No corren buenos tiempos para hacerse entender. Flotan en el ambiente actitudes de rechazo generalizado hacia todo lo que huela a política, incluida la que se escribe en mayúsculas.
Dar explicaciones serias, ajustadas a la realidad, parece misión casi imposible, porque el interlocutor prefiere escuchar lo que quiere oír y no lo que necesita oír.
Hace pocos días tuve especial interés en participar en una reunión con representantes de la plataforma de afectados por preferentes en Lugo. Quería explicar a la cara el por qué de un voto, sin hacerlo a través de notas de prensa o entrevistas con desafortunados titulares periodísticos.
Explicarse en temas tan complejos no resulta sencillo, y todavía menos si el interlocutor te percibe como parte de su problema y no de la solución.
Este gobierno, el del Partido Popular, se encontró con un grave problema encima de la mesa y en vez de no hacer nada o echarle la culpa a los que lo habían creado por acción u omisión, tomó cartas en el asunto desde el primer momento para proteger a los ahorradores. Y lo hizo negociando y legislando.
Negociando con los socios europeos una ayuda al sistema financiero español para evitar su quiebra y con ella la de los millones de ahorradores y depositantes, incluidos los tenedores de productos de riesgo como las preferentes y las obligaciones subordinadas. Esta negociación tuvo su resultado positivo: España recibió un préstamo que permitió evitar esa quiebra. Las contrapartidas vienen impuestas y son de obligado cumplimiento en el marco de las ayudas de estado fijadas por la Comisión de la Competencia europea. Y entre esas condiciones, fijadas desde 2006, está la de repercutir una parte de la deuda entre los poseedores de estos productos, fuesen o no engañados o estafados, ya que esa cuestión no la decide un gobierno sino los tribunales de justicia.
Legislando para que nunca más puedan comercializarse estos productos como se colocaron especialmente entre 2008 y 2009. Impulsando mecanismos de arbitraje y creando instrumentos para dar liquidez a los poseedores de estos productos, compatibles con la vía judicial, donde cualquiera que demuestre su engaño ha recuperado o recuperará el 100% de su dinero.
El pecado que hemos cometido algunos ha sido apoyar estas medidas, y por ello, con protestas ante nuestros domicilios, nos vemos insultados y señalados. Porque imputarte el robo de los ahorros de muchos de tus vecinos es llamarte ladrón y manifestarse reiteradamente ante la puerta de tu casa es señalarte ante los demás como culpable.
A pesar de todo, mis sentimientos están con quienes sufren el problema, y mi conducta política y personal irá en apoyo a las necesarias soluciones, aunque en estos momentos me pase factura. Pero también les digo que no se fíen en exceso de los que, por un rédito inmediato, o por quitarse de en medio un problema, visten hoy las camisetas de los afectados o apoyan cualquier texto que regale sus oídos. Muchos de ellos les darán la espalda en cuanto dejen de generar noticias.
Comprendo por lo que están pasando los afectados, lo vivo muy de cerca. Mi compromiso en política siempre ha sido velar por el interés general, y hasta la última resolución que voto persigue ese fin. Dando la cara.
Dando a cara
Non corren bos tempos para facerse entender. Flotan no ambiente actitudes de rexeitamento xeneralizado cara a todo o que cheire a política, incluída a que se escribe en maiúsculas.
Dar explicacións serias, axustadas á realidade, parece misión case imposible, porque o interlocutor prefire escoitar o que quere oír e non o que necesita oír.
Fai poucos días tiven especial interese en participar nunha reunión con representantes da plataforma de afectados por preferentes en Lugo. Quería explicar á cara o por que dun voto, sen facelo a través de notas de prensa ou entrevistas con desafortunados titulares xornalísticos.
Explicarse en temas tan complexos non resulta sinxelo, e aínda menos si o interlocutor percíbeche como parte do seu problema e non da solución.
Este goberno, o do Partido Popular, atopouse cun grave problema encima da mesa e no canto de non facer nada ou botarlle a culpa aos que o crearon por acción ou omisión, tomou cartas no asunto desde o primeiro momento para protexer aos aforradores. E fíxoo negociando e lexislando.
Negociando cos socios europeos unha axuda ao sistema financeiro español para evitar o seu creba e con ela a dos millóns de aforradores e depositantes, incluídos os tenedores de produtos de risco como as preferentes e as obrigacións subordinadas. Esta negociación tivo o seu resultado positivo: España recibiu un préstamo que permitiu evitar esa creba. As contrapartidas veñen impostas e son de obrigado cumprimento no marco das axudas de estado fixadas pola Comisión da Competencia europea. E entre esas condicións, fixadas desde 2006, está a de repercutir unha parte da débeda entre os posuidores destes produtos, fosen ou non enganados ou estafados, xa que esa cuestión non a decide un goberno senón os tribunais de xustiza.
Lexislando para que nunca máis poidan comercializarse estes produtos como se colocaron especialmente entre 2008 e 2009. Impulsando mecanismos de arbitraxe e creando instrumentos para dar liquidez aos posuidores destes produtos, compatibles coa vía xudicial, onde calquera que demostre o seu engano recuperou ou recuperará o 100% do seu diñeiro.
O pecado que cometemos algúns foi apoiar estas medidas, e por iso, con protestas ante os nosos domicilios, vémonos insultados e sinalados. Porque imputarche o roubo dos aforros de moitos dos teus veciños é chamarte ladrón e manifestarse reiteradamente ante a porta da túa casa é sinalarte ante os demais como culpable.
Malia todo, os meus sentimentos están con quen sofren o problema, e a miña conduta política e persoal irá en apoio ás necesarias solucións, aínda que nestes momentos páseme factura. Pero tamén lles digo que non se fíen en exceso dos que, por un rédito inmediato, ou por quitarse do medio un problema, visten hoxe as camisetas dos afectados ou apoian calquera texto que regale os seus oídos. Moitos deles daranlles as costas en canto deixen de xerar noticias.
Comprendo polo que están pasando os afectados, o vivo moi de cerca. O meu compromiso en política sempre foi velar polo interese xeral, e ata a última resolución que voto persegue ese fin. Dando a cara.
4 comentarios:
el problema Joaquín son los que distorsionan, los que buscan sacar réditos con la desgracia ajena, y más en este tema
no digo yo que no haya gente afectada, que la habrá, pero... mientras a muchos el dinero se nos pagaba al 1 o al 1,2 , había quienes se lucraban con estos productos al 6 o mas.
a los ahorradores, toda la comprensión y solidaridad, a los especuladores e inversores, pues no
ni de broma
Joaquín este tema tiene mucha más profundidad de la que tú reflejas
es cierto que hubo gente engañada es cierto que hubo genta que no lo fue pero lo peor de todo es el comportamiento de la hiy oposición quién sino ellos fueron los que autorizan a estos productos tóxicos
ahora viene el rascarse las vestiduras y él manifestarse delante de las sedes y las casas de nuestros representantes.
Una verguenz
Concordó con precedentes
Este tema hay ven delws que pasan por vos sendobos malos da película
Hay gente que, una vez recuperado el 100% del dinero que tenían en preferentes gracias a los arbitrajes (que nadie olvide que fue el Gobierno de la Xunta con Feijoo quien los promovió), se apuntaban a las caceroladas ante las sedes del PP y los escraches ante los domicilios de los diputados nacionales del PP. Obviamente, son personas a las que todo lo que les sobra de cara les falta de dignidad. El papelón del BNG en este asunto es vergonzoso.
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