Hay un libro que no pienso leer pero que ha llamado mi atención en un artículo periodístico. Su titulo, “Te enseñaré a ser rico” tiene gancho. El autor del libro es un joven de 29 años de origen indio llamado Ramit Sethi, que hoy se ha convertido en el asesor financiero favorito de muchos jóvenes en todo el mundo.
Con su página Web, su blog y sus cursos online que llegan a costar hasta mil dólares, ha conseguido tener unos ingresos de más de un millón de dólares al año.
Y lo llamativo es que sus consejos se basan en cuestiones poco originales como rechazar el uso de tarjetas de crédito, reducir el nivel de deudas, invertir desde joven en la jubilación, y buscar cómo incrementar el nivel adquisitivo basándose en estrategias como el arte de la negociación.
Para Sethi pagar la mínima comisión por una tarjeta de crédito equivale a un niño que permite que el matón de la clase se coma su almuerzo el primer día de colegio, pero que el resto del curso siempre lleva unas monedas en el bolsillo.
En otro lugar, y casi el mismo día, leía un correo de esos que circulan por la red y de los que siempre pongo en cuarentena credibilidad y contenido. Habla de Warren Buffett, la segunda persona más rica del mundo, y nos aporta algunos datos curiosos sobre su vida, que repito tendríamos que contrastar para darle toda la credibilidad. Así nos dice que vive en la misma pequeña casa desde hace 50 años, que conduce su propio coche sin chofer ni guardaespaldas, que a pesar de ser el dueño de la compañía de jets privados más grande del mundo nunca viaja en aviones privados, no hace vida social con las gentes de su nivel económico, le gusta prepararse palomitas de maíz en casa y ver la tele…
Entre los consejos que suele dar a la gente también están las tarjetas de crédito, y suele decir que nos alejemos de ellas y que invirtamos en nosotros mismos: esfuerzo, estudio, formación, sin olvidar la parte espiritual.
En los tiempos que estamos viviendo, todos debemos aprender algo de aquellos que han llegado a poseer riqueza pero viven con sencillez y esfuerzo diario. Una sociedad como la nuestra que se ha rendido al culto al dinero, a la riqueza a base de pelotazos, a renunciar al esfuerzo y al sacrificio, en definitiva una sociedad consumista que aplica la máxima de "tanto tienes tanto vales", necesita que nos recuerden cuestiones tan básicas como que no gastemos el dinero que no tenemos, y que no compremos cosas que realmente no necesitamos.
Si reflexionamos un poquito veremos como todos, en mayor o menor medida, hemos caído en las trampas que la sociedad de consumo nos pone a diario. La crisis que ahora padecemos puede que tenga algo de positivo, puede que nos haga ver que nada volverá a ser como fue para muchos. Y puede que muchos dejen de añorar aquellos tiempos para vivir felices con lo que a base de esfuerzo consigan ahora. De todo habrá.
Consellos de ricos
Hai un libro que non penso ler pero que chamou a miña atención nun artigo xornalístico. O seu titulo, "Ensinareiche a ser rico" ten gancho. O autor do libro é un mozo de 29 anos de orixe india chamado Ramit Sethi, que hoxe se converteu no asesor financeiro favorito de moitos mozos en todo o mundo.
Coa súa páxina Web, a súa blog e os seus cursos online que chegan a custar ata mil dólares, conseguiu ter uns ingresos de máis dun millón de dólares ao ano.
E o rechamante é que os seus consellos baséanse en cuestións pouco orixinais como rexeitar o uso de cartóns de crédito, reducir o nivel de débedas, investir desde moza na xubilación, e buscar como incrementar o nivel adquisitivo baseándose en estratexias como a arte da negociación.
Para Sethi pagar a mínima comisión por un cartón de crédito equivale a un neno que permite que o matón da clase coma o seu xantar o primeiro día de colexio, pero que o resto do curso sempre leva unhas moedas no peto.
Noutro lugar, e case o mesmo día, lía un correo deses que circulan pola rede e dos que sempre poño en corentena credibilidade e contido. Fala de Warren Buffett, a segunda persoa máis rica do mundo, e achéganos algúns datos curiosos sobre a súa vida, que repito teriamos que contrastar para darlle toda a credibilidade. Así nos di que vive na mesma pequena casa desde fai 50 anos, que conduce o seu propio coche sen chofer nin gardacostas, que a pesar de ser o dono da compañía de jets privados máis grande do mundo nunca viaxa en avións privados, non fai vida social coas xentes do seu nivel económico, gústalle prepararse palomitas de millo en casa e ver a tele…
Entre os consellos que adoita dar á xente tamén están os cartóns de crédito, e adoita dicir que nos afastemos delas e que invistamos en nós mesmos: esforzo, estudo, formación, sen esquecer a parte espiritual.
Nos tempos que estamos vivindo, todos debemos aprender algo daqueles que chegaron a posuír riqueza pero viven con sinxeleza e esforzo diario. Unha sociedade como a nosa que se rendeu ao culto ao diñeiro, á riqueza a base de pelotazos, a renunciar ao esforzo e ao sacrificio, en definitiva unha sociedade consumista que aplica a máxima de "tanto tes tanto vales", necesita que nos recorden cuestións tan básicas como que non gastemos o diñeiro que non temos, e que non compremos cousas que realmente non necesitamos.
Se reflexionamos un pouquiño veremos como todos, en maior ou menor medida, caemos nas trampas que a sociedade de consumo ponnos a diario. A crise que agora padecemos poida que teña algo de positivo, poida que fáganos ver que nada volverá ser como foi para moitos. E poida que moitos deixen de estrañar aqueles tempos para vivir felices co que a base de esforzo consigan agora. De todo haberá.
3 comentarios:
Son muy buenos consejos, pero no sólo dirigidos a los individuos y a las economías domésticas, ya que son igualmente válidos para todo tipo de entes privados y públicos.
Vivir a base del crédito fácil fue una fórmula que desgraciadamente se consolidó la durante años.
Antes podíamos disfrutar de todo, o casi todo lo que se nos antojaba, gracias al sí de las entidades financieras.
Ahora con la llegada de una crisis, que se vía venir, ya que aquello era insostenible, vemos que hay gente que lo pasa mal porque no dá pagado los créditos a los que se había metido.
¿De quién fue la culpa? Yo considero que un poco de todos, pero ahora las consecuencias, desgraciadamente, las pagan los mismos.
Esa cultura del gasto a base de deuda, creo que no volverá a existir. Me refiero a gastos innecesarios como un segundo coche, pagarse a plazos unas vacaciones....
Pero yo me quedo con esa famosa reflexión: "no es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita".
totalmente de cauerdo
sabios consejos
a seguir trabajando por este páis que se lo merece
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