos xuntos afrontar este grave problema. Coa lei de transparencia aprobada, os españois poderán controlar, entre outras cousas, aos nosos partidos políticos, e permitirá que o dereito de acceso á información quede máis protexido que moitos dos nosos dereitos fundamentais.

Aínda que poida parecer incomprensible, hai partidos, como o socialista, principal na oposición e ata hai pouco responsable do goberno, que se opuxeron á aprobación da lei de transparencia. Non entrarei nos seus argumentacións, pero si lles digo que ante un paso como o dado, paso que nunca deron outros gobernos, ao decantarse polo “Non”, colócanse ao lado da escuridade, dinnos que non están pola claridade, queren que a Administración pública española quédese nas tebras de toda a vida.

chegou o momento de unirse na loita contra a corrupción en lugar de que se poida pensar que algúns prefiren que a corrupción siga presente con tal de que só afecte ao rival político. Sería un grave erro que a nosa sociedade non está disposta a perdoar.

A única organización non gobernamental a nivel mundial dedicada a combater a corrupción, Transparencia Internacional, dixo que con esta lei de transparencia a Administración pública española convértese en cristal. 

Si xa nos demos o instrumento, agora é a quenda de toda a sociedade para, utilizándoo, facer máis diáfana nosa democracia, e con iso, facela máis forte. Coidémola como ao bo cristal e sexamos capaces de transformar o seu opacidade en transparencia e brillo.

martes, 3 de septiembre de 2013

Hormigón ecológico

Tiene gracia que llenar una bahía como la de Algeciras de grandes bloques de hormigón, con sus correspondientes hierros sobresaliendo, pueda justificarse en base a motivos medioambientales o de protección de recursos pesqueros. Parece una broma pero no lo es. Hablamos de aguas en litigio y sometidas a negociaciones para que nuestros pesqueros puedan faenar allí como hicieron históricamente.

Nuestro gobierno ya presentó hace un mes una denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente y ante la Comisión Europea. Se han vertido 70 grandes bloques de hormigón sin control, sin autorización y sin ningún tipo de estudio previo.

La primera consecuencia ha sido la destrucción de un caladero de pesca, de pesca legal. Además la zona en la que se han arrojado está a solo 200 metros de una Zona de Especial Conservación.

Si los argumentos de Gibraltar fuesen válidos desde el punto de vista medioambiental cualquiera podría hundir cualquier cosa en cualquier lugar del mar para crear un arrecife y considerarlo artificial. Este vertido lo que ha causado no es la protección del fondo marino como dicen, al contrario ha generado daños ambientales además de la destrucción de un caladero de pesca muy rico, y si no que se lo pregunten a las especies que viven en esas praderas marinas de sustrato blando y arenoso de poca profundidad, donde el único recurso es un banco marisquero.

Si la preocupación por el medio ambiente fuera sincera y creíble en el gobierno gibraltareño, éste podría empezar por actuar en las seis causas que sus informes científicos detectan como amenazas sobre el medio marino, y que están antes que la pesca comercial. Por ejemplo las gasolineras flotantes, el excesivo número de barcos que fondean en esas aguas, las especies invasoras, los desagües y vertidos incontrolados o los rellenos de tierra. Todas estas causas preocupan más a los científicos que redactaron el Informe por encargo del gobierno de Gibraltar, y por ello el Señor Picardo ha preferido ocuparse de proteger el medio ambiente atacando a los pesqueros españoles en lugar de atajar cualquiera de estas causas más preocupantes a ojos de los científicos.

Resulta curiosa esta sensibilidad medioambiental en quien está procediendo a rellenar espigones con piedras y arenas de lugares protegidos, al tiempo que invade y gana espacio al mar.

Cuando en una ocasión un brasileño me explicaba por qué en la playa de Río las olas hacían peligroso el baño, me decía que después de muchos rellenos en aquella zona, quitándole espacio al mar, “o mar pide o que é seu”

Aquí puede que el mar lo pida, pero entre tanto que sepan en Gibraltar que el gobierno de España ya lo está pidiendo, y que tras el chantaje a los pescadores sabemos que lo que realmente se esconde no es sensibilidad y respeto por el medioambiente, sino una tapadera al contrabando y a las empresas de apuestas on-line. Cuidado con el hormigón porque cuando toda esta farsa se termine, estos bloques de hormigón sí serán ecológicos, y se disolverán como azúcar.

Formigón ecolóxico

Ten graza que encher unha baía como a de Algeciras de grandes bloques de formigón, cos seus correspondentes ferros sobresaíndo, poida xustificarse en base a motivos medioambientales ou de protección de recursos pesqueiros. Parece unha broma pero non o é. Falamos de augas en litixio e sometidas a negociacións para que os nosos pesqueiros poidan faenar alí como fixeron históricamente.

O noso goberno xa presentou fai un mes unha denuncia ante a Fiscalía de Medio Ambiente e ante a Comisión Europea. Vertéronse 70 grandes bloques de formigón sen control, sen autorización e sen ningún tipo de estudo previo.

A primeira consecuencia foi a destrución dun caladoiro de pesca, de pesca legal. Ademais a zona na que se arroxaron está a só 200 metros dunha Zona de Especial Conservación.

Si os argumentos de Gibraltar fosen válidos desde o punto de vista medioambiental calquera podería afundir calquera cousa en calquera lugar do mar para crear un arrecife e consideralo artificial. Este vertido o que causou non é a protección do fondo mariño como din, ao contrario xerou danos ambientais ademais da destrución dun caladoiro de pesca moi rico, e si non que llo pregunten ás especies que viven nesas campos mariños de sustrato brando e areoso de pouca profundidade, onde o único recurso é un banco marisqueiro.

Si a preocupación polo medio ambiente fose sincera e crible no goberno gibraltareño, este podería empezar por actuar nas seis causas que os seus informes científicos detectan como ameazas sobre o medio mariño, e que están antes que a pesca comercial. Por exemplo as gasolineiras flotantes, o excesivo número de barcos que fondean nesas augas, as especies invasoras, os desagües e vertidos incontrolados ou os recheos de terra. Todas estas causas preocupan máis aos científicos que redactaron o Informe por encargo do goberno de Gibraltar, e por iso o Señor Picardo preferiu ocuparse de protexer o medio ambiente atacando aos pesqueiros españois en lugar de atallar calquera destas causas máis preocupantes a ollos dos científicos.

Resulta curiosa esta sensibilidade medioambiental en quen está procedendo a reencher espigóns con pedras e areas de lugares protexidos, á vez que invade e gaña espazo ao mar.

Cando nunha ocasión un brasileiro explicábame por que na praia de Río as olas facían perigoso o baño, dicíame que logo de moitos recheos naquela zona, quitándolle espazo ao mar, ?ou mar pide ou que é seu?

Aquí poida que o mar pídao, pero entre tanto que saiban en Gibraltar que o goberno de España xa o está pedindo, e que tralo chantaxe aos pescadores sabemos que o que realmente escóndese non é sensibilidade e respecto polo medioambente, senón unha tapadeira ao contrabando e ás empresas de apostas on-line. Coidado co formigón porque cando toda esta farsa termine, estes bloques de formigón si serán ecolóxicos, e disolveranse como azucre.