Prioridades

En campaña electoral todos nos afanamos en prodigar de la mejor manera posible nuestros mensajes. Posiblemente los ciudadanos ya estén cansados, a pesar de que esto no ha hecho más que comenzar. Que las elecciones municipales estén demasiado recientes y que las precampañas comiencen cada vez antes explican ese cansancio general.

A pesar de ello estoy notando mucho interés en estas elecciones, y mucho ciudadano de Lugo harto de que en estos cuatro años hayamos tenido un gobierno preocupado por cualquier cosa excepto por nuestras necesidades y problemas.

Para mí la explicación puede estar en que el Presidente Zapatero y su gobierno han equivocado sus prioridades, sus principales competencias y hasta los caminos elegidos para resolver nuestros problemas.

Han equivocado sus prioridades porque han dedicado más tiempo a divagar sobre asuntos que en general no preocupaban a nadie que a preparar al país para afrontar la crisis económica que desde hace meses se viene anunciando. Creo que era más necesario abordar, por ejemplo, una reforma de impuestos que la Ley de la Memoria Histórica. Es un error creer que hay tiempo para todo, porque hay asuntos que distraen la atención de otros. Es como si estamos cocinando al tiempo que vemos una película en la tele: se nos incendia la sartén y la dejamos arder mientras vemos el final de la peli.

Han equivocado cuál es la principal misión de un Gobierno de la Nación: velar por la educación, las prestaciones sociales, los precios, los salarios, la sanidad… En su lugar han dedicado mucho tiempo a intentar quedar como los salvadores de la paz mundial. Por ello se inventan lo de la Alianza de las Civilizaciones que, sin entrar en el fondo, creo que le importa bien poco al conjunto de los españoles, pero claro si hubiera salido bien, Zapatero líder mundial.

Poniendo otro ejemplo es como si al presidente de nuestra comunidad de vecinos le pedimos que se encargue de redactar los presupuestos del Estado o que redacte un Plan de Tráfico, en lugar de atender el nivel del tanque de gasóleo o la avería del ascensor del edificio.

Y han equivocado los caminos a seguir en cuestiones de Estado. Así, para acabar con el terrorismo en España, en lugar de seguir el camino emprendido por gobiernos anteriores y que venía dando buenos resultados, se buscaron atajos para ver si resolviéndolo a cualquier precio “me cuelgo una medalla y paso a la Historia como el Presidente que acabo con ETA”. En estas cuestiones no valen atajos, y menos a costa de concesiones.

Por estas y otras razones considero y trato de explicar, estos días más que nunca, que España necesita un Gobierno que se preocupe de los problemas que necesitan respuesta inmediata y que afectan directamente a nuestra vida diaria, y no un gobierno más preocupado en fastidiar al rival y en convertirse en salvador del mundo mundial.

-----------------------------------------------------------------------------------------------

Prioridades


En campaña electoral todos nos afanamos en prodigar do mellor xeito posible as nosas mensaxes. Posiblemente os cidadáns xa estean cansados, a pesar de que isto non fixo máis que comezar. Que as eleccións municipais estean demasiado recentes e que as precampañas comecen cada vez antes explican ese cansazo xeral.

A pesar diso estou a notar moito interese nestas eleccións, e moito cidadán de Lugo farto de que nestes catro anos teñamos un goberno preocupado por calquera cousa excepto polas nosas necesidades e problemas.

Para min a explicación pode estar en que o Presidente Zapatero e o seu goberno equivocaron as súas prioridades, as súas principais competencias e ata os camiños elixidos para resolver os nosos problemas.

Equivocaron as súas prioridades porque dedicaron máis tempo a divagar sobre asuntos que en xeral non preocupaban a ninguén que a preparar ao país para afrontar a crise económica que desde fai meses vén anunciando. Creo que era máis necesario abordar, por exemplo, unha reforma de impostos que a Lei da Memoria Histórica. É un erro crer que hai tempo para todo, porque hai asuntos que distraen a atención doutros. É coma se estamos cociñando á vez que vemos unha película na tele: incéndiasenos a tixola e deixámola arder mentres vemos o final da peli.

Equivocaron cal é a principal misión dun Goberno da Nación: velar pola educación, as prestacións sociais, os prezos, os salarios, a sanidade... No seu lugar dedicaron moito tempo a intentar quedar como os salvadores da paz mundial. Por iso invéntanse o da Alianza das Civilizacións que, sen entrar no fondo, creo que lle importa ben pouco ao conxunto dos españois, pero claro, se saíse ben, Zapatero líder mundial.

Pondo outro exemplo é coma se ao presidente da nosa comunidade de veciños pedímoslle que se encargue de redactar os orzamentos do Estado ou que redacte un Plan de Tráfico, en lugar de atender o nivel do tanque de gasóleo ou a avaría do ascensor do edificio.

E equivocaron os camiños a seguir en cuestións de Estado. Así, para acabar co terrorismo en España, en lugar de seguir o camiño emprendido por gobernos anteriores e que viña dando bos resultados, buscáronse atallos para ver se resolvéndoo a calquera prezo "cólgome unha medalla e paso á Historia como o Presidente que acabou con ETA". Nestas cuestións non valen atallos, e menos á conta de concesións.

Por estas e outras razóns considero e trato de explicar, estes días máis que nunca, que España necesita un Goberno que se preocupe dos problemas que necesitan resposta inmediata e que afectan directamente á nosa vida diaria, e non un goberno máis preocupado en amolar ao rival e en converterse en salvador do mundo mundial.