domingo, 17 de agosto de 2008

Fiestas veraniegas

Estos días casi todos los rincones de España están celebrando alguna fiesta. Sean capitales o pequeños pueblos, todos están en fiestas.

No faltarán ni pregoneros, ni alumbrados de colores, y ni mucho menos los fuegos artificiales y las orquestas verbeneras. Todo suma y contribuye a poner una nota de alegría en medio de la crisis económica. Por unos días posiblemente las fiestas consigan que aparquemos nuestras preocupaciones y nos dediquemos a los bailes y eventos gastronómicos tan apreciados en nuestras tierras.

A pesar de lo dicho resulta difícil olvidarse del asunto económico porque los presupuestos de toda fiesta no dejarían a nadie indiferente de preocuparse por ellos.

He sabido que los hay de 3,4 millones de euros como los de la Semana Grande de Bilbao, o de 2 millones de euros en las de María Pita de A Coruña, si hablamos de grandes ciudades. Si a pequeñas localidades nos referimos hablamos de 100.000 euros para 6 días de fiesta en un pueblo de 1000 habitantes como Fontanar en Guadalajara, o en caso de algunos habitantes más, otros seis días de fiesta llegan a 293.000 euros para los 10.000 habitantes de Alfaro en La Rioja.

¿Es mucho o poco presupuesto? ¿Están o no justificados estos gastos? Dejo la respuesta a criterio de cada uno. Lo que sí me parece fuertemente criticable es que en tiempos como los que corren se pueda aumentar el presupuesto dedicado a fiestas en un 33% respecto al año pasado. Es el caso de A Coruña.

Y es que las sesiones de fuegos mínimamente decentes no bajan de 7.000 euros, las orquestas andan por los 12.000 euros, la iluminación ni se sabe, y un largo etcétera eleva las cifras presupuestarias hasta cantidades que en ocasiones superan las posibilidades de muchos pueblos y ciudades.

Pero estamos en fiestas y es lo que cuenta. Qué pinto yo amargando un dulce, si a fin de cuentas con buenas viandas, música y chupinazo olvidamos por unas horas que las pasaremos canutas en cuanto se termine el programa de festejos.

Ahora toca disfrutar. Después ya veremos.

Felices fiestas a todos estéis donde estéis. Las nuestras en octubre, y para entonces ya veremos.


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Festas

Estes días case todos os recunchos de España están a celebrar algunha festa. Sexan capitais ou pequenos pobos, todos están en festas.

Non faltarán nin pregoeiros, nin alumados de cores, e nin moito menos os fogos artificiais e as orquestras verbeneras. Todo suma e contribúe a pór unha nota de alegría no medio da crise económica. Por uns días posiblemente as festas consigan que aparquemos as nosas preocupacións e nos dediquemos aos bailes e eventos gastronómicos tan apreciados nas nosas terras.

A pesar do devandito resulta difícil esquecerse do asunto económico porque os orzamentos de toda festa non deixarían a ninguén indiferente de preocuparse por eles.

Souben que os hai de 3,4 millóns de euros como os da Semana Grande de Bilbao, ou de 2 millóns de euros nas de María Pita da Coruña, se falamos de grandes cidades. Se a pequenas localidades nos referimos falamos de 100.000 euros para 6 días de festa nun pobo de 1000 habitantes como Fontanar en Guadalajara, ou en caso dalgúns habitantes máis, outros seis días de festa chegan a 293.000 euros para os 10.000 habitantes de Alfaro en La Rioja.

É moito ou pouco orzamento? Están ou non xustificados estes gastos? Deixo a resposta a criterio de cada un. O que si me parece fortemente criticable é que en tempos como os que corren se poda aumentar o orzamento dedicado a festas nun 33% respecto ao ano pasado. É o caso de A Coruña.

E é que as sesións de lumes minimamente decentes non baixan de 7.000 euros, as orquestras andan polos 12.000 euros, a iluminación nin se sabe, e un longo etcétera eleva as cifras orzamentarias ata cantidades que en ocasións superan as posibilidades de moitos pobos e cidades.

Pero estamos en festas e é o que conta. Que pinto eu amargando un doce, se a final de contas con boas viandas, música e chupinazo esquecemos por unhas horas que as pasaremos canutas en canto remate o programa de festexos.

Agora toca gozar. Despois xa veremos.

Felices festas a todos esteades onde esteades. As nosas en outubro, e para entón xa veremos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El problema no son las fiestas veraniegas, el problema es que para algunos siempre es fiesta.

Que me compro un cohe nuevo: El mas caro.
Que me nombran concejala de urbanismo: Cambio la decoración del despacho.
Que nos vamos a Cuba: por todo lo alto.
Que tengo un puestazo: Con tarjeta de crédito.

Viene la crisis, y a los nuevos apoltronados les dá igual, SIEMPRE ESTAN DE FIESTA.

Trabajar no va con ellos.

Anónimo dijo...

Caminando ha dado en el clavo, pero además el PSOE de Lugo lleva esto a las últimas consecuencias gastándose 7 millones de euros en un museo que no interesa a nadie en un momento de crisis económica.
Y luego que digan que el presupuesto no llega para centros de día o para guaderías.