miércoles, 8 de enero de 2014

SSMM ya pasaron y Su Majestad el Rey regresó

Con el día de Reyes terminaron las fiestas navideñas. El último estuvo marcado por los nervios y las ilusiones de los más pequeños. Este año los Magos de Oriente, además de juguetes, han dejado un buen pellizco de dinero en nuestra provincia, en Monforte, que servirá para tapar agujeros y hacer la vida algo más fácil a los agraciados en el sorteo de El Niño.

Casi al mismo tiempo hacia aparición en la escena publica SM el Rey Don Juan Carlos. En estas mismas páginas he tenido ocasión de opinar públicamente sobre mi visión de la Corona en nuestra sociedad, y mantengo lo ya dicho. Soy consciente de que no son buenos tiempos para romper lanzas a favor de la Monarquía en España. En parte por deméritos propios, y en parte por la situación social que nos toca vivir.

Nadie es ajeno a las complejas situaciones que se han vivido y todavía se viven en la Casa del Rey, desde su accidente de caza muy lejos de España hasta el tremendo caso Urdangarín, pasando por sus delicados problemas de salud.

Sin embargo estoy convencido del importante papel que aquí y ahora puede y debe desempeñar nuestro Rey. Al igual que en los tiempos de Adolfo Suárez, en los que juntos trabajaron por devolver la democracia a España, ahora en situación convulsa y con desafíos soberanistas a la vuelta de la esquina es momento para que en tándem con Rajoy se frenen los desafíos separatistas y se garantice nuestro Estado de Derecho.

Las crisis económicas de mayor o menor calado son cíclicas y de todas ellas hemos sabido salir con enormes sacrificios, pero las que más cicatrices dejan y más me preocupan son las crisis institucionales y las de determinados valores sociales.

Pocas veces en nuestra reciente historia se ha cuestionado desde tantos lugares y por diferentes sectores, el papel de las instituciones del Estado y la figura de sus gobernantes. Pocas veces, por deméritos propios y ajenos, los representantes legítimos de los ciudadanos han estado peor valorados y más desarraigados de su entorno. 

En estas circunstancias es cuando las personas y el papel que tienen encomendado ganan protagonismo y relevancia. A pesar de las olas y las tormentas contra los barcos que portan los valores democráticos de este país, es más necesario que nunca que en el puente de mando se unan las personas con experiencia y capacidad para pilotar los necesarios y difícilmente aplazables consensos de Estado.

Esta semana Don Juan Carlos con 76 años recién cumplidos ha regresado a la vida oficial. Retoma su agenda como nos anunció en su discurso de Navidad, dispuesto a recobrar la confianza de los españoles en la Corona y a dar un nuevo y necesario impulso en la tarea de afrontar los retos que nuestro país tiene ahora mismo planteados, especialmente en la defensa de la Constitución y de nuestras Leyes.

En estas situaciones es donde se precisa de la unión de todas nuestras instituciones y no lo duden, el papel del Rey será fundamental en este año en el que nos jugamos mucho, y él lo sabe.

SSMM xa pasaron e a súa Maxestade El Rey regresou

Co día de Reis terminaron as festas navideñas. O último estivo marcado polos nervios e as ilusións dos máis pequenos. Este ano os Magos de Oriente, ademais de xoguetes, deixaron unha boa cantidade de diñeiro na nosa provincia, en Monforte, que servirá para tapar buracos e facer a vida algo máis fácil aos agraciados no sorteo do Neno.

Case ao mesmo tempo cara a aparición na escena publica SM El Rey Don Juan Carlos. Nestas mesmas páxinas tiven ocasión de opinar publicamente sobre a miña visión da Coroa na nosa sociedade, e manteño o xa dito. Son consciente de que non son bos tempos para romper lanzas a favor da Monarquía en España. En parte por deméritos propios, e en parte pola situación social que nos toca vivir.

Ninguén é alleo ás complexas situacións que se viviron e aínda se viven na Casa do Rey, desde o seu accidente de caza moi lonxe de España ata o tremendo caso Urdangarín, pasando polos seus delicados problemas de saúde.

Con todo estou convencido do importante papel que aquí e agora pode e debe desempeñar o noso Rey. Do mesmo xeito que nos tempos de Adolfo Suárez, nos que xuntos traballaron por devolver a democracia a España, agora en situación convulsa e con desafíos soberanistas ao virar a esquina é momento para que en tándem con Rajoy fréense os desafíos separatistas e garántase o noso Estado de Dereito.

As crises económicas de maior ou menor calado son cíclicas e de todas elas soubemos saír con enormes sacrificios, pero as que máis cicatrices deixan e máis me preocupan son as crises institucionais e as de determinados valores sociais.

Poucas veces na nosa recente historia hase cuestionado desde tantos lugares e por diferentes sectores, o papel das institucións do Estado e a figura das súas gobernantes. Poucas veces, por deméritos propios e alleos, os representantes lexítimos dos cidadáns estiveron peor valorados e máis desarraigados da súa contorna. 

Nestas circunstancias é cando as persoas e o papel que teñen encomendado gañan protagonismo e relevancia. Malia as olas e as tormentas contra os barcos que portan os valores democráticos deste país, é máis necesario que nunca que na ponte de mando únanse as persoas con experiencia e capacidade para pilotar os necesarios e dificilmente aplazables consensos de Estado.

Esta semana Don Juan Carlos con 76 anos recentemente cumpridos regresou á vida oficial. Retoma a súa axenda como nos anunciou no seu discurso de Nadal, disposto a recobrar a confianza dos españois na Coroa e a dar un novo e necesario impulso na tarefa de afrontar os retos que o noso país ten agora mesmo suscitados, especialmente na defensa da Constitución e das nosas Leis.

Nestas situacións é onde se precisa da unión de todas as nosas institucións e non o dubiden, o papel do Rey será fundamental neste ano no que nos xogamos moito, e el sábeo.

4 comentarios:

Jose dijo...

Coincido contigo, Joaquín.

En ese sentido serían de agradecer gestos que no cuestan dinero. Me refiero a que nuestro Presidente debería comparecer más a menudo -y no sólo en sede parlamentaria- para transmitirnos los mensajes que tanto necesitamos escuchar por parte de un auténtico líder. Es en los momentos difíciles cuando algo así se puede apreciar de verdad.

Anónimo dijo...

La casa Real ha tenido un tiempo y un momento que nadie duda, pero no ha sido ejemplar.
Creo que ha de adaptarse a los nuevos tiempos y como él mismo dijo, la ley es igual para todos
esperemos que sea así, que de ejemplo y que pueda recuperar el prestigio y el cariño que los españoles le teníamos

Anónimo dijo...

jOAQUÍN, TÍÑATE POR PERSOA SENSATA, E NON PODES PRETENDER QUE ESTE ANACONISMO DA ESPÑA MÁIS RANCIA TEÑA RELEVANCIA ALGUNHA NO SÉCULO XXI
LAMENTO NON ESTAR DACORDO

Anónimo dijo...

No cabe duda de que la Casa Real lo está pasando mal, pero.... porque ¿qué casa o familia no pasa también por sus momentos difíciles y que llegan a afectar a su entorno? Y es en esas situaciones cuando realmente vemos a los que son nuestros amigos, los que nos ayudan a salir del pozo y los que nos empujan paras seguir adelante con nuestra vida.
No me cabe la menor duda de esta Familia Real, con el Rey a la cabeza, saldrá adelante con el apoyo de todos los españoles, ya que es una de las figuras más importantes y necesarias para encauzar el rumbo de España y ayudar llevar este barco que es España a buen puerto.