miércoles, 26 de abril de 2023

Gestión

El pasado miércoles en el Congreso escuchamos al presidente Sánchez presumir de buen gestor y así dejó frases como: “las políticas progresistas gestionan mejor la economía que el neoliberalismo de la derecha”, o “frente al ruido y la desinformación, nosotros gestión, gestión y gestión”.

Lugo, donde gobierna su partido y tiene en su alcaldesa una gran admiradora de su persona y de sus políticas, es el mejor ejemplo de la gestión de la que presumen, y con unos pocos ejemplos espero que queden convencidos de ello.

¿Hablamos de éxito en la gestión si hablamos de los locales propiedad del Concello destinados a cafeterías? Existen varios, aunque los más representativos por ubicación y popularidad podrían ser la cafetería del Parque Rosalía y la todavía cerrada situada en el edificio de la vieja cárcel donde las vistas apuntan a ser apetecibles, o la ubicada en las instalaciones de ese museo subterráneo, el MIHL, que tampoco llegó a aponerse en servicio. Ejemplos de la nefasta gestión del gobierno municipal incapaz de sacar a concurso en condiciones atractivas de mercado la explotación de locales que seguramente contarían con gran afluencia de ciudadanos.

A pocos días de unas elecciones municipales y después de años gobernando, las prisas por demostrar gestión en asuntos que estuvieron durmiendo en los cajones de sus despachos hacen que parezca que recobran luz, pero sólo es venta electoral. Véase la demolición del mastodóntico proyecto urbanístico conocido por el Garañón. El logro, por lo visto, es tirar abajo una de las vergonzosas imágenes del urbanismo más incomprensible y especulador, que nació a la sombra de un gobierno del PSOE, se desarrolló con la concesión de licencias por ese gobierno, declaradas ilegales, y ahora se pretende finiquitar como un logro y como si aquí no hubiese pasado nada, de nuevo bajo un gobierno socialista. Otro gran ejemplo de esa gestión que tendrá un coste todavía por determinar y que pagaremos de nuestros bolsillos los lucenses, pero que ahora en campaña electoral pretenderán rentabilizar como éxito de gestión.

Si algo gestionan bien son el ruido y la protesta contra los proyectos de otras administraciones para dotar de infraestructuras necesarias a Lugo. Está pasando con una iniciativa de la Xunta de Galicia. Años reivindicando completar una ronda a Lugo y cuando el gobierno gallego aprueba un proyecto para construir la denominada Ronda Este, socialistas y nacionalistas desentierran el hacha de guerra y argumentan daños medioambientales irreparables. Supongo que todos los proyectos son mejorables y con diálogo se deberían solucionar sus carencias, pero uno se pregunta dónde estaban todas estas personas y sus voces tan criticas cuando se levantaron los gigantescos muros de hormigón en las orillas del río Miño para construir el último puente.

Gestionar bien no es gastar fondos europeos a toda prisa porque se terminan los plazos y no se pueden perder. Es lo que va a ocurrir con las anunciadas obras de peatonalización que evidencian falta de planificación y daños irreparables para el centro de Lugo, como ya ocurrió con el carril bici o con edificios supuestamente ecológicos y sin uso conocido.

Frente al ruido y la desinformación, nosotros gestión” dicen los socialistas. Espero que, en mayo, cuando las urnas nos convoquen podamos, con poco ruido y mucha información, cambiar a los gestores de nuestra querida ciudad.

Xestión

O pasado mércores no Congreso escoitamos ao presidente Sánchez presumir de bo xestor e así deixou frases como: “as políticas progresistas xestionan mellor a economía que o neoliberalismo da dereita”, ou “fronte ao ruído e a desinformación, nós xestión, xestión e xestión”.

Lugo, onde goberna o seu partido e ten na súa alcaldesa unha gran admiradora da súa persoa e das súas políticas, é o mellor exemplo da xestión da que presumen, e cuns poucos exemplos espero que queden convencidos diso.

Falamos de éxito na xestión se falamos da locais propiedade do Concello destinados a cafeterías? Existen varios, aínda que os máis representativos por localización e popularidade poderían ser a cafetería do Parque Rosalía e a aínda pechada situada no edificio do vello cárcere onde as vistas apuntan a ser apetecibles, ou a situada nas instalacións dese museo subterráneo, o MIHL, que tampouco chegou a aponerse en servizo. Exemplos da nefasta xestión do goberno municipal incapaz de sacar a concurso en condicións atractivas de mercado a explotación de locais que seguramente contarían con gran afluencia de cidadáns.

A poucos días dunhas eleccións municipais e despois de anos gobernando, as présas por demostrar xestión en asuntos que estiveron a durmir nos caixóns dos seus despachos fan que pareza que recobran luz, pero só é venda electoral. Véxase a demolición do mastodóntico proxecto urbanístico coñecido polo Garañón. O logro, polo visto, é tirar abaixo una das vergoñosas imaxes do urbanismo máis incomprensible e especulador, que naceu á sombra dun goberno do PSOE, desenvolveuse coa concesión de licenzas por ese goberno, declaradas ilegais, e agora preténdese finiquitar como un logro e coma se aquí non pasase nada, de novo baixo un goberno socialista. Outro gran exemplo desa xestión que terá un custo aínda por determinar e que pagaremos dos nosos petos os lucenses, pero que agora en campaña electoral pretenderán rendibilizar como éxito de xestión.

Se algo xestionan ben son o ruído e a protesta contra os proxectos doutras administracións para dotar de infraestruturas necesarias a Lugo. Está a pasar cunha iniciativa da Xunta de Galicia. Anos reivindicando completar unha rolda a Lugo e cando o goberno galego aproba un proxecto para construír a denominada Rolda Leste, socialistas e nacionalistas desentierran o machada de guerra e argumentan danos ambientais irreparables. Supoño que todos os proxectos son mellorables e con diálogo deberíanse solucionar as súas carencias, pero uno pregúntase onde estaban todas estas persoas e as súas voces tan criticas cando se levantaron os xigantescos muros de formigón nas beiras do río Miño para construír a última ponte.

Xestionar ben non é gastar fondos europeos a fume de carozo porque se terminan os prazos e non se poden perder. É o que vai ocorrer coas anunciadas obras de peonalización que evidencian falta de planificación e danos irreparables para o centro de Lugo, como xa ocorreu co carril bici ou con edificios supostamente ecolóxicos e sen uso coñecido.

Fronte ao ruído e a desinformación, nós xestión” din os socialistas. Espero que, en maio, cando as urnas convóquennos podamos, con pouco ruído e moita información, cambiar aos xestores da nosa querida cidade.

miércoles, 12 de abril de 2023

"Un poco parada"

Lo peor que le puede pasar a una sociedad, a los ciudadanos y a las ciudades en las que habitan es que se encuentren “un poco paradas”. Hace pocos días y en este mismo diario el exalcalde socialista López Orozco concedía una amplia entrevista y en ella encontré varias opiniones que seguramente, con matices, podría compartir.

La primera fue una referencia al cada día más deteriorado cuartel de San Fernando, y sobre el que opinaba y cito textualmente “Es que fue una pena perder el auditorio allí. Hubiera sido la salvación del casco histórico y Lugo tendría auditorio desde hace años. Pero había otros intereses”.

Claro que fue una pena, diría algo más, fue un grave error de gestión no hacerlo allí. Lo que lógicamente no aclara en esa entrevista son las razones por las que no se construyó ahí el auditorio, que brevemente trataré de recordar.

En 1999, año en el que el exalcalde tomó posesión, se encontró con un proyecto de auditorio en marcha, fruto de un concurso de ideas en el que todos los grupos políticos de la corporación que me honré en presidir pudieron opinar. También la propiedad del inmueble del cuartel que adquirimos al Ministerio de Defensa y lo más importante, un generoso presupuesto que hubiera permitido iniciar las obras del auditorio.

Cuando se refiere a que había otros intereses, no aclara a cuáles se refiere, pero en otras ocasiones se escudaron en las discrepancias con su socio de coalición, el BNG, y en los informes del organismo ICOMOS que rechazaban la ubicación. Hay que recordar que estos informes no son vinculantes y que la verdadera causa, al menos en mi opinión, fueron las discrepancias internas en un gobierno formado por integrantes de partidos con intereses distintos y sólo unido por el legítimo fin de que no gobernase la lista más votada y a un puñado de votos de la mayoría absoluta, la del Partido Popular.

Claro que fue una pena que no se hubiese construido allí esa importante dotación cultural que Lugo llevaría más de 20 años disfrutando. No sé si sería la salvación del casco histórico, pero sin duda que habría contribuido a minorar el deterioro que padece.

Hoy, 23 años después, y desde junio de 2020 Lugo cuenta con la deseada infraestructura cultural, un moderno auditorio que costó más de 20 millones de euros pagados por la Xunta de Galicia y que el gobierno municipal, de coalición entre socialistas y nacionalistas, no acaba de encontrar la manera de abrir al público con una atractiva agenda de actos culturales. O quizás sí, si nos fijamos en, los movimientos de los últimos días y en los rumores de una posible apertura a pocos días de la cita en las urnas para elegir una nueva corporación municipal. 

En la misma entrevista, Orozco decía que ve a Lugo “un poco parada en los últimos años”, y creo que tiene razón. Ni auditorio, ni proyectos que den ilusión de futuro. 

Posiblemente la solución esté en dotar a nuestra ciudad de un nuevo gobierno, uno unido, que devuelva ese dinamismo perdido por Lugo hace ya más de dos décadas, y dejar para la historia los gobiernos de coalición entre intereses muy diferentes sólo sustentados en mantenerse en el poder a toda costa, aunque sea aplicando políticas contradictorias con el único fin de impedir que gobierne la alcaldable que más votos consiga que todos sabemos, y ellos también, que será Elena Candia.


Un pouco parada

O peor que lle pode pasar a unha sociedade, aos cidadáns e ás cidades nas que habitan é que se atopen “unhas pouco paradas”. Hai poucos días e en leste mesmo diario o exalcalde socialista López Orozco concedía unha ampla entrevista e nela atopei varias opinións que seguramente, con matices, podería compartir.

A primeira foi unha referencia ao cada día máis deteriorado cuartel de San Fernando, e sobre o que opinaba e cito textualmente “É que foi unha pena perder o auditorio alí. Fose a salvación do centro histórico e Lugo tería auditorio desde hai anos. Pero había outros intereses”.

Claro que foi unha pena, diría algo máis, foi un grave erro de xestión non facelo alí. O que loxicamente non aclara nesa entrevista son as razóns polas que non se construíu aí o auditorio, que brevemente tratarei de lembrar.

En 1999, ano no que o exalcalde tomou posesión, atopouse cun proxecto de auditorio en marcha, froito dun concurso de ideas no que todos os grupos políticos da corporación que me honrei en presidir puideron opinar. Tamén a propiedade do inmoble do cuartel que adquirimos ao Ministerio de Defensa e o máis importante, un xeneroso orzamento que permitise iniciar as obras do auditorio.

Cando se refire a que había outros intereses, non aclara a cales se refire, pero noutras ocasións escudáronse nas discrepancias co seu socio de coalición, o BNG, e nos informes do organismo ICOMOS que rexeitaban a localización. Hai que lembrar que estes informes non son vinculantes e que a verdadeira causa, polo menos na miña opinión, foron as discrepancias internas nun goberno formado por integrantes de partidos con intereses distintos e só unido polo lexítimo fin de que non gobernase a lista máis votada e a un puñado de votos da maioría absoluta, a do Partido Popular.

Claro que foi unha pena que non se construíu alí esa importante dotación cultural que Lugo levaría máis de 20 anos gozando. Non se se sería a salvación do centro histórico, pero sen dúbida que contribuiría a minorar a deterioración que padece.

Hoxe, 23 anos despois, e desde xuño de 2020 Lugo conta coa desexada infraestrutura cultural, un moderno auditorio que custou máis de 20 millóns de euros pagos pola Xunta de Galicia e que o goberno municipal, de coalición entre socialistas e nacionalistas, non acaba de atopar a maneira de abrir ao público cunha atractiva axenda de actos culturais. Ou quizais si, se nos fixamos en, os movementos dos últimos días e nos rumores dunha posible apertura a poucos días da cita nas urnas para elixir unha nova corporación municipal. 

Na mesma entrevista, Orozco dicía que ve a Lugo “un pouco parada nos últimos anos”, e creo que ten razón. Nin auditorio, nin proxectos que dean ilusión de futuro. 

Posiblemente a solución estea en dotar á nosa cidade dun novo goberno, un unido, que devolva ese dinamismo perdido por Lugo fai xa máis de dúas décadas, e deixar para a historia os gobernos de coalición entre intereses moi diferentes só sustentados en manterse no poder custe o que custe, aínda que sexa aplicando políticas contraditorias co único fin de impedir que goberne a alcaldable que máis votos consiga que todos sabemos, e eles tamén, que será Elena Candia.