Habiendo pasado pocos días de una noche electoral, y mientras en los medios no dejan de aparecer cifras, sean de sondeos o de recuentos oficiales y la interpretación que cada uno hace de los mismos, pareciera que este artículo hablará de eso, pero no. Los números, las cifras en las que en esta ocasión pongo mi enfoque tienen otras connotaciones. Empecemos.
Después de que algunas Comunidades Autónomas tomaran la iniciativa prohibiendo el uso de móviles en las aulas, el Gobierno nos anuncia un proyecto de ley para garantizar la protección digital de los menores con la obligación del control parental en los móviles. Llevamos mucho tiempo viendo cómo la utilización de dispositivos móviles con conexión a Internet tiene repercusiones en las costumbres y hábitos sociales, pero pocas veces hemos visto cifras tan preocupantes relacionadas con el acceso cada vez más temprano y las consecuentes adicciones generadas por grupos de edad.
Según un estudio sobre salud mental en las aulas, el 86% de las enfermeras escolares tienen algún alumno diagnosticado con problema de salud mental. Nos dice que siguen aumentando los problemas de salud mental en los centros educativos, evidenciándose en síntomas como el déficit de atención TDAH (81%), la ansiedad (66,4%), los intentos de suicidios y las autolesiones (65,9%).
En Noruega han realizado estudios que han evidenciado una relación directa entre el uso del móvil en las aulas y las consultas a los especialistas en salud mental. Así, una de las conclusiones del estudio apunta que la prohibición de los móviles lleva aparejada una disminución importante en el número de consultas relacionadas con síntomas y enfermedades psicológicas.
En España el Centro de adicciones Comportamentales del Hospital Gregorio Marañón también lleva trabajando en las consecuencias de las adicciones más frecuentes en adultos (las apuestas, las compras y el sexo) y en menores (los videojuegos y las redes sociales). Los números también aquí nos dicen mucho. El 63% de los menores tratados en este centro, con una edad media de 14 años, tienen problemas de adicción a los videojuegos. Me llamó la atención una de las conclusiones, al decirnos que están tan enganchados que dejan de dormir las horas recomendadas para su edad e incluso se olvidan de comer para seguir jugando. Un 65% de adultos y un 47% de niños fueron tratados por cuadros de adicción.
Los expertos avisan, es imprescindible la colaboración de los padres. Lo he dicho en más ocasiones, la dinámica familiar donde trabajan los dos padres, se llega tarde y cansado a casa, lo cómodo es echar mano de lo que algún doctor ha denominado acertadamente la niñera digital, es decir, permitir como método de entretenimiento y de que los niños estén tranquilos la utilización de pantallas digitales sin control, convirtiéndose en la forma principal y favorita de sus ratos de ocio. La recomendación de los expertos nos advierte de que las ofertas de tiempo libre deben alejarse de las fuentes del problema, los dispositivos móviles, y añaden que nadie debería tener acceso a estos dispositivos antes de los 12 años sin una supervisión directa.
Como verán detrás de estos números hay serios problemas a los que se debe y puede poner freno si queremos mejorar la salud mental en nuestra sociedad.
Ler os números
Pasando poucos días dunha noite electoral, e mentres nos medios non deixan de aparecer cifras, sexan de sondaxes ou de recontos oficiais e a interpretación que cada un fai dos mesmos, parecese que este artigo falará diso, pero non. Os números, as cifras nas que nesta ocasión poño o meu enfoque teñen outras connotacións. Empecemos.
Despois de que algunhas Comunidades Autónomas tomasen a iniciativa prohibindo o uso de móbiles nas aulas, o Goberno anúncianos un proxecto de lei para garantir a protección dixital dos menores coa obrigación do control parental nos móbiles. Levamos moito tempo vendo como a utilización de dispositivos móbiles con conexión a Internet ten repercusións nos costumes e hábitos sociais, pero poucas veces vimos cifras tan preocupantes relacionadas co acceso cada vez máis temperán e as consecuentes adiccións xeradas por grupos de idade.
Segundo un estudo sobre saúde mental nas aulas, o 86% das enfermeiras escolares teñen algún alumno diagnosticado con problema de saúde mental. Dinos que seguen aumentando os problemas de saúde mental nos centros educativos, evidenciándose en síntomas como o déficit de atención TDAH (81%), a ansiedade (66,4%), os intentos de suicidios e as autolesiones (65,9%).
En Noruega realizaron estudos que evidenciaron unha relación directa entre o uso do móbil nas aulas e as consultas aos especialistas en saúde mental. Así, unha das conclusións do estudo apunta que a prohibición dos móbiles leva aparellada unha diminución importante no número de consultas relacionadas con síntomas e enfermidades psicolóxicas.
En España o Centro de adiccións Comportamentales do Hospital Gregorio Marañón tamén leva traballando nas consecuencias das adiccións máis frecuentes en adultos (as apostas, as compras e o sexo) e en menores (os videoxogos e as redes sociais). Os números tamén aquí dinnos moito. O 63% dos menores tratados neste centro, cunha idade media de 14 anos, teñen problemas de adicción aos videoxogos. Chamoume a atención unha das conclusións, ao dicirnos que están tan enganchados que deixan de durmir as horas recomendadas para a súa idade e mesmo se esquecen para comer para seguir xogando. Un 65% de adultos e un 47% de nenos foron tratados por cadros de adicción.
Os expertos avisan, é imprescindible a colaboración dos pais. Díxeno en máis ocasións, a dinámica familiar onde traballan os dous pais, chégase tarde e canso a casa, o cómodo é botar man do que algún doutor denominou acertadamente a aia dixital, é dicir, permitir como método de entretemento e de que os nenos estean tranquilos a utilización de pantallas dixitais sen control, converténdose na forma principal e favorita dos seus intres de lecer. A recomendación dos expertos advírtenos de que as ofertas de tempo libre deben afastarse das fontes do problema, os dispositivos móbiles, e engaden que ninguén debería ter acceso a estes dispositivos antes dos 12 anos sen unha supervisión directa.
Como verán detrás destes números hai serios problemas aos que se debe e pode poñer freo se queremos mellorar a saúde mental na nosa sociedade.
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