miércoles, 4 de septiembre de 2019

20 días

Cuando estas líneas vean la luz en el diario El Progreso de Lugo, el miércoles 4 de septiembre de 2019, faltarán 20 días escasos para que, de no mediar un acuerdo imposible, se disuelvan nuevamente las Cortes generales y se convoque por cuarta vez en menos de cuatro años a los españoles a votar el próximo 10 de noviembre.

Desde hace meses, prácticamente desde el día después a celebrarse las ultimas elecciones generales del pasado 28 de abril, estamos asistiendo a la peor puesta en escena que cabría imaginar de cara a la formación de un gobierno que no siga en funciones. Pedro Sánchez ya tiene otro record que añadir a su colección, es el presidente de gobierno que más días lleva en funciones, rozando los 130, que superará ampliamente antes del 23 de este mismo mes.

Cuando asistimos a la fallida sesión de investidura celebrada en el Congreso de los Diputados el pasado mes de julio fueron muchos los síntomas de que, verano por medio, nada cambiaría en el idilio fallido entre el presidente Sánchez y el líder de Podemos, Pablo Iglesias. Ambos están jugando a las siete y media, levantando de vez en cuando alguna nueva carta pero sin querer pasarse para no perder la partida. El primero ya no sabe poner cara de póker y se le nota al vuelo que, no solamente no quiere tener sentado en su gabinete a ningún miembro de Podemos, sino que tampoco quiere firmar acuerdo alguno. Desde el minuto uno, y aunque lo viene ocultando públicamente, su apuesta ha sido siempre ir a unas nuevas elecciones convencido de la mejora de resultados para su formación.

El segundo, Iglesias, ha cometido tantos errores en su estrategia que ahora su margen de maniobra se ha estrechado al mínimo, quedándole únicamente la opción de permitir investir a Sánchez a cambio de nada.

En este juego entre los dos, en el que el primero le pone condiciones al segundo, y cuando éste, tras un tiempo de tira y afloja decide aceptarlas, ve cómo le añaden alguna nueva condición. Me recuerda a la fábula de Aquiles y la tortuga que relata la carrera en la que Aquiles le concede una ventaja inicial a la tortuga. Cuando Aquiles llega al punto de partida de la tortuga ésta ya no estará, pues ya habrá recorrido un espacio que obligará a Aquiles a emplear un nuevo tiempo para llegar ese nuevo punto, mientras que la tortuga sigue avanzando. Cada vez que Aquiles llega a un lugar donde ha estado la tortuga, todavía le quedará algo de distancia antes de alcanzarla.

Lo peor de esta situación es que esos juegos entre personas o partidos está teniendo consecuencias cada día más serias para el conjunto de los españoles. La incertidumbre que espanta las inversiones, el enfriamiento de la economía a las puertas de una nueva crisis, los costes económicos de la repetición de unos comicios, la paralización de medidas y reformas legales, la caída del consumo, el incremento de la contratación, son solo algunos ejemplos de estas consecuencias.

20 años no es nada reza la canción , y 20 días habrán pasado en un suspiro y estaremos nuevamente sumidos en un nuevo periodo electoral con las consiguientes consecuencias. Si así fuere tendremos oportunidad de hacer pagar la factura a quien cada uno considere responsable.

20 días

Cando estas liñas vexan a luz no diario O Progreso de Lugo, o mércores 4 de setembro de 2019, faltarán 20 días escasos para que, de non mediar un acordo imposible, disólvanse novamente as Cortes xerais e convóquese por cuarta vez en menos de catro anos aos españois para votar o próximo 10 de novembro.

Desde hai meses, practicamente desde o día despois a celebrarse ultímalas eleccións xerais do pasado 28 de abril, estamos a asistir á peor posta en escena que cabería imaxinar para a formación dun goberno que non siga en funcións. Pedro Sánchez xa ten outro record que engadir á súa colección, é o presidente de goberno que máis días leva en funcións, rozando os 130, que superará amplamente antes do 23 de leste mesmo mes.

Cando asistimos á errada sesión de investidura celebrada no Congreso dos Deputados o pasado mes de xullo foron moitos os síntomas de que, verán por medio, nada cambiaría no idilio errado entre o presidente Sánchez e o líder de Podemos, Pablo Iglesias. Ambos están a xogar ás sete e media, levantando de cando en vez algunha nova carta pero sen querer pasarse para non perder a partida. O primeiro xa non sabe poñer cara de póker e nótaselle ao voo que, non soamente non quere ter sentado no seu gabinete a ningún membro de Podemos, senón que tampouco quere asinar acordo algún. Desde o minuto uno, e aínda que o vén ocultando publicamente, a súa aposta foi sempre ir a unhas novas eleccións convencido da mellora de resultados para a súa formación.

O segundo, Iglesias, cometeu tantos erros na súa estratexia que agora a súa marxe de manobra estreitouse ao mínimo, quedándolle unicamente a opción de permitir investir a Sánchez a cambio de nada.

Neste xogo entre os dous, no que o primeiro lle pon condicións ao segundo, e cando este, tras un tempo de tira e afrouxa decide aceptalas, ve como lle engaden algunha nova condición. Lémbrame á fábula de Aquiles e a tartaruga que relata a carreira na que Aquiles concédelle unha vantaxe inicial á tartaruga. Cando Aquiles chega ao momento de partida da tartaruga esta xa non estará, pois xa percorrería un espazo que obrigará a Aquiles a empregar un novo tempo para chegar ese novo punto, mentres que a tartaruga segue avanzando. Cada vez que Aquiles chega a un lugar onde estivo a tartaruga, aínda quedará algo de distancia antes de alcanzala.

O peor desta situación é que eses xogos entre persoas ou partidos está a ter consecuencias cada día máis serias para o conxunto dos españois. A incerteza que espanta os investimentos, o arrefriado da economía ás portas dunha nova crise, os custos económicos da repetición duns comicios, a paralización de medidas e reformas legais, a caída do consumo, o incremento da contratación, son só algúns exemplos destas consecuencias.

20 anos non é nada reza a canción , e 20 días pasarían nun amén e estaremos novamente sumidos nun novo período electoral coas consecuentes consecuencias. Se así for teremos oportunidade de facer pagar a factura a quen cada un considere responsable.

0 comentarios: